#BAFICI2015 Placer y martirio (Argentina / Chile)

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Orgullo y perversión

Para quien conozca el cine de José Campusano la sorpresa será absoluta. El realizador sale completamente de los barrios suburbanos de Buenos Aires y muda su película al corazón mismo de las clases altas porteñas. Y muta el trabajo con los actores propios de las barriadas en las que viven, para asumir una actuación codificada en el modo del cine tradicional.

Nadie puede dudar que este salto representa un riesgo muy grande, no solo porque pone en juego su capacidad como realizador, sino porque también se enfrenta con la expectativa de un público que ya respeta su trabajo y su marca de estilo.

Delfina, una mujer casada, con una pequeña empresa y un nivel de vida alto, conoce casualmente a Kamil, un hombre intrigante que le resulta sumamente atractivo. La relación comienza allí mismo. Kamil suele viajar constantemente por su actividad comercial y le impone un modo de vínculo absolutamente secreto e imprevisible. Silencio y ningún compromiso. La relación se construye desde la imposición que Kamil le hace a Delfina: él será quien llame y defina los lugares, horarios y duración de los encuentros. Seco, cortante y determinado.

El poder que media en la relación somete y cautiva a la vez a Delfina. El sometimiento será psíquico, físico y finalmente económico.

De a poco la vida de familiar y laboral de Delfina se desarma. Ella aumenta su nivel de dependencia de Kamil, del alcohol y algunas pastillas.

Lo más interesante de la evolución de la trama es la tensión que genera la expectativa de la amenaza que tal relación desigual genera. He ahí el motor dramático, y Campusano maneja eso con total precisión.

El salto del escenario real y dramático que asume Campusano en esta película, tiene como resultado situaciones dispares. Lo que funciona naturalmente en el conurbano con los actores locales (modos de relación, construcción de las situaciones de clase, diálogos) aparecen aquí estereotipados y poco espontáneos. En cambio, la construcción de relaciones basadas en el poder y la dominación de género, que es constante en su cine, es precisa e inteligente.

El realizador luce su talento (y de las actrices) en una inolvidable cena donde Delfina, su mejor amiga y Mirta, su empleada doméstica comparten el sushi, el vino y las pastillas. Allí Campusano logra su mejor cine. Es de esperar que este nuevo momento de su filmografía recupere momentos como ese.

Placer y Martirio Dirección, Guión y Producción: José Celestino Campusano, Dirección de fotografía: Eric Elizondo, Nicolás Pittaluga Intérpretes: Natacha Mendez, Rodolfo Ávalos, Paula Napolitano, Aldana Carretino, Myrian Agüero

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