El Museo Metropolitano de Lima es el primer museo virtual que permite conocer la historia de la ciudad

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El primer museo virtual

Este lugar apunta a fortalecer la oferta cultural de la ciudad de Lima. En sus 22 salas se expone de manera didáctica y atractiva la historia de la capital apelando a hologramas, videos en 3D y simuladores de movimiento. El lanzamiento de este museo resulta ideal para la temporada de vacaciones de la que muchos niños y jóvenes ya están disfrutando. El precio de introducción es de solo cuatro soles. No hay excusa para faltar.

Lima tiene al fin un Museo Metropolitano, un lugar dedicado a contar la historia de esta ciudad desde tiempos precolombinos. Se trata por cierto del primer museo virtual del Perú, con una voz en off que da la bienvenida a los visitantes y los guía a través de sus 22 salas, con proyecciones de videos en 3D y hologramas que hacen de la visita una experiencia más interactiva pero también más vital y lúdica. Este es el caso, por ejemplo, del salón virreinal, que reconstruye cómo fue el terremoto de 1746 con un remezón “en vivo” provocado con simuladores de movimiento.
El edificio de este museo empezó a construirse en 1924 por orden de Augusto B. Leguía. La idea era realizar aquí la Primera Exposición de la Industria Minera Nacional. Desde la fachada se descubre la arquitectura afrancesada art nouveau propia de la primera mitad del siglo XX. Luis Llosa y su equipo de Iguana Producciones fueron los encargados de montar este proyecto, buscando que este lugar sea uno radicalmente distinto a los museos tradicionales que todos conocemos. Y para saber qué les espera aquí va un paseo por sus instalaciones.
Cuidado al caminar, la iluminación es mínima. Este detalle es indispensable para que exista la atmósfera que requieren los efectos especiales. Una de los nueve guías a cargo del complejo pide a las personas que van llegando esperar algunos minutos. Deben entrar en grupos de 23 personas. El tiempo que toma la visita depende de la disponibilidad del público. Si cuenta con tres horas libres, podrá recorrer el museo completo. Pero si solo dispone de poco más de una hora puede darse una vuelta por los principales atractivos y tomarse fotos. Aquí la historia de la capital y el museo que la resguarda.

La voz del tenor

Karina es el nombre de la guía que lleva al grupo en esta ocasión. Invita a los asistentes a colocarse alrededor de un espejo protegido por un barandal. Antes de que la voz del museo brote de los parlantes, Karina alcanza a decir: “Se proyectará un video en el techo. Para algunos puede ser incómodo. Pueden ver la proyección en el espejo”. Lo que no advierte a quienes la escuchan es lo que se viene: Juan Diego Flórez cantando el vals “Lima de veras”, de Chabuca Granda. Algunos siguen el consejo de Karina y en vez de mirar hacia arriba se concentran en el espejo. Los más audaces prefieren tenderse en el piso para contemplar el espectáculo.
Tres minutos de vals son más que suficientes para que los sentidos se aclimaten al oscuro y nuevo ambiente. La voz en off pide al grupo caminar unos pasos a la derecha. Aparece frente a nosotros una maqueta de lo que fue el palacio del curaca Taulichusco y que a la llegada de Francisco Pizarro se convertiría en su residencia. Lo interesante es que no se presenta como la típica y estática pieza que recrea algún momento del pasado. El lugar va evolucionando según la etapa que le toque representar. El público no le quita la mirada. Las paredes se caen y se vuelven a levantar. La maqueta llega al siglo XX cuando se dan las últimas transformaciones. Terminada la exposición, la luz se dirige a unas pantallas que resumen los hechos más importantes en la Plaza de Armas.

Encuentro en la biblioteca

La voz en off anuncia el encuentro con un personaje. Los visitantes siguen en el primer piso y avanzan hacia unas paredes que simulan ser la Biblioteca Nacional. La voz de un conocido poeta se escucha en el fondo. “Ay golpes en la vida, tan fuertes yo no sé…”. Al sentirse acompañado sale de los muros, como un fantasma. “De seguro buscan a don Ricardo (Palma), pero él no está. ¿Saben quién soy yo?”. “Sí, tú eres César Vallejo”, responden dos niños. Pero este no es un Vallejo como lo retratan sus fotos más conocidas. Este es una versión joven y animosa del poeta que invita a la audiencia a seguir recorriendo y a volver para conocer a don Ricardo.
El grupo sigue el tour y llega a la primera sala, en la que se proyecta un video 3D que recrea los ritos y batallas entre waris y limas. Provistos con lentes para 3D, los visitantes gritan de emoción cada vez que los guerreros se lanzan armas de guerra entre ellos. Para terminar con esta etapa histórica se proyecta otro video sobre la llegada de Hernando Pizarro a Pachacámac.

Fundación de Lima

Es hora de dar un salto en el tiempo para contemplar la recreación del momento de la fundación de la Ciudad de los Reyes por Francisco Pizarro. De aquí para adelante la voz en off se concentrará en presentar a los personajes que caracterizaron a la ciudad. Una leyenda de Santa Rosa, un San Martín de Porres que levita mientras reza, Lima Virreinal con sus usos y costumbres, el romance entre el virrey Amat y la Perricholi, una procesión religiosa en honor a Las Nazarenas, hasta la vida de los indígenas y esclavos fuera de las murallas de Lima, en las reducciones y haciendas a cargo de los jesuitas.
El plato fuerte viene con la sala del terremoto de 1746. El grupo termina de acomodarse en las butacas para ver cómo algunos personajes limeños de la época pasaban el día antes de la catástrofe. De pronto los candelabros que simulan un escenario virreinal empiezan a temblar. Las butacas se mueven y los gritos que salen de la película se mezclan con el público. Para hacer la cosa más creíble, una cinta se desliza entre las piernas. La gente entra en pánico. Creen que son los roedores que aparecen en la proyección. Algunos lucen con el corazón en la boca, mientras otros lloran de la risa por la reacción de sus acompañantes.

Las batallas por la libertad

El siguiente ambiente es la sala de la Independencia. Mientras el visitante se adentra en la historia limeña, el museo trata de valerse no solo de recursos virtuales y maquetas sino también de escenografías que le dan al espectador una mirada distinta a la de las películas que se proyectan en todo el complejo. Como la reunión de los conspiradores, tres caballeros –o maniquíes que simulan serlo– conspirando por la independencia del Perú. Unos pasos más allá y somos testigos de la Declaración de la Independencia y vamos al encuentro de personajes ineludibles como José Olaya y su gesta heroica, la cantante Rosa Merino ensayando el Himno Nacional, Simón Bolívar y la sala Combate 2 de Mayo, visto desde el Real Felipe.
El grupo sube un piso y el orden cronológico nos ubica en la época del guano y el salitre y la Guerra del Pacífico. Y así se llega a 1900, a un recuento de los primeros cincuenta años del siglo. La historia en una radionovela y, gracias a las fotos del archivo histórico Courret, se puede ver el Jirón de la Unión, la gente en las calles, saliendo del cine, y la arquitectura de Lima antigua. Ha pasado una hora y cuarenta minutos y los visitantes no parecen cansarse. “¿Qué sigue, señorita?”, preguntan a la guía. “Los otros 50 años: 1950-2000”, responde ella. ¿Cómo los ilustran? Con una muestra de los televisores más populares fabricados en ese lapso, con un retrato de la inmigración andina que transformó Lima en una urbe de nueve millones de habitantes y con gigantografías que muestran los cambios de los conos. Las imágenes permiten saltar de década en década hasta llegar al 2011. El tour termina y los niños preguntan a sus padres qué sigue en esta historia. Una pregunta que a todos los limeños nos toca responder.

Datos

30 millones de soles costó la implementación del Museo Metropolitano.
150 mil soles al año costará mantener el museo, solo en cuanto a luces y limpieza de equipos.
4 mil visitantes en sus tres primeros días tuvo el Museo Metropolitano.
La entrada al museo por lanzamiento es de 4 soles a partir de los seis años de edad. Según Carlos Castillo, gerente de Emilima, la tarifa normal asciende a 11 soles, pero los niños y adultos mayores siempre tendrán una tarifa preferencial de 3 soles.
Lugar y servicios. Av. 28 de Julio s/n, Parque de la Exposición. Horario de visitas: 9 am a 5 pm de martes a domingo. Tiene también biblioteca especializada para padres y niños, auditorio, librería y pinacoteca.

La República

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