Nueva Independencia – Jornada 2: Las alternativas para la profundización de la integración y de los procesos nacionales de emancipación ante la avanzada conservadora global

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Por NodalCultura desde
San Miguel de Tucumán
Analizar la coyuntura latinoamericana actual exige pensar sobre los factores que hoy ponen en jaque la sustentabilidad de los proyectos de gobiernos progresistas iniciados con la asunción de Hugo Chávez en 1999. Más allá de los avances en la mayoría de los países de la región -y la generalización de respuestas en resistencia de los vestigios del neoliberalismo- nos encontramos frente a un momento de debilitamiento que debe ser indagado con atención.

Es necesaria la definición de ciudadanía y sujeto político propios del proceso de emancipación si se pretende darle a los mismos perdurabilidad. Con las duras presiones de los mercados financieros sobre las economías y la obstaculización de los avances en materia de desarrollo por sectores de los poderes internos y los medios de comunicación, la representatividad de algunos gobiernos actuales se ve desafiada a redefinirse y relegitimarse. Los dispositivos a través de los cuales lleve a cabo esta renovación y reafirmación de su naturaleza libertadora, serán los que habiliten a que lo que el analista Hugo Moldiz denomina “tercera ola emancipadora”, continúe su caudal.

Los paralelismos que se pueden trazar entre la situación actual de la crisis en los países de la Unión Europea y la de nuestra región conforman un panorama que permite pensar que la salida de las mismas es a través de la socialización del poder popular y la disputa por la construcción de relatos sobre el poder a nivel internacional.

De todo esto se habló en la mesa  “No se puede comprar el viento: Legados y desafíos de América Latina entre dos independencias”, en la segunda jornada  del Foro Nacional y Latinoamericano Nueva Independencia

La mesa, moderada por el politólogo Edgardo Mocca, estuvo compuesta por representantes de diversas regiones: Galo Mora Witt, representante de Ecuador en la UNESCO; John Beverley, Doctor en Literatura estadounidense; Hugo Moldiz, ex ministro del gobierno boliviano y Juan Carlos Monedero, uno de los fundadores del partido español Podemos.

El discurso de apertura del moderador destacó la relevancia del encuentro de los miembros de procesos políticos transformadores y los intelectuales que son parte de formas más periféricas los mismos. “Tengo la impresión que con estas iniciativas [los foros] están haciendo algo así como una familia político-cultural nueva: latinoamericana pero mundial. Y esa familia nueva nace con el mandato de ser el soporte de una transformación política-cultural que se está produciendo en todo el mundo.”

El estadounidense John Beverly comenzó sus reflexiones definiendo que América es hoy la tierra del futuro de la historia mundial. En ese sentido explicó que ese futuro -que a cada momento es más presente- implica un conflicto entre el Sur y el Norte de la región, pero así también un conflicto al interior de los Estados Unidos. Citando a Huntington, planteó que la perspectiva de la nueva conflictividad ‘Oeste/El Resto’  posiciona a América Latina como una región que deberá definir su futuro en una relación independiente de la hegemonía norteamericana.

“En este foro se pone en cuestión la identidad del concepto de emancipación. ¿Cuál sería la forma de un nuevo latinoamericanismo, dispuesto a desarrollar las posibilidades de construirse como una civilización propia?: este es a mi creer el desafío de los gobiernos la ‘marea rosada’ actuales”. Tras referirse a los actuales gobiernos progresistas constituyentes de la región, sugirió que tal vez se esté alcanzando un límite, y la esperanza debe ser depositada hoy en que se logre superar dicho agotamiento. Concluyendo, estableció que es menester el pensar la posibilidad de un cambio de paradigma ajeno al capitalismo. «La nueva independencia en la sociedad latinoamericana tiene que venir de sectores subalternos y postergados»

Con la lucidez propia de quien fue una parte esencial de la constitución de uno de los movimientos de izquierda más importantes del mundo actual, Podemos, el docente y militante español Juan Carlos Monedero planteó la existencia de conflictividades en torno a la pertenencia al interior de ciertos grupos, utilizando el ejemplo del peronismo, augurando la peligrosidad de las etiquetas en un contexto social y político como el actual, ya que «en los tiempos de crisis es cuando aparecen los monstruos». Más tarde, destacó el rol de los inmigrantes latinoamericanos en España, quienes les enseñaron a la ciudadanía el juntarse para reclamar por sus derechos.

La rentabilidad, producto de la mercantilización absoluta heredada del pensamiento neoliberal; la precarización laboral, que impide el crear estructuras que generen estabilidad en las sociedades y la vida en las ciudades son tres de los mayores obstáculos a la independencia definitiva de las sociedades. Estos tres elementos son dispositivos de producción de miedo, característicos del período neoliberal. En coincidencia con John Beverly, aseveró que la independencia será también imposible en tanto no implique un cambio definitivo y estructural. “Cuando descuelgas un cuadro, cuando le quitas obediencia a los bancos, cuando brindas trabajo, cuando construyes tu propia organización regional, cambias el orden y el pueblo asume la rienda de su propio futuro”

En tercer lugar tomó la palabra Galo Mora Witt, intelectual que se desempeña como secretario privado del Presidente de Ecuador Rafael Correa. Refiriéndose a la región toda pero especialmente al estado de tensión actual en su país, expresó: “Hay muchas razones para encontrarnos en este momento histórico. Cuando se habla de la imposibilidad de crecer, yo creo que toda nuestra acción política ha sido precisamente hacer posible que la precarización no exista más, expulsar a los militares norteamericanos, transformar temas estructurales y hoy, al avanzar en ello, nos vemos sometidos a una vejación y potencial golpe de Estado.” Reivindicó al gobierno constitucional de Ecuador expresando que «En Ecuador vamos a seguir luchando. Requerimos apoyo y multiplicación de las voces».

Tras un discurso teñido por la preocupación por la amenaza al gobierno de Rafael Correa pero esperanzado por la creación de espacios de debate y apoyo interregionales, intervino el analista político Hugo Moldiz Mercado, boliviano, quien mencionó la existencia de relatos sobre los procesos emancipatorios que invisibilizaron a grupos constituyentes claves en dichas liberaciones. “Hoy estamos hablando de una tercera ola emancipadora en América Latina.”, afirmó. Respecto a los desafíos pendientes, reconoció que los procesos políticos actuales se encuentran en un proceso de desaceleración e incertidumbre, aunque se aguardan con optimismo las transformaciones del futuro para los actuales gobiernos latinoamericanos.  “Se han incorporado nuevas democracias, pero cada cuatro o cinco años nuestros gobiernos deben buscar relegitimarse por la vía de la democracia representativa. Esto desgasta, y hace que a veces se tomen decisiones importantes para relegitimar el mandato, pero son contraproducentes para encauzar un camino estratégico”. Hacia el final de su disertación, proclamó “No hay independencia ni emancipación sin construcción del sujeto, que se va a desarrollar en contradicción con ciertos nacionalismos y el pensamiento marxista-indio. Nos falta mucho por recorrer en relación a los procesos de integración regional”

Para cerrar la mesa, en un tono sarcástico y amistoso, algunos miembros de la mesa propusieron hacer las pases con la Argentina respecto a algunos hechos. Para saldar las cuentas pendientes entre su país, Ecuador y el anfitrión, Galo Mora Witt se hizo cargo de una suerte de venganza: “En 1997, ustedes nos mandaron a Domingo Cavallo. En venganza, nosotros les enviamos a Jaime Durán Barba”. Para no ser menos, trayendo a cuenta algo similiar entre Argentina y España, Juan Carlos Monedero se sumó a la broma y agregó: “Lo nuestro ha sido mucho peor. Los argentinos nacionalizaron YPF y nosotros les mandamos de gira a Julio Iglesias”

La mañana había comenzado con la mesa: “Pensar la Argentina desde las regiones: Nación, federalismo e interior. Las provincias y las ciudades. Historia, identidades y modelos de desarrollo” que a pesar de su título tuvo un carácter mucho más latinoamericano.

Como afirmó en una entrevista exclusiva con NodalCultura el uruguayo Luis Vignolo que participó del panel, “No tenemos la más elementales representaciones de las regiones trans fronterizas, binacionales y trinacionales preexistentes a la balcanización y existentes aún hoy. Desde este particular punto de vista, el descubrimiento de América todavía no comenzó”.

En el mismo sentido el moderador del encuentro había afirmado: “Las regiones son preexistentes a las naciones”.

Cerrando esa primer mesa, el decano de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Córdoba (Argentina), dueño de un rigor intelectual y un sentido muy ácido del humor, había recorrido parte de la vida intelectual de la región centro de su país revisando las historias de quienes permitieron pensar desde “lo escandaloso” artístico, intelectual y político, las formas de la emancipación en la historia. De lo particular a lo general.

Ya entrada la noche y luego de un agudo diálogo personal y político entre Ricardo Forster (Argentina) y Juan Carlos Monedero (España), tuvo lugar la mesa “De la Revolución de Mayo al Congreso de los Pueblos Libres y la Declaración de la Independencia. Del Centenario oligárquico al Bicentenario nacional y popular”, de la que participaron dirigentes sindicales, militantes e intelectuales argentinos.

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