Entrevista exclusiva con los directivos de INCAATV, televisora pública de Argentina

1.308
Por NodalCultura
INCAATV es una señal de televisión pública de Argentina, creada como canal de difusión del cine argentino, tanto para las producciones nuevas realizadas con subsidios o aportes del INCAA (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales) como el cine clásico de este país en los más de cien años de cinematografía nacional.

Próximo a cumplir  5 años, INCAATV fue creado en el marco de la Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual e inició sus transmisiones el 1 de enero de 2011, tras haber sido inaugurado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner el 26 de diciembre de 2010. Junto con Paka Paka, el canal público infantil y canal Encuentro, pantalla eminentemente cultural desarrollada por el Ministerio de Cultura de la Nación, INCAATV es ya un canal insoslayable en las grillas de los operadores de cable o en el sistema de Televisión Digital Abierta. Sin dudas una de las referencias del sistema de medios públicos de Argentina.

INCAA TV es el único canal público de la República Argentina cuya programación está dedicada íntegramente a la emisión de cine, las 24 horas del día, los 365 días del año. La misión principal del Canal es poner a disposición del televidente el acervo cultural del cine nacional, en diálogo con las cinematografías de la región y los cines periféricos, sin olvidar la mejor tradición de la historia del cine internacional.

En el contexto de la cercanía del quinto aniversario de su lanzamiento y del dilema por el combate a los oligopolios mediáticos nacionales y extranjeros que dominan el espectro audiovisual en América Latina, NodalCultura entrevistó a Vanessa Ragone, directora ejecutiva de la señal y a Nicolás Prividera, programador de la misma.

¿Cómo  piensan INCAATV en el contexto de las televisiones públicas en Argentina y en general?

Vanessa Ragone: Básicamente como una pantalla con un contenido diferenciado de las demás porque sus programaciones son exclusivamente de cine y series cinematográficas, o de series de televisión dirigidas por cineastas, con lo cual viene a cubrir un lugar que no está cubierto en ninguna pantalla de las televisiones públicas ni de las televisiones privadas argentinas. No hay otra pantalla de cine en nuestro país y muchísimo menos una pantalla que su programación de cine fundamentalmente sea de origen nacional. Nace, como sabes, por un pedido expreso de la presidenta de la nación, que quería dentro del contexto de las televisiones públicas tener una dedicada a que los contenidos del Instituto de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA)  produce o financia en parte de su producción. La intención original es que estas producciones tengan una difusión más allá de la difusión de sala como un paso más en la escala de fomento del cine nacional. Con esto también se convierte en generadora de audiencia, porque INCAATV progresivamente fue accediendo a todos los cable operadores del país y a través de la TDA (Televisión digital terrestre) llega a toda la Argentina, de este modo genera espectadores de un cine que no llega a muchas partes del país.

Nicolás Prividera: Me parece además importante destacar algo. Hoy parecería una locura que no existiera un canal como INCAATV, damos casi por naturalizada su existencia, por suerte. Nadie pensaría que este canal podría desaparece y a la vez hasta hace unos años no existía. Quiero decir, había un instituto que producía películas -falta todavía una cinemateca que las conserve- y desde ya una pantalla que exhiba no solamente el material de estreno que se puede ver en los cines INCAA si no toda la historia del cine argentino, es también un modo básico de crear espectadores para el cine argentino en una especie de círculo virtuoso. Estos mismos espectadores son los que después irán a la sala. Finalmente es una formación cultural también, es un canal cultural y en ese sentido me parece importantísimo. Si uno piensa que hace no tantos años existía un latiguillo extendido que decía «no veo cine argentino», hoy no tanta gante sigue sosteniéndolo, no solo por el nivel de calidad del cine argentino y si porque no la posibilidad de tener un contacto con ese cine que antes era prácticamente era escasa y porque otros canales que han transmitido películas pasaban solo determinado tipo de películas con perfil no tan cuidado y no tan amplio como un canal como INCAATV, que presenta la diversidad del cine nacional. En ese sentido tener un canal de 24hs donde la verdad el público pueda ver su propio cine y además gran parte del cine latinoamericano que no llega muy poco a las salas, suple esta carencia de las salas y de otras televisoras, generando un encuentro muy positivo con el público de todo el país.

Nicolás afirma que es difícil hoy en Argentina que no exista una pantalla como INCAATV. En el resto de América Latina una idea como esta parece muy lejana. Por ejemplo en Chile acaba de anunciar la presidenta Bachelet que van a producir un canal cultural y las discusiones en cuanto al formato se acercan más al modelo BBC, lo que recuerda discusiones que en Argentina se daban en los 80′ con el retorno de la democracia. En este marco ¿Cuánto tienen que ver,  por un lado las decisiones políticas que por llevaron a que en este país a tener una ley de comunicación audiovisual como la que tiene y las que los llevaron a tener un política cinematográfica como la que tienen en INCAA hoy?

VR: Están completamente integradas esas dos decisiones, y evidentemente sí, estamos a años luz incluso de Brasil que tiene una televisión pública de mucho tiempo atrás. Aquí los nuevos canales públicos que se han generado con una velocidad que era inimaginable: Encuentro, Paka Paka, TecTv, INCAATV, etc. La misma televisión pública era hasta hace poco tiempo ese canal ATC que era un horror, un canal por el que no podías pasar y hoy un canal que ahora te paras con tu control remoto y te quedas fascinado. Para mi es parte de una misma visión política y una misma decisión política de sostenimiento de la cultura como yo, con 48 años de vida, no vi nunca. Estoy feliz y orgullosa de todos los pasos que se dan en todos los aspectos, para mí es un honor en este momento de la historia argentina a cargo de este pequeño canal, de esta responsabilidad pública. No hay ninguna duda de que hay una coherencia absoluta entre esas visiones. Nuestra ley de cine es una ley de cine de muchos años y es muy pionera en la producción de cine latinoamericana y yo creo que estos últimos años han sido como de sacarle el jugo a la ley, en el sentido de poder producir más, poder producir todo tipo de películas, tener una gran apertura en la producción, tener grandes éxitos públicos y a la vez también materiales fundamentales que hay que tener y que no están vinculados directamente con lo público pero si con la necesidad cultural de conservación, de memoria, de contar historias. Creo que toda la experiencia de estos últimos años, desde el INCAA y la creación del canal específicamente son parte de una idea muy concreta, muy clara, digamos, una flecha en una dirección muy precisa.

NP: Me parece que está claro que toda la tv pública, en general, y un canal como este en particular, no se sostiene sin una decisión política y de algún modo es interesante de que ya con poco tiempo que lleva un canal en aire esté naturalizado. Eso te permite pensar la programación como una continuidad, es decir que la misma identidad del canal deje una marca con lo cual no se pueda transformar mañana en otra cosa de la que es, un lugar amplio democrático donde están todas las facetas del cine argentino, que es por suerte también rico en ese sentido en cuanto a que es muy variado, hay un poco de todo y para todos. Me parece que el canal en ese sentido tiene que cuidar de tener esa amplitud también.

Señalaban que en general a la hora de que otras televisiones argentinas programen cine nacional priman miradas más costumbristas o si se quiere asociadas a la práctica de «pasar películas viejas porque las tengo en archivo» ¿Qué manera de mirar el cine argentino anterior propone INCAAtv? ¿por qué hay una diferencia entre pasar películas viejas porque las tengo en archivo y una decisión de programar películas viejas, clásicas, desde otro lugar?

NP: Yo creo que un canal como este está muy cercano a lo que en un punto sería como la pantalla de una cinemateca. Quiero decir una cinemateca en cierto modo tiene la obligación de conservar todo y de exhibir todo, por supuesto dando un cierto orden, esta sería la clave. Es ahí donde en todo caso se podría hacer una diferencia, el modo en el que se organiza esto. Por supuesto no hay un espectador que este las 24hs viendo el canal y percibiendo eso como un todo. Entonces también es ver como aún el que entre azarosamente pueda encontrar una cierta línea. Me parece que el punto es justamente como las películas dialogan internamente, como hacer dialogar esas películas mes a mes y en general. La idea es cómo tratar de pensar una cierta coherencia interna dentro de esa enorme base de películas disponibles, ya sea los viejos clásicos hasta las películas que se han estrenado hace pocos meses, como el caso de algunos documentales. La cuestión es tratar de encontrar una línea.

Actualmente comenzaron a programar en el horario central series de televisión ¿Cómo es esa experiencia de cruzar esta televisión hecha por cineastas con películas?

VR: Es mi gran apuesta personal en el canal. Yo quería romper con esta dicotomía extraña entre cine y tele, me parece que es una discusión vieja en el mundo, que no tiene sentido y que por otro lado, en el INCAA hemos producido cantidad de material para las televisiones públicas, yo soy productora e hice cuatro series para la televisión pública mientras no estaba aquí y están ahí en el BACUA, donde hay cantidad de cantidad de contenidos extraordinarios. En realidad se trató de un proceso que mientras se constituía el sistema de concursos y financiamiento se desarrolló una gran producción. Algunos contenidos salieron por la televisión pública y otros por canales del interior, pero no se había terminado de armar un espacio específico para esas series, entonces a mi me parecía interesante proponer en el canal televisión por cineastas. La condición que tienen las series que emitimos es que son dirigidas por directores de cine, entonces tienen un perfil distinto al que suelen tener todas estas series producidas en todos estos años con esta ley de medios. Por un lado me parece un lugar extraordinario para pasar este tipo de contenidos pero por otro me parece desafiar mi propio establishment de «el cine y la televisión no se pueden mezclar». Todos nosotros, los mismos productores que hacemos cine, también producimos las series de tele y también son un lugar de aprendizaje extraordinario. Hablando con Diego Lerman, de quien vamos a exhibir “La Casa” en octubre, que es una serie a la que le fue bárbaro, me contaba sobre la experiencia que él tuvo como director. El llegó y dijo «vamos a rodar con una sola cámara» le dijeron que no, que era una serie y no se podía y él filmó con una sola cámara, aprendió a filmar mucho más rápido porque si no no se llegaba, es decir, encontró la unión entre dos lenguajes o lo que creíamos que eran dos lenguajes. A mi me parecía que era genial poner eso en el canal y que era un contenido que estaba a disposición sin que nadie lo tomara y le diera un espacio que lo revalorizara, así que, yo entré con esa idea y desde la programación es el cambio más grande que hicimos. Antes pasábamos series como James Bond, podíamos pasar algunas series, de hecho habíamos pasado Vientos de Agua, pero dentro de las muchísimas series que se produjeron en estos años hay buenísimas. Todos los directores actuales han hecho al menos una o dos series de los contenidos digitales, entonces por qué no pasarlas si tenemos un canal de cine.

¿Cómo ven las nuevas plataformas como parte de el agregado a las formas de circulación de la imagen?

NP: Supongo que en el futuro va a ser algo también natural e inevitable, no sé si en un futuro cercano o lejano.

VR: Yo lo veo como experiencias de usuario., Yo cuando ceno veo en mi tablet de once pulgadas una serie que están hechas indudablemente para que las puedas ver ahí porque son con planos cortos, no hay vueltas, si uno ve las producciones que están específicamente hechas por los generadores de contenidos para video on demand o para plataformas digitales, es gracioso ver que nunca hay un plano general. O un plano general es de cuatro personas digamos eso es lo más grande, están claramente pensadas para que las puedas ver en ese tamaño y las puedas disfrutar. Pero a la vez es una experiencia muy distinta sentarte a ver la tele con tu familia y a la vez una experiencia completamente distinta ir al cine como salir, como programa. Realmente yo creo que es una red y que son propuestas totalmente diferentes, yo veo muchas series de Netflix y me doy cuenta de que para verlo con otro tendría que hacer toda una conexión… Digamos que es una experiencia personal e íntima por decirlo de algún modo. La tele sigue generando un espacio en la casa, un espacio de concentración de gente.

NP: Además ahora son cada vez más grandes las teles, se van acercando. Las pantallas se han achicado, incluso las de los cines, vamos a decirlo, tampoco son las viejas pantallas, como en algunos cines las viejas grandes pantallas, con lo cual esa idealización también la realidad la ha puesto en cuestión. A la vez cada vez los televisores son más grandes.

VR: Yo creo que lo siento como experiencias distintas, uno es una experiencia hogareña, es una experiencia más personal. Imaginemos que una persona está esperando durante veinte minutos para una reunión y dispone de wifi, entonces aprovecha para mirar un capítulo de una serie que estaba viendo. La experiencia cinematográfica es una experiencia del orden social, de otra naturaleza.

NP: Cambia la recepción de estar en una sala y también cambia lo que estás viendo, no es lo mismo mirar Lawrence de Arabia en una sala que verla en …

VR: No pasa por Lawrence de Arabia, lo que es curioso es que las plataformas digitales no compran Lawrence de Arabia, no son tontos, esa queda para otro tipo de experiencia. A mí me resulta muy interesante y en todos los casos tengo disfrutes diferentes, por ahí no te estoy dando una respuesta muy formal, pero es una respuesta de usuario.

¿Cómo es estar en una grilla en los cable operadores en el medio de canales de las grandes corporaciones multinacionales que sistemáticamente, no sólo producen sus propios contenidos en si no que se instalan de un modo casi monolítico en el imaginario, en las pantallas de tv como en las grandes pantallas de cine? ¿Cómo es estar ahí en el medio metido?

VR: Es curioso, porque estamos al principio de la grilla, lo cual es muy bueno. El ordenamiento de las grillas ha hecho que INCAAtv esté al principio de la serie de canales de cine. Es una curiosidad porque está inscripto la familia de la tv pública pero a la vez es un canal específicamente de cine y está en la grilla de cine. Decía, estamos al principio de los canales de cine,  lo que es interesantísimo porque querés ver películas y empezás por INCAAtv. También es un desafío ¿no? porque tenemos que lograr que la gente se quede en el canal. Revisando información obtenida por el nuevo sistema de medición de audiencia (SIFEMA) entre las multinacionales que son emisores de sus propias producciones e INCAATV no hay gran diferencia y eso es interesante, Nos indica que el canal se está instalando. No hay 500.000 espectadores de diferencia entre INCAAtv y Fox, por ejemplo. Digamos que un día espectacular de Fox, que suele ser el que está primero, obtiene dos puntos de rating mientras INCAAtv llega a 0.70  y hasta un punto.

NP: Sin publicidad además, esto es un punto de diferencia.

VR: INCAATV Siendo gratuito, no tiene ni un solo segundo de publicidad y se sostiene con su propia programación, su promoción de películas y alguna producción propia que básicamente es cultural, donde hay estrenos de cine, detrás de cámara… Y ahí estamos, es decir, para un canal que tiene cuatro años de vida, una programación muy específica, no marketinera y que además no gasta un centavo en publicidad, es interesante el lugar que ha ido ganando y es un lugar que se ha ganado a fuerza de programación, a fuerza de instalación de los canales, en los cables y a fuerza de comunicación de prensa, en redes sociales. Para mi es súper atractiva la situación del canal. También lo que hemos hecho en estos últimos meses fue un cambio de branding con la idea de ponernos más al día, de seguir un poco los caminos de la imagen de la pantalla emparentada con la imagen de todas las demás televisiones públicas de la Argentina, pero con un poco de swing cinematográfico. El desafío de cambiar un poco la imagen de la pantalla tenía que ver con «Bueno, estamos ahí al comienzo de todos estos canales de cine internacionales, porque el único no internacional es INCAAtv ¿Cómo hacemos para mantener nuestra identidad de canal público pero a la vez atrapar al espectador que está cerca de otro tipo de canales y que sepa que se puede quedar acá y que va a encontrar seguramente un tipo de cosas que no tiene posibilidad de ver en otro canal?” Me doy cuenta de que además de que la producción de cine nacional tiene sus seguidores, la producción de cine latinoamericano es muy vista. Como decía Nicolás, no tenemos casi acceso en salas de cine latinoamericano, pero tampoco a través de los sistemas de video on demand, entonces el público se queda sin poder ver una cantidad de cosas que en el canal están. Películas latinoamericanas tenemos algunas muy recientes, de muy nueva producción. Y también tienen muy buena recepción los clásicos. Días atrás programamos “Paris Texas” en la trasnoche de un viernes y fue una locura. Es una película que es inaccesible, excepto que la bajes de alguna manera extraña e ilegal, y además no la podes ver en ninguna parte. Esto nos pasa mucho con cierta programación de cine internacional que va viernes, sábados y domingos en la trasnoche. La gente escribe para agradecer y curiosamente en los extremos nos pasa eso y también nos pasa de clásicos de la época de oro del cine argentino que la gente agradece porque, primero, están remasterizados y en una calidad que no la no está en otro canal que pase cine argentino antiguo, y luego están ordenados con un criterio, con una idea, una curaduría, no están puestos como una cosa detrás de la otra. Entonces, se ven bien y mucha gente se encuentra con un cine que lo lleva a los recuerdos, a su propia historia. Las madres de todas mis amistades me agradecen por lo clásico del cine nacional que estaba también un poco perdido. En ese sentido el canal tiene una personalidad interesante y yo creo que se posiciona en ese lugar de la grilla con mucha capacidad por disputar el público con cualquiera de los “monstruos” multinacionales.

En relación con esto del cine latinoamericano ¿Qué posibilidades efectivas, reales hay de programar cine latinoamericano con continuidad de tiempo? ¿Con cuánta consistencia se puede elegir lo que compran? Imagino que no hay tanta disponibilidad para adquirir, para llegar a tantos canales de distribución.

NP: El canal tiene un cupo de cine cine iberoamericano fijo. Hay películas que vienen por Ibermedia, tenemos adquisiciones, un poco de todo. Siendo como somos un canal de 24hs de cine argentino básicamente, para nosotros el cine iberoamericano es inabarcable. Tanto como en otro sentido lo que se conoce como “cines del mundo”, si se quiere mucho más inabarcable pero a la vez mucho más acotado, porque en general son sólo los clásicos, mientras que en el caso del cine iberoamericano tratamos de presentar un panorama, lo que es difícil porque un universo muy amplio. La idea en todo caso es mostrar esa amplitud sin querer ser exhaustivo. Es imposible. Pero sí tratar de poner películas de distinto origen, por ejemplo películas de Costa Rica o de países que usualmente no vemos nunca y que tal vez tampoco tienen las cinematografías extensas o de producción más grande como son México o Brasil. Entonces en ese caso también me parece que las películas cumplen una doble función, no solo ver cine si no tener una especie de acercamiento a cultura que es como un viaje en algún punto, son lugares a los que accedemos a través del cine, como en todos los casos seguramente, pero en el cine latinoamericano se nota mucho más ¿no? Porque están cerca y son a la vez a veces muy desconocidos para cualquiera que no haya estado ahí. Es el propio idioma en cierto modo con otro tono, una realidad que a la vez se parece pero es diferente y es como encontrarse con una especie de familiar lejano o cercano, pero desconocido.

Si bien no está vinculado directamente a la cuestión del canal ni a la programación siempre es interesante pensar que estamos viviendo un proceso de integración en América Latina importante, sorprendente, nuevo, muy complejo, en cuanto a las artes, en cuanto al cine en este caso, participa o no de ese..

NP: Ojalá eso se pudiera ver reflejado en una especie de Telesur del cine, un canal que sería de todo Latinoamérica organizado de algún modo proporcional y en el que se vea una suerte de programación conjunta de todos los países de Latinoamérica y que se vea en todo Latinoamérica. Un gran canal regional de cine

VR: No está desencaminado, digamos, con un poco de tiempo yo creo que es algo posible y de hecho ya tenemos las experiencias de producciones integradas en Latinoamérica como el DOC TV que son proyectos de documental financiados para toda Latinoamérica y para que se pase en todas las televisiones públicas…

NP: Es más discrecional. Nosotros tenemos un canal por el cual podemos exhibir todas las películas que vienen por ese sistema y no en todos los países tienen justamente canales en dónde eso sea posible.

Ahora está abierta la convocatoria de DOC TV que la tiene Colombia. Y la convocatoria de DOC TV es para pasarla en televisiones públicas.

VR: Exactamente, son diecisiete países de Latinoamérica y veintiún televisiones públicas. A propósito, Colombia tiene también una experiencia interesante en la televisión pública. De otro tipo de material. Tienen un canal más parecido a Encuentro, más básicamente cultural y con bastante producción propia, diferente del nuestro. Tampoco tiene un montón de televisiones públicas, tiene una llamada señal Colombia, que es la televisión pública más grande de Colombia.

¿Se puede soñar con INCAAtv llegando a otros países como una señal en los sistemas de televisión en otros países de UNASUR o MERCOSUR?

VR: El tema más complejo es el de los derechos, porque hasta el momento el canal solo tiene derechos para emitir en Argentina. Ese es un tema complicado. Quizás para las salas es más sencillo. Como son acuerdos muy puntuales, si se estrena una película en toda la red de salas MERCOSUR que está desarrollándose y se paga un fee por todas esas salas  a una película que estará una semana o dos semanas en cartelera, se puede resolver. En la pantalla de televisión los derechos son por años. Digamos tres o cuatro años para pasadas ilimitadas y ese es un costo que si lo tuvieran que pagar a costos del mercado son números insondables. Nosotros tenemos una tarifa que pagamos, que son tarifas culturales, es un precio que no es el precio de mercado comercial, es un precio de mercado cultural. El que quiere participar de la pantalla tiene que vender a ese precio. Luego, los derechos internacionales de televisión, en general, para la mayor parte de las películas están vendidos como bloque. El productor separa su territorio y vende todo América Latina ponele a HBO, a Universal o a alguna cadena global, con lo cual suponer que INCAATV puede salir del territorio argentino implica un trabajo sobre los derechos bastante importante que era inviable cuando INCAAtv empezó. De hecho los productores de cine argentino dijimos «no ¿cómo vamos a vender por esa plata nuestros derechos?» la verdad hubo una gran discusión en su momento porque el canal estaba pidiendo un espacio y un lugar súper razonable pero, bueno, se lo tenía que ganar. Cuatro o cinco años más tarde la situación es distinta, el canal ya es visto de otra manera y a lo mejor es un idea a futuro pensar que uno pudiera emitir fuera de la Argentina. Hay que trabajar mucho y es para películas producidas a partir de cierto momento, porque todas las películas producidas de acá para atrás, casi todas excepto documentales digitales, toda película que se estrena y tiene circulación fuera de la Argentina tiene por más o menos sus derechos vendidos a otras cadenas. Tal vez hay que esperar mucho tiempo para tenerlos liberados. No se pudo plantear con esa idea el canal originalmente y pasar a esa siguiente etapa es un paso intenso, sería excelente, pero es muy difícil. En ese sentido te digo que hablando del cine latinoamericano es difícil encontrar películas para  nuestro canal y solo para Argentina. Por ejemplo, ahora conseguimos los derechos de “La Nana” y fue una negociación infernal porque los derechos los tiene un distribuidor europeo para el mundo entero, y ese mundo entero incluye la Argentina.

NR: Además al productor no le interesa Latinoamérica en lo más mínimo.

VR: No le interesa y vende esos derechos a un distribuidor mundial por dos pesos. Digamos separa los derechos del territorio de producción de la película y todo lo demás es un bloque de derechos. De este modo la discusión con ese distribuidor alemán es tratar de explicarle:  «No le puedo pagar el porcentaje que le corresponde a la Argentina, según su idea fantasiosa de cuanto cuesta, porque esto es un canal del estado que tiene un presupuesto acotado». Así la compra de derechos de películas latinoamericanas es un trabajo de infierno que hacen los programadores y responsables de adquisición y que en INCAATV hago yo misma también. Se trata de desglosar punto por punto y cuántas pasadas y tenemos que pedir autorizaciones, entonces seria genial pensarlo a nivel latinoamericano, maravilloso, pero es un plan de aspiración importante.

Esto significa que tenemos un problema serio para la circulación del cine latinoamericano en Latinoamérica.

VR: Es absurdo, pero finalmente el mundo va cambiando y se van a recuperar ciertas cosas que estaban perdidas. Hay distribuidores internacionales importantísimos europeos, sobre todo alemanes que son una especie de bolseros de películas latinoamericanas la mayoría entonces van a los festivales internacionales y toda película latinoamericana que encuentran allí la compran y punto. La compran para los mercados europeos sobre todo, América Latina no les interesa nada. Ahora justo estábamos viendo el caso de unas películas chilenas históricas digamos que estamos haciendo un trabajo de recuperación hablando directamente ya con los directores o productores porque muchas veces los directores tampoco tienen los derechos de producción de sus películas. Diría que felizmente, es calificación irónica, se fundió uno de estos distribuidores gigantescos europeos y quedaron todas las películas libres. Entonces quienes pudieron recuperaron sus derechos y ahora volvemos a poder negociar con algunos en términos normales, con gente con la que te entendés. Porque si no tenés que ir a hablar con un alemán que te dice que los derechos si los querés para Argentina los tenés que comprar para toda América Latina,  aun cuando yo emito solo en Argentina, las discusiones son alucinantes. El problema de que no circule nuestro cine tiene mucho que ver con eso, con que muchas veces para poder producir una película tenés que pre-vender tus derechos de producción porque necesitas que ingrese dinero y después quedan en manos de gente que no ve más allá de la idea de un mercado mundial unificado.

Pensá lo siguiente. En sala nadie estrena salvo que sean tanques.  Películas argentinas en salas extranjeras se estrenan las de Darín, alguna que haya dirigido Campanella o Burman. Hay tres o cuatro directores y dos actores que se consideran. De otro modo un estreno en sala es imposible. Y después las ventas son en paquete a canales generales, HBO latino, MGM, y nosotros tendríamos que ponernos en el medio de toda esa negociación y proponer que por unos pocos pesos nos cedan la película por un par de años para INCAATV.

O sea que las condiciones económicas y legales que vienen tradicionales marcadas por los mercados centrales sigue condicionando la posibilidad de circulación de los contenidos latinoamericanos en la propia región.

VR: Sí, por eso me parece que muchos paises hacen un esfuerzo tan grande. El ejemplo de DCO TV es ese, los países de América Latina reunidos desde sus autoridades cinematográficas producen y son los dueños de los derechos, entonces pueden hacerlo circular por toda América Latina. Si no sos el  dueño completo de los derechos es complicado, por eso DOC TV es un camino. Parece que primero tenes que producir los contenidos para luego hacerlo circular, porque los contenidos ya producidos tienen estos cruces complejos.

NP: Es un tema cultural también, también hay películas que necesitan el aval de un festival internacional para que alguien se interese, de ahí también puede llegar la posibilidad de un estreno o de interés en otro país latinoamericano simplemente porque en Venecia o en Cannes dijeron que esa película latinoamericana era buena. Por ahí con suerte llega una película chilena acá porque paso previamente por algún festival. Además, pensando en toda América Latina Darín, que vende globalmente, tenemos en Argentina pero no hay un Darín chileno, un Darín Colombiano…

VR: Es que probablemente los haya, solo que no los conocemos.

NP: Si pero digo en ese nivel que sea una figura como él en cuanto a su presencia en el cine internacional

VR: Esto es a lo que hemos llegado. Tomemos el caso de México, tiene una producción gigantesca. Decime la última película Mexicana que te acuerdes que hayas visto. A mí me viene Amores Perros por decirte una.

Cinco días con Nora creo que es la última que me acuerdo y la vi hace cuántos años.

VR: Cinco años por lo menos.

Además las vemos en festivales, no en salas comerciales

VR: Salas cero, obviamente. Entonces, claro, no se te aparece el Darín mexicano porque no ves películas mexicanas ¿Qué sabes? No tenés idea, lo mismo pasa con los brasileros otra producción mega.

Pero los mexicanos tienen a Diego Luna y a Gael García Bernal. Él es el Darín mexicano. Es la megaestrella del cine mexicano que permite que las películas se vendan.

VR: Claro pero se venden las de él y si no hay alguien como él en el casting, no hay un distribuidor argentino que compre una película mexicana.

N: Incluso tampoco garantiza nada. “El ardor” es una película que se filmó con Gael, seguramente con esa perspectiva, y tampoco funcionó en relación con el público.

 

También podría gustarte