El fenómeno del hip hop

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La celebración que se produce cada 12 de agosto con motivo del día nacional de la juventud me hizo reflexionar alrededor de una serie de interrogantes entre las cuales destacaban dos ¿Cuál iba a ser la portada del Suplemento Cultural? y tratar de explicar el por qué la escena hip hop ha crecido de manera considerable en los últimos tiempos.

 

El hip hop se ha desarrollado tanto que incluso me atrevería a decir que hoy en día es uno de los movimientos más poderosos y que más influyen en la cultura popular guatemalteca. Basta darse una vuelta por el Centro Histórico, caminar una tarde cualquiera por la Sexta Avenida y sorprenderse por la cantidad de gorras planas y vestuarios holgados que desfilan por allí. Los bailarines de break dance se han convertido en parte del paisaje urbano y su presencia en la esquina de la 11 calle de la mencionada avenida es ya una constante. El impacto de este género que salió de la marginalidad del Bronx y Harlem en Nueva York tiene en la juventud guatemalteca es evidente. Los conciertos tan frecuentes que se suceden uno tras otro son un reflejo de una escena musical bastante saludable que incluso se encuentra en procesos de expansión.

El último domingo en el marco de la celebración del Día Internacional de la Juventud ¿adivinen quiénes tenían su propio escenario? Sí, el hip hop, los otros géneros (Ska, rock, punk, etc.) tuvieron un escenario independiente el sábado que los aglutinaba en un escasamente concurrido Parque Enrique Gómez Carrillo. Sin embargo es obvio que los organizadores de dicho festival le estaban apuntando con más fuerza a otro segmento de la población joven ¿Con qué le estaban apuntando? Con hip hop. Pero no puedo argumentar mis ideas hiphoperas expansionistas sin antes hacer referencia a cifras concretas o bien sin hacer la consulta respectiva a analistas especializados que puedan profundizar en el tema.

En esta ocasión decidí preguntarle a una socióloga egresada de la Universidad de San Carlos quien casualmente es cantante de rap. Rebeca Vargas ha trabajado algunos ensayos relacionados con este fenómeno y muy presta y dispuesta comenta al respecto, “El crecimiento de la escena hip hop tiene que ver mucho con el momento de la posguerra. Es a partir de la segunda mitad de los años dos mil que el movimiento hip hop como tal empieza a agarrar más cuerpo. Antes de eso, existía en los barrios y comunidades pero no se constituía en un movimiento como tal uniendo todos sus elementos (grafiti, b-boying, rap y el turntablism, el trabajo de los disc jockeys)

¿Cómo se explica el fenómeno hip hop en el contexto guatemalteco?

Rebeca Vargas. Creo que el surgimiento del hip hop en Guatemala tiene que ver con esa ausencia de espacios que se perdieron a partir de la guerra. Las formas en que los jóvenes se expresaban durante la guerra tenían vinculaciones con categorías políticas, con ser obreros o ser campesinos o estudiantes. En aquel entonces los movimientos artísticos eran bastante políticos y esto tiene mucho que ver con una necesidad de expresarse, de decir las cosas a través del ritmo del rap, hay una necesidad de mover el cuerpo a través del baile, una necesidad de expresarse visualmente a través del grafiti, el hecho de reafirmar la existencia, este es mi nombre yo existo, aquí estoy y estas son mis calles.

¿Qué hace que la cultura hip hop se propague de manera tan prolífica?

R. V. El Hip Hop es una cultura que nació en las calles, específicamente en los barrios y la forma de practicarlo es fácil y resulta muy accesible a cualquiera. Para bailar necesitás tu cuerpo y a lo mucho unos cartones para poder practicar. Para cantar necesitás tu voz y un ritmo que alguien te puede hacer a través de un beatbox, muchas de las instrumentales que se usan son gratis, la música se recicla, es bastante accesible aún si no tenés recursos económicos para hacerlo. Y creo que eso tiene también mucho que ver con el por qué se ha hecho tan grande este movimiento. Por ejemplo, para tener una banda de rock necesitás instrumentos, un lugar donde ensayar, muchísimas cosas. En cambio para hacer rap ahora bajás una instrumental de internet y hasta podés grabar con el micrófono de tu computadora y subirlo a la red.

Rebeca Vargas recientemente fue incluida en una nota periodística publicada en el diario inglés The Guardian, titulada How Latin American women are changing hip-hop(Cómo las mujeres de América Latina están cambiando el hip- hop) en donde hacen referencia a su trabajo como artista de la escena hip hop en América Latina, allí Vargas se hace llamar Rebeca Lane y utiliza el rap como una herramienta para combatir la misoginia que tiende a ser muy común entre los cantantes masculinos de este género, Rebeca Lane es la precursora de una batalla feminista en Guatemala que empieza a tomar vuelo y causar revuelo.

Para ir dándole un sustento más sólido a este texto decidí consultar a un experto en estadística quien pudiera ofrecernos algunas cifras duras u orientaciones sobre cómo medir el hip hop en Guatemala. Para ello llamé a Luis Fernando Bonilla, director de la sección de muestreo del Instituto Nacional de Estadística (INE), quien por azares del destino es miembro de Poesía Callejera, una banda de hip hop proveniente de la zona 18 que actualmente es de las más antiguas y reconocidas de la escena junto con Bacteria Soundsystem Crew, Rapping Crew y el colectivo Última Dosis.

Definitivamente el movimiento del hip hop ha crecido de manera considerable en los últimos años… ¿Cómo podemos verlo en cifras?

Luis Bonilla. Realmente no existen cifras que ayuden a dimensionar el total de personas que forman parte de la cultura hip hop o bien que estén siendo influenciadas por este género porque aún no se han hecho estudios que prioricen el tema. Podemos establecer cifras a partir de las páginas de Facebook de los artistas más importantes de la escena hip hop y el número de sus seguidores, esa es una fuente de datos importante. Sin embargo en Guatemala nadie se ha metido a analizar ese tema.

“Nosotros con Poesía callejera vamos a hacer un concierto dentro de poco en donde vamos a registrar a los que lleguen a través de una boleta en donde se coloque el nombre, la dirección, la edad. A partir de allí ya podemos hacer una caracterización estadística.” Concluye Bonilla, quien sobre los escenarios se hace llamar Psycho.

Según datos proporcionados por la ONU la población joven en Guatemala aumentará de 4 a 6.8 millones para 2050. En el país los jóvenes constituyen el 39% del padrón electoral y por eso quizá no sea raro ver a algún candidato presidencial cantando rap en los próximos días como ya lo hiciera la candidata verde en uno de sus campos pagados.

Para conocer desde una óptica más íntima la fase en que se encuentra el hip hop en Guatemala, luego de que me asaltaran ciertas dudas sobre si se estaba expandiendo por su calidad, como un fenómeno de moda alrededor del mundo o como una fusión de las anteriores posibilidades decidí consultar a uno de los productores y pincha discos más consistentes y representativos del movimiento nacional. Gerardo Galicia mejor conocido como Dj Fla-K.O. responde al respecto

¿Creés que el hip hop está en una fase de expansión o estancamiento?

Depende. Tiene que ver desde la postura en que se juzgue al movimiento Por una parte hay una expansión del hip hop a esferas más mainstream podríamos decirlo con el trabajo del Colectivo Última Dosis que ha ido acercándose y alejándose de la base sociocultural y económica que siempre ha sido el principal soporte del hip hop hacía un público más de clase media y alta que lo absorbe y asimila como una moda.

Eso en términos de mercadeo resulta interesante ya que muestra una mayor aceptación de esta cultura a otras esferas que normalmente la han despreciado y ninguneado. Además de la aceptación en otros ámbitos musicales fuera del hip hop. Pero al final eso solo muestra una parte del hip hop como expresión cultural en Guatemala que aunque no es la única por la cuestión mediática la gente piensa que solo ellos están activos y tienen calidad. Si lo vemos bajo esa lupa podríamos decir que el hip hop en Guatemala se está expandiendo.

¿Y cuál sería la antítesis de esa perspectiva expansionista?

Esa misma atención que los medios de comunicación y la gente le tienen a un solo colectivo invisibiliza el trabajo de los otros artistas, que son muchos y siguen trabajando.

¿No sería oportuno reproducir los modelos que han resultado exitosos en ese colectivo con quienes no han corrido la misma?

Sí y no. A nivel de estrategia posiblemente pueda funcionar ya que aquellos han sido muy organizados en su manera de trabajar; colectivamente deduciendo responsabilidades. Eso es de aplaudirlo. Ahora a nivel de contenido yo no lo comparto porque me resulta muy pop, o sea música complaciente para los oídos dejando a un lado lo combativo y antiguo que ha tenido la cultura hip hop como postura y quehacer artístico.

Al terminar de escribir este híbrido periodístico debo reconocer que aunque pude obtener más conocimiento del movimiento hip hop guatemalteco me quedaron más preguntas que respuestas que seguramente provocarán nuevas aproximaciones, espero a usted le pase lo mismo.

 

La Hora

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