Carreras Guillén: «Los libros de fotografías cada vez tienen más relevancia”

Montaje de las fotografías logradas durante la intervención de Cristina de Middel en la Concha Acústica. Foto: César Morejón.
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Uno de los responsables de las imágenes que se han exhibido este año en el parque Itchimbía, la Plaza de Santo Domingo, los bulevares de las avenidas 24 de Mayo y Naciones Unidas o la Concha acústica de la Villaflora es el curador catalán Claudi Carreras Guillén, quien dirige el proyecto Fluz (Fotografía y luz).

En una época en que “se cree que cualquiera es fotógrafo”, el también editor convoca a cronistas gráficos ecuatorianos con la premisa esperanzadora de que “cada vez es más importante la imagen y que cada vez se generan otros circuitos y otras formas de ver las cosas”.

¿Hay algo que defina a la fotografía latinoamericana, algo que sea común en las imágenes de todas sus regiones?

Eso no está tan marcado por la producción como por lo que la define fuera, en esto último sí que podemos acotar que hay una estética, una sobre la cual, muchas veces, los autores también trabajan. Se trata de una serie de estereotipos, pero no podemos ser reduccionistas y pensar que todo lo que se produce está en esa línea. Si tuviera que hablar de una estética que defina a esta parte del mundo, diría que hay unos temas y unas formas de trabajar que están muy vinculadas a la realidad, a lo social, a lo sincrético —mágico y religioso—, a las comunidades indígenas. Si hay temas que son propiamente latinoamericanos, es en el sentido de que responden a lo que se pide fuera, desde el exterior.

¿Eso es voluntario o dependería más de una exigencia externa?

En estas cosas de los estereotipos tú nunca sabes cómo se originan. No sé si es una estética involuntaria que se haya mostrado desde aquí y es lo que se recibió fuera pero, sin duda, responde a una parte de la realidad y, por otro lado, a una parte de la imaginación y a una idea que no es tan real, que está en el plano de las representaciones. Si a los espectadores les pedimos que cierren los ojos y que piensen en Los Andes, probablemente muchos tengan la misma imagen. Eso es lo que, de alguna forma, tenemos que cuestionar y romper. Yo estoy en contra de los estereotipos o, como mínimo, me gusta reformularlos y repensarlos. Repensar los estereotipos más allá del vínculo con la realidad que puedan contener sin ser reales.

¿Cuál es la idea visual que tienen en Europa de lo latinoamericano?

Una muy marcada por el realismo mágico de Gabriel García Márquez. Ese contraste con la naturaleza, la exuberancia de la selva y de la sensualidad; la religiosidad —cristiana, sincrética o indígena—; la pobreza, las revoluciones u otras manifestaciones son estereotipos que operan sobre la región. Pero, y esto lo digo siempre, Latinoamérica es mucho más que eso.

El proyecto Fluz incluirá un trabajo impreso… ¿cómo se maneja el mundo editorial en la era digital?

En el caso de la fotografía pasa algo muy curioso: está habiendo un boom del fotolibro y de las fotografías que narran. Eso en un momento en que los medios de prensa han dejado de apoyar a la fotografía de una forma clara, donde los fotógrafos están buscando otros canales. La editorial de Estúdio Madalena, en Brasil, precisamente, es uno de los canales que, en este momento, está tomando más fuerza. El papel deja de tener presencia en otros ámbitos, pero el libro de fotografía cada vez tiene más relevancia.

Entonces, ¿aún es sostenible la fotografía en el campo editorial?  

Lo está siendo en Europa, en muchos sitios, pero sigue siendo minoritaria. Si bien estamos en una época en que la disposición tecnológica hace que todo el mundo fotografíe, los circuitos de la fotografía tradicional todavía son limitados; entonces, en este momento, empieza a ser sostenible buscar otras formas de trabajar, diferentes a las establecidas porque ya no es sostenible para los fotógrafos trabajar para prensa. Hay que buscar otros canales y buscar historias que contar de otra forma, con nuevos enfoques.

Existe la creencia de que el periodismo le pone límites estéticos a la fotografía…

Las cosas tienen que ser resultados de procesos de creación y no podemos negar la realidad. Hoy en día los fotógrafos tienen muchas herramientas para poder expresar su trabajo y a mí me importa qué cuenta la imagen y desde dónde lo cuenta. El vínculo con la realidad o la manipulación del fotógrafo me parece secundario en tanto a la narración y la descripción, lo que nos esté contando la imagen, pero, por otro lado, es cierto que en el momento en que el espectador está queriendo ver una información en un periódico, no quiere ver un despliegue artístico. Hay que tener cierto rigor en la forma cómo se cuentan las cosas y preocuparnos porque la información sea lo más veraz posible en el circuito del periodismo. No en el circuito del documentalismo, que es otra cosa.

¿Qué le sugieres a quien tiene que fotografiar una realidad que ya ha sido muy documentada para que genere algo novedoso, creativo?

No fotografiar esa realidad, no de la manera en la que estamos acostumbrados. Hay que empezar, siempre, a dar la vuelta a las cosas. Porque lo que no podemos dejar de pensar es que tenemos 150 años de fotografía y que ya han habido muchas cosas que han sido fotografiadas. No tiene mucho sentido seguir fotografiando las mismas cosas, de la misma forma. Entonces, opción uno: dejas de fotografiar las mismas cosas o, dos: las fotografías de otra manera.

¿Qué distingue a un fotoperiodista de un tipo que llega a publicar en un medio porque, casualmente, estuvo cámara en mano en el lugar y momento precisos?

La mirada. Un fotoperiodista tiene una mirada ensayada, planteada y la imagen que está construyendo es una imagen que está planteada para ser transmitida. El fotógrafo ocasional, pues, está ahí y ya.

La convocatoria para fotógrafos tiene 3 categorías

La exhibición de proyectos sobre la ciudad de Quito está abierta, en Fluz, a artistas visuales, fotógrafos, ilustradores, diseñadores y curadores. Las categorías son: para Proyectos visuales sobre Quito para participar en la exposición en el Centro Cultural metropolitano (del 19 de agosto al 10 de octubre); para artistas visuales, fotógrafos, ilustradores y diseñadores (del 19 de agosto al 30 de noviembre); para curadurías de proyectos visuales para exponer en la ciudad (del 19  de agosto al 30 de noviembre).

A través de la intervención urbana y el arte público, Fluz generará una producción visual que se incorporará a los archivos de la Municipalidad a partir de las intervenciones hechas por los artistas Ricardo Cases, Francisco Mata, Iatá Cannabrava, Nelson Garrido, Marcos López y Cristina de Middel, además de los colectivos nacionales Paradox y Runa photo. Estos ya iniciaron su trabajo en la capital y se unirán al fotógrafo estadounidense Stephen Ferry. En la convocatoria inicial para los talleres se inscribieron más de 120 participantes.

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