El pasillo: un ritmo ecuatoriano por excelencia

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En 1930, Nicasio Safadi y Enrique Ibáñez, integrantes del dúo Ecuador, viajan a los Estados Unidos, enviados por José Domingo Feraud Aroca, conocido empresario guayaquileño. Ellos van al norte con un encargo muy especial de don José Domingo: grabar el primer álbum de música nacional.

Entre los 38 temas que el dúo Ecuador grabó, se incluía ‘Guayaquil de mis amores’, una canción que no solo se convertiría desde ese momento en el himno popular de los guayaquileños, sino que fomentó un sentido de ‘ecuatorianidad’ asociado con este género musical, como señala la etnomusicóloga ecuatoriana Ketty Wong, en su libro La música nacional: identidad, mestizaje y migración en el Ecuador.

El pasillo tuvo su época dorada en las décadas del 60 y 70, gracias a la televisión y al desarrollo de la industria fonográfica ecuatoriana (Ifesa y Fediscos), así como a la renovación en el estilo de cantar pasillos de artistas como el Dúo Benítez-Valencia, las Hermanas Mendoza-Suasti, los Miño-Naranjo, Los Brillantes, Julio Jaramillo, indica Wong.

Es la época en que las radios y los canales de televisión promueven festivales para músicos aficionados y profesionales, así como concursos para encontrar nuevos talentos y repertorios. En ese período, afirma Wong, la música nacional competía con la música internacional por los primeros puestos en la cartelera musical del país.

En los 80 surge el llamado pasillo rocolero, vinculado a los sectores populares, estilo que no es aceptado por los cultores del pasillo tradicional. El género entra en una crisis que los medios recogen en titulares como: ‘No mueras pasillo’, ‘El pasillo sigue vigente en los labios del pueblo ecuatoriano’. Se habla de devolverle al pasillo el sitial de música nacional hegemónica.

Pero, explica Wong, la ‘crisis’ del pasillo no se debe a la falta de textos poéticos y creatividad de los compositores, sino que los cambios de estilo propios del pasillo rocolero reflejan los cambios sociales y económicos que traen la modernización y los migraciones dentro y fuera del país.

En 1993 el Ecuador declara al 1 de octubre como el día del pasillo ecuatoriano. La fecha escogida es un homenaje a uno de sus cultores más prolíficos, el popular JJ, que nació en Guayaquil el primero de octubre de 1935.

Desde la declaratoria estatal, cada año el 1 de octubre en varias ciudades del país se realiza el respectivo homenaje público a este género que fue y sigue siendo un medio de socialización en las reuniones familiares donde la gente acostumbraba cantarlos acompañados de una guitarra y ahora, el moderno karaoke.

En Guayaquil están programadas la Noche de Pasillos (Presley Norton,19:00); El carnaval de la vida de Julio Jaramillo, (Nahím Isaías, 19:00). También en Riobamba habrá un homenaje en la Casa de la Cultura a las 19h00;  en Quito se desarrollará el festival del pasillo en el  Teatro Nacional, a las 18:30; en Portoviejo el homenaje será en el Salón de Artes, a las 20:00).

Publicado en El Telégrafo

 

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