La Secretaría de Cultura en El Salvador colabora con la inserción de jóvenes condenados

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“Papá y mamá se convierten en una sola persona”, así  se titula la historia de un joven interno en el Centro de Inserción Social Senderos de Libertad en Ilobasco, Cabañas, que dirige el Instituto Salvadoreño para el Desarrollo Integral de la Niñez y la Adolescencia (ISNA).

Se trata de la historia de su vida, de cómo siendo niño le pidió a su madre conocer a su progenitor, algo que logró y que lo hizo muy feliz…pero que no se volvió a repetir a pesar del compromiso de su padre, de ahí que papá y mamá se convierten en una sola persona… en la madre.

El autor, identificado como K. Navarro, participó –junto a otros 23 internos- en el programa “Yo Autor”  de la Ong Contextos,   que les incentivó a escribir sus historias las cuales fueron publicadas. La experiencia,  produjo cambios significativos en los jóvenes.

“Después de escribir el libro se ha visto que su autoestima subió, tienen más confianza en ellos mismos, subieron  en las notas. Para los muchachos ha sido un gran éxito poder entregar un libro a su familia que quizás ni creen en ellos”, expresó el sicólogo del ISNA, Walter Torres.

“El día que me gradué del curso mi mamá lloró, pero no de infeliz, sino de feliz, se sintió súper, súper emocionadísima, quizás ha sido el día más feliz de toda mi vida”, manifestó  W. quien tiene 17 años de edad y  dos años de estar interno.

El ISNA ha creado en este Centro de Inserción condiciones especiales para que los menores -condenados por el sistema judicial- tengan un lugar propicio para formarse. En Senderos de Libertad los jóvenes cuentan con educación básica y bachillerato, y cinco de ellos estudian en la Universidad Luterana, tienen además la oportunidad de asistir a los talleres artísticos y vocacionales.

Para conocer esta experiencia y ver de qué manera se puede colaborar, el secretario de Cultura de la Presidencia, Dr. Ramón Rivas,  visitó el Centro junto a  la directora del ISNA, Elda Tobar, el pasado 9 de septiembre.

“Yo veo como un gran ejemplo este lugar, estos jóvenes están aprovechando su tiempo, se ve que están decididos a cambiar, son muchachos que por circunstancias de la vida cometieron un error, pero ellos aquí están tratando de ver como salen adelante, vamos a apoyarlos y compartir lo que ya tenemos. El reto es grande, el cambio no se va a dar de la noche a la mañana, tenemos que instaurar una cultura de sana convivencia, ellos merecen otra oportunidad”, dijo el secretario Rivas.

En ese mismo sentido se expresó la directora del ISNA, quien aseguró que en el Centro se reciben adolescentes desde los 12 hasta los 18 años “ellos vienen con una problemática muy fuerte emocional, tenemos sicólogos que los tratan y procuramos que se integren a los talleres, que son parte de la terapia, parte del esfuerzo para recuperarse,  ellos eligen lo que más les gusta, algo en lo que si no pueden elegir es estudiar,  ya que por ley es obligación”.

Los talleres se imparten en dos turnos, los hay de carpintería, panadería, sastrería, computación, agricultura, dibujo y pintura, modelado en barro, torno alfarero, y repujado.

“Aquí les damos un curso de cerámica completo, les enseñamos todo lo necesario para que ellos puedan montar su propio taller, y ya tenemos la experiencia de un muchacho que al salir lo inició en Guazapa”, relató el maestro de modelado en barro, José de Jesús González.

En los talleres se producen sillas, mesas, adornos, jarrones, y otros productos que luego se comercializan en las Ferias del Buen Vivir, el dinero que ganan se invierte en la compra de materiales para seguir produciendo y también se tiene contemplada la creación de un fondo de ahorro para que los jóvenes al salir tengan algún dinero, dijo la directora Tobar.

Las historias de ex internos son muchas… “tuve un joven de San Luis La Herradura, que salió en libertad, un día lo llegó a buscar la trabajadora social a su casa,  su familia le dijo que andaba pintando un mural en una escuela, lo fueron a buscar y allí lo encontraron pintando el mural, a mí me llena de alegría que uno de los alumnos se esté defendiendo con esto. Hay otro caso de un ex alumno que vive en la capital,  como él está bien tatuado y no sale mucho, es su mamá la que le ayuda a vender las pinturas, de eso viven…”, contó el profesor de dibujo y pintura,  Luis Escobar.

El profesor Escobar destaca también las virtudes terapéuticas del dibujo y la pintura “les ayuda en lo anímico, a relajarse y  les conforta, el joven viene y se mete en el mundo de la pintura y se olvida de lo que hay afuera”.

Los resultados del programa implementado son muy positivos indica el director del Centro,  José Castillo, ya que “el trabajo colectivo les permite crecer” y les ayuda cuando salen en libertad,  la cual muchas veces es resultado de su participación en los talleres, algo que los jueces evalúan y premian.

Son 92 jóvenes los que se encuentran internos de este Centro, unos más que otros  luchan por seguir adelante, tal es el caso del estudiante universitario J. Escobar, quien está en el tercer año de la licenciatura en Trabajo Social y fue partícipe del programa “Soy Autor”.

“Yo no era muy aficionado a la literatura las obras que me dejaban en bachillerato ni las leía, pero después del proceso que viví,  como que para mí cambió, ya no la miraba tan aburrida porque yo,  era un autor ya”,  comentó Escobar.

Proyectos como este serán apoyados por la Secretaría de Cultura en el marco del recién firmado convenio de cooperación a través del cual se impartirán talleres para docentes y formadores del ISNA , dijo el Secretario Rivas.

Publicado en Secretaría de Cultura de El Salvador
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