Colectivos artísticos transforman Asunción

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Ante la ausencia de políticas públicas, muchas iniciativas ciudadanas marcan el camino a seguir. El grupo de teatro Nhi-Mu, Drácena, elEspacio E, La Chispa, Jazz a la Calle y a la Gorra y Buenavista Workklub —lugar desde donde impulsamos Kurtural— son otras iniciativas que al igual que las destacadas en este fotoreportaje apuestan a la resignificación del centro.

Prueban nuevas formas de economía, reinventan espacios a través deproyectos culturales, promueven el trabajo en red y así materializan gradualmente el anhelo de retomar el centro, con el objetivo de que sea un espacio donde quepamos todos, sin exclusiones.

LA MANSIÓN 108

«Creemos que el sexismo, el machismo, la LGTBIfobia y el capitalismo discriminan y vulneran los derechos humanos» dice Erwing Szokol, uno de los integrantes de la La Mansión, un espacio experimental al que sus impulsores denominan «casa proyecto». Convierten un espacio «privado» en público organizando talleres, conversatorios y eventos temáticos donde presentan propuestas artísticas que incluyen música, danza, performances, circo, intervenciones, dibujos y textos.

CASA KARAKU

Violeta Acuña habla de un Estado ausente que «poco y nada apoyó al teatro o a proyectos de investigación artística y cultural». Hasta ahora, comenta que no existe carrera universitaria de arte dramático, por ejemplo. Desde la Casa Karaku, ella junto a su compañero Victor Sosa Traverzzi quieren crear una identidad cultural artística contemporánea y autóctona, promover la multiculturalidad y la multidisciplinariedad a través de la libertad de expresión, la excelencia y calidad artística.

LA COMUNA

«Compartir casa se vuelve casi una necesidad para las personas que queremos vivir el centro, ya que la especulación inmobiliaria expulsa a las personas que no tienen pretensiones comerciales en la zona, que concentra la ya escasa oferta cultural de nuestra ciudad» expresa Belén Cantero, quien habita La Comuna. Esta es una casa comunitaria que también se erige espacio cultural y político del barrio. En La Comuna se realizan diversas actividades sobre temas como la opresión de la mujer, la diversidad sexual, la ciudad y conflictos internacionales. Este proyecto pretende resolver un problema habitacional y a la vez construir un modelo alternativo de convivencia.

LA SERAFINA

«Creemos que la cultura, el humor y la buena onda cambian las mentalidades», manifiesta Rosa Posa, activista de Aireana, un grupo que defiende los derechos de las lesbianas. Su propuesta: La Serafina, un espacio cultural desde donde trabajan derechos humanos, feminismo, salud y derechos sexuales. Allí desarrollan encuentros y reuniones políticas de múltiples grupos. Rosa asegura con el local contribuyen a derribar prejuicios contra las lesbianas, «sin necesidad de aleccionar a nadie».

SOMOSGAY

El centro comunitario LGBT Paraguayo se encuentra ubicado frente al Mercado No 1, en el barrio Catedral del centro histórico de Asunción. Pertenece al colectivo Somosgay. «Desde el Centro, buscamos eliminar el estigma y la homofobia a través de acciones directas», indica Sergio López, uno de los activistas. La vinculación a la vida del barrio es una de esas acciones. También proponen y planifican estrategias contra la homofobia, la mejora de la prevención del VIH y el sida, y llevan adelante programas recreativos.

EL GRANEL

«El Granel es sinónimo de ‘abundante’, en homenaje a la noción de abundancia que vemos en la naturaleza y cultura guaraní a través de conceptos como el jopoi, o reciprocidad», cuenta Maria Glauser, propietaria de El Granel. Este es un espacio abierto al gran número de propuestas nuevas que se tejen en la ciudad, como obras de teatro independientes, o músicos que por lo general no tienen el nombre o capital para tomar riesgos que conllevan pactar con una sala de teatro convencional. «El sistema educativo formal actual funciona para una gran cantidad de personas, pero también daña a muchísima otra gente que no ‘encaja’ en sus formas de motivación y recompensas. El sistema no es muy bueno alentando el surgimiento de nuevas formas de pensar o crear cultura ciudadana o artística», expresa María. Por eso ofrecen un lugar para lo emergente, para las muchas iniciativas que la gente quiere llevar adelante.

CREAR EN LIBERTAD

Este espacio cultural se dedica a las expresiones artísticas, a la creación e investigación en la «casa-barco», un inmueble construido en 1938 que hoy es considerado patrimonio nacional del Casco Histórico de Asunción. «Este espacio surge con el objetivo de beneficiar e incrementar el circuito cultural del Casco Histórico de Asunción. Al observar la ubicación de la casa, la dinámica cotidiana y movimiento de la comunidad que lo habita,ofrecemos una oferta cultural variada, original y accesible, donde poco a poco diferentes públicos y artistas se beneficien con el disfrute de un centro vivo y sinérgico», comenta Alejandra Díaz, miembro de la embarcación.

TERRAZA RAPE

Terraza Rapé propone convertir las terrazas privadas de los edificios del centro histórico de la capital en micro-espacios culturales. «Asunción merece ser vista desde la perspectiva de las alturas y de vuelta al río. Esto nos ayuda a entenderla mejor para poder planificarla», asegura Laura Gómez, coordinadora de esta innovadora iniciativa que es parte del circuito internacional Redetejas.

Publicado en Kurtural

 

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