Festival con presencia Latinoamericana

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¿Cómoo es la Centroamérica que se describe en los filmes del festival?

−“La que existe: la diversa, la contradictoria, la llena de oportunidades, la hiperactiva, la interesada en entenderse”, respondió Fernando Chaves, miembro del comité que programó la primera competencia de películas centroamericanas del Festival Internacional de Cine de Costa Rica, el cual abrirá sus puertas por cuarta ocasión del 10 al 18 de diciembre.

A partir de este año, dicho festival incorporó el certamen de largometrajes de Centroamérica, como plato fuerte de su selección. En ediciones anteriores, la competencia solo era nacional.

“Entendimos que vivimos en una región que está produciendo desde lugares muy similares al nuestro y como cinematografía regional somos mucho más fuertes. Vale la pena que veamos lo que se dice en esos otros países”, destacó Marcelo Quesada, director artístico del Festival.

Cinco documentales y cinco ficciones fueron seleccionados para tomar el pulso de Centroamérica, una región que, según el equipo programador, desarrolla cada vez más su ojo cinematográfico.

Seis de esas producciones son de Costa Rica: Tempo (Nicole Villalobos), No soy valiente (Cristóbal Serrá), Los maes de la esquina (Juan M. Fernández), Nina y Laura (Alejo Crisóstomo), El cumpleaños esotérico (Nadia Mendoza y Guillermo Tovar) y Presos (Esteban Ramírez).

Por otro lado, fuera de competencia estará la última obra de Paz Fábrega, Viaje, la cual se destacó a escala internacional en su estreno, en marzo pasado. Debido a su participación en el comité que programaba las competencias, la cineasta costarricense fue apartada en la sección de Presentaciones Especiales.

En total, la edición de este año proyectará 64 producciones, tanto locales como internacionales, en seis categorías.

El Festival hace que concurran perspectivas artísticas muy distintas, pero lo hace con una sola lógica: “La de un cine libre, contemporáneo y orgánico, que palpita, que tiene actitud y buen humor”, aseguró Quesada.

El Festival de Cine 2015, además, será la primera edición que tiene un director artístico. Según Quesada, “gracias a eso hay un cambio sobre la globalidad del concepto y la personalidad del festival, así como la rigurosidad en la selección de las películas”.

Talento emergente

Los asistentes podrán disfrutar doce cortometrajes producidos por nuevos realizadores nacionales. El cortometraje es el nido de todo cineasta, por lo que el comité programador prevé que su proyección en el festival contribuya a impulsar dichas carreras, al brindarles un espacio de encuentro.

“La experiencia de ver cortometrajes es muy diferente; se puede aportar más, porque hay muchas historias. El hecho de que el formato permita agrupar cosas tan diferentes en una misma tanda es refrescante”, dijo Milagro Lang, productora del cortometraje El campeón.

“Estar en una categoría así permite que uno se visualice dentro del gremio. Es bueno que la gente pueda ver el trabajo y el potencial que uno puede tener”, añadió Kimberly Torres, directora de ese cortometraje, el cual fue realizado en un curso de producción audiovisual de la Universidad de Costa Rica (UCR).

Los cortometrajes se presentarán durante las noches del domingo 13 y lunes 14 en el cine Magaly, y se repetirán el martes 15 y miércoles 16 en el Teatro 1887, en el Cenac.

Diálogo

Cerca de 30 invitados nacionales e internacionales ofrecerán conferencias y debates alrededor de temas de interés para cineastas, productores y actores. Algunas películas también contarán con los comentarios de sus realizadores, posteriormente a la proyección.

En general, el Festival pretende “acercar al público al mejor cine independiente mundial, por medio de una oferta propositiva, contemporánea, diversa y humanista”, afirmó Quesada.

Desde el punto de vista de los organizadores, la competencia debe consolidarse como una resonancia de las películas del istmo, para que ese tipo de producciones tenga un alcance más grande y, por ende, para que sean más viables de realizar.

“El cine es un producto cultural que, de forma más profunda, nos permite acercarnos a diferentes formas de ver el mundo, a diferentes maneras de sentir. El festival de Costa Rica ha servido como una vitrina para la altísima producción cinematográfica que se hace en todos los continentes. A veces, es la única forma de ver qué se hace en otros países y en el nuestro”, puntualizó Chaves.

Publicado en Semanario Universal

La programación completa está disponible aquí

 

 

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