Chava de Erick Flores Garnelo (México)

2.407

José Luis González, 65 años

El montaje interno, cuando sonido, imagen y relato van construyendo una totalidad desde el primer instante. El sonido se anticipa siempre a lo visible, lo construye, le da sentido. La canción cuenta una historia. El cantor cuenta otra. O la misma.

La ciudad tiene sonidos, ritmos, bailes, jerarquías sociales, cotidianos imposibles de evitar, dolores, soledades. Salta en el centro de una ciudad atravesada por una heterogénea urbanidad latinoamericana.

Erick Flores trabaja un mosaico con un notable equilibrio de los elementos narrativos. Desde el primer plano de la película indica que, más allá de José Luis González, los protagonistas son la música, el melodrama y los sectores populares de una ciudad de ausencias. Los contrapuntos sonoros visuales, los silencios y la relación entre el relato y los múltiples sonidos / sentidos de una mega ciudad que rinde culto a la tradición religiosa y a la desigualdad social son capturados por la cámara de Flores, que nos entrega una obra con un gran poder de síntesis.

En esta película laten personas, incontables destinos latinoamericanos a través de los cuales somos hablados.

Podría decirse, parafraseando a Fito Páez «no se si era en Baires, Lima o el DF».

 

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