Argentina: se inauguró la 42ª edición de la Feria del Libro de Buenos Aires

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Por Daniel Cholakian – Nodal Cultura

El jueves 21 de abril se inauguró la 42ª edición de la Feria del libro de Buenos Aires, el evento de la industria cultural más grande de los que se organizan en la República Argentina.

Con Santiago de Compostela como ciudad invitada, la nueva edición contará entre sus más destacados invitados a los ganadores del premio Nobel Mario Vargas Llosa y John Coetzee.

Organizada con una marcada centralidad de las grandes editoras multinacionales, la Feria del libro divide su actividad entre una poco visible actividad profesional y una sorprendente convocatoria popular, que la hace una de la más visitada por el público en general en todo el mundo. Cerca de un millón de personas recorren la feria cada año y muchas de ellas hacen sus únicas compras de libros en ella.

Este año una de las actividades destacadas será el diálogo de escritores latinoamericanos, que se desarrollará entre el 30 de abril y el 3 de mayo. Además de destacados autores locales, esta actividad contará con la presencia de Marisa Silva Schultze (Uruguay), Diego Zúñiga (Chile), Roberto Rivera Vicencio (Chile), Luiz Ruffato (Brasil), Piedad Bonnet (Colombia), Dante Trujillo (Perú), Andrés Rodolfo Duarte Zayas (Cuba), Pablo Montoya (Colombia), Antonio Ortuño (México), Sergio Ramírez (Nicaragua) y Laura Restrepo (Colombia).

Discursos e incidentes en la Apertura

En el acto de apertura oficial hablaron el presidente de la Fundación El Libro, organizadora de la Feria, Martín Gremmelspacher. Por la ciudad invitada lo hicieron el alcalde de Santiago de Compostela y el presidente de la Xunta de Galicia. Luego fue el turno de Diego Santilli, vicejefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Cerca del final de la ceremonia, el ministro de cultura argentino Pablo Avelluto habló antes de que se hiciera presente el escritor Alberto Manguel, director designado –pero no asumido- de la Biblioteca Nacional.

Gremmelspacher se dirigió claramente, y con una cuidada cordialidad, al ministro Avelluto puntualizando que la industria editorial argentina ha crecido en los últimos años a expensas de políticas públicas, tanto de compra de libros como de protección a la importación, además del efecto que tuvo en las ventas el marcado aumento del consumo interno. Señaló que sería importante que el nuevo gobierno persista en la misma dirección. Según el presidente de la Fundación el Libro, a partir de la apertura del mercado editorial, las importaciones crecieron un 40%, mientras que por la caída del consumo en el país, las ventas han retrocedido un 10% en los últimos meses. Esto marca un problema importante para la subsistencia de muchas de las pequeñas editoriales que surgieron en los últimos 15 años en Argentina. Si la apertura indiscriminada generó una tensión para la industria editorial, para Gremmelspacher el Estado es el único que puede ayudar a salir del laberinto por arriba.

Avelluto a su turno contestó que conoce como pocos la Feria y el mercado del libro. Fue lector, librero, escritor, editor y actualmente funcionario público. Sostuvo que por ello conoce las necesidades, los costos, las dificultades y las ventajas de la industria local. Si bien afirmó que se mantendrán las políticas de compras y fomentos, dejó en claro que para el gobierno el desafío es especialmente para el sector privado, que deberá “pensar y diseñar de manera inteligente, creativa e innovadora la política para el sector editorial de la próxima década». Además sostuvo que el sector tendrá que pensar no solo en el mercado interno, sino en prepararse para crecer exportando.

Alberto Manguel comenzó destacando que sorprendía que dado que las mujeres eran las mayores lectoras en el mundo, la inauguración solo contó con oradores varones. En su discurso se refirió a la emblemática obra de Miguel de Cervantes, de cuyo fallecimiento se cumplen por estos días 400 años, y señaló: «Don Quijote de la Mancha fue un libro subversivo, contra la autoridad arbitraria de los nobles y los ricos, contra el egoísmo y la infidelidad de la gente del pueblo, contra la arrogante equivocación de los letrados y universitarios».

El discumanguelrso de Manguel fue interrumpido por manifestantes que le hicieron sentir su reclamo por los despidos masivos (ver aquí nota anterior sobre el conflicto) y por su intención de reducir las actividades de la biblioteca nacional, según queda claramente expresado en el reportaje que se publicó en el diario La Nación. Los manifestantes llevaban carteles que decían: “¿Quién dirige la Biblioteca Nacional?”, “No a la Biblioteca Off Shore”, “La Biblioteca Nacional no es un negocio”, “¿Quién mató a Esteban Latorre?”. Con estos carteles, luego de sorprender a funcionarios e invitados, los manifestantes caminaron por las diferentes salas de la Feria del Libro haciendo público su descontento con la presencia del designado director en la apertura de la misma.

¿Impulso a la lectura, fomento de la industria o mercado concentrado?

La industria editorial mundial ha sufrido una concentración que difícilmente otras industrias globales hayan sufrido. Mega corporaciones que atraviesan las barreras idiomáticas y continentales han absorbido gran cantidad de editoriales en todo el mundo y amenazan con seguir concentrando capitales, mercados y marcas. En Argentina dos grandes corporaciones editoriales multinacionales son propietarias de los principales sellos, tomando en cuenta la cantidad de títulos publicados y las porciones de mercado que detentan. Este proceso no es solo parte del recorrido nacional de la ola neoliberal, sino de un proceso mundial de concentración del capital que aun continúa vigente.

En cierto modo como respuesta a la crisis de 2001 y a propósito de las particularidades de las prácticas de la lectura en el país, emergieron en el mundo editorial buena cantidad de pequeños emprendimientos que, con perfiles definidos, con escrituras novedosas y con catálogos de autores extranjeros no publicados, construyeron no solo un nicho de mercado, sino también una nueva tradición editorial. Aunque muchas veces han logrado más prestigio que respuesta material, más elogios que libros vendidos o leídos.

La Feria del libro es el lugar de la industria editorial antes descripta, donde el resto de los participantes son figurantes alrededor del centro ocupado por las grandes corporaciones. Allí no solo se venden libros y autores, sino que se pone en juego una idea idílica: la fantasía de una relación casi íntima entre el autor, el comprador (porque allí el lector es siempre un comprador) y el objeto impreso. Opera año tras año una operación de marketing que agiganta el valor social de la lectura, y se reproduce la siempre perversa confusión entre lo popular y lo masivo. La Feria es, al menos en este momento y tal vez como no lo fue nunca, el lugar privilegiado de las nuevas corporaciones.

Lo lateral (simbólica y físicamente) en la organización de la feria, son las pequeñas editoriales privadas, las universitarias, las cooperativas. Lo central es el megaevento caracterizado por las gigantografías de los escritores más vendidos, la firma de libros de autores impulsados por la gran publicidad y el despliegue de conferencias masivas, en las que pocas veces se dice algo novedoso.

Este espacio, donde cierto grupo hace negocios a expensas del prestigio aportado por otro, puede servir para pensar el impacto que el proceso económico que trajo consigo la desaparición del Estado, la concentración del capital, el retiro de los sectores populares de los debates y la producción artístico intelectual. Aquí se hace presente, en Buenos Aires, el devenir de un nuevo centralismo cultural que aun cuesta quebrar, la relación privilegiada con el mundo europeo y estadounidense y el retiro del mundo universitario al interior de los claustros, a sostener el ingreso y los cargos, bajo un sistema de reproducción de honores anquilosado, productivista y ajeno a toda discusión en el espacio público. De esto la Feria no es responsable, aun cuando si emergente.

Por un lado, el espacio del capitalismo más salvaje en el mercado de la industria editorial. Por el otro, una elite que se reinventa a si misma después de una doble crisis, económica e intelectual. En el medio el vacío de las diversas formas de lo público.


Entre aplausos y reclamos el escritor Alberto Manguel inauguró la Feria del Libro

El escritor y director designado de la Biblioteca Nacional, Alberto Manguel, se valió de una analogía con el Quijote y de un repaso por la historia del libro para abogar por lectores “más tolerantes” y un “mundo con honestidad moral e intelectual”, durante el acto de inauguración de la 42da Feria del Libro de Buenos Aires, el cual incluyó demandas de trabajadores.

“Qué cosa tan extraña, la mayor parte del electorado son mujeres, y todos los que estamos acá somos hombres. Es un inmenso honor para mí estar aquí de vuelta en Buenos Aires, en esta feria, la más importante del mundo”, comenzó Manguel y arrancó aplausos entre los presentes, entre quienes se encontraban el ministro de Cultura, Pablo Avelluto, y el vicejefe de gobierno porteño, Diego Santilli.

El discurso fue interrumpido con aplausos cuando desde el fondo de la sala Borges más de medio centenar de manifestantes se levantaron de sus asientos exponiendo carteles donde se leía “Quién dirige la Biblioteca Nacional”, “La Biblioteca Nacional no es un negocio” y “No a la biblioteca off shore”, en el marco de más de 200 despidos en esa institución.

Esto hizo que durante unos cinco minutos, una parte de la audiencia volteara para seguir el reclamo de los manifestantes mientras otra parte de la sala fijaba la vista al frente sin voltear el rostro siguiendo a Manguel en un discurso del cual no se desvió en ningún momento.

Aprovechando el 400 aniversario de la muerte de Miguel de Cervantes –que incluyen charlas y presentaciones en la feria- Manguel remarcó que “el principal deber de un lector es actuar en el mundo con honestidad moral e intelectual, sin dejarse convencer por eslóganes tentadores y exabruptos emotivos, ni creer sin examinar noticias aparentemente veraces”.

“Don Quijote de la Mancha es un libro subversivo: contra la autoridad arbitraria de los nobles y los ricos, el egoísmo y la infidelidad de la gente de pueblo, la arrogante equivocación de los letrados y universitarios” y “quizás ese modesto principio suyo pueda hacernos, como lectores en esta sociedad caótica en la que vivimos, más tolerantes y menos infelices”, se lo escuchó decir, una vez que los manifestantes se hubieron retirado.

En tanto remarcó que “poseer un libro y ser lectores no basta cuando se trata de aprender cómo actuar con el respeto y la estima del otro y cómo buscar justicia en un mundo persistentemente injusto”.

Asimismo, trazó un itinerario desde la llegada de Pedro de Mendoza a estas tierras para cuestionar que “las autoridades en el poder siempre y en todas partes, se han interesado más en montar maquinarias económicas cuya sola meta es el beneficio financiero, y menos o casi nada en promover el desarrollo intelectual y artístico de la sociedad que gobierna”.

“La fundación se hizo pensando menos en la libertad intelectual de sus futuros habitantes que en la ocupación de tierras ajenas, menos por un impulso humanista que por un deseo de rapiña y de fama”, sostuvo en la sala Borges de La Rural, donde se dieron cita, entre otros, Martiño Noriega, alcalde de Compostela, ciudad invitada de esta edición.

A su turno, Avelluto subrayó que «el mercado editorial tiene mucho por crecer”, confirmó que el gobierno “utilizará todas las herramientas a su alcance” para desarrollarlo y que el Ministerio de Educación cuenta con un presupuesto “de 12 millones de pesos” para la compra de libros.

Asimismo, celebró “la diversidad y pluralidad cultural y política” y llamó a “definir las estrategias del sector editorial de los próximos 10 años” en conjunto: “La industria editorial no es sólo responsabilidad del Estado sino de todo el sector”, el cual, remarcó, estará apoyado por “un gobierno carente de prejuicios ideológicos”.

Por su parte, el titular de la Fundación El Libro, Martín Gremmelspacher, aprovechó la ocasión para presentar el primer concurso literario anual de la institución que lidera, dotado de 300 mil pesos, con un jurado integrado por Abelardo Castillo, Luisa Valenzuela, Daniel Divinsky, Pablo De Santis y el chileno Antonio Skármeta.

Gremmelspacher se comprometió a “trabajar en conjunto para el bien” del sector y aseveró que “las industrias editoriales atraviesan un momento delicado” en el marco del “llamado sinceramiento de la economía”, que “provocó bajas en la ventas”.

En esa línea demandó que el Ministerio de Educación de la Nación “ponga en práctica” programas de “compra de libros” y que la gestión de Mauricio Macri implemente el “exporta-fácil”, un “sistema simplificado de exportación que disminuye costos” tras la denominada “apertura económica”.

En el marco de la feria que también celebra el 400 aniversario de la muerte de William Shakespeare, 30 años del deceso de Jorge Luis Borges, el centenario de la partida de Rubén Darío y del Inca Garcilaso a cuatro siglos de su muerte, Gremmelspacher destacó que la apertura de la economía dio en estos primeros meses como resultado un aumento del 40 % de libros exportados y una caída en las exportaciones del 10 %.

En tanto, señaló que “la asimetría impositiva” es “otro de los problemas que enfrenta el libro”; reclamó “una respuesta” a las políticas de protección sobre el libro; y exigió que los proyectos de ley que hacen a la industria editorial sean tratados “en forma integral” para evitar dicotomías como que “el traductor tenga más derechos sobre el producto que el autor”.

En una breve intervención, el vicejefe de gobierno porteño, Diego Santilli, habló de una “mágica” y “maravillosa” Feria; se refirió a “la familia” y “la lectura” como un espacio para soñar.

«El libro es un lugar donde encontrarnos todos juntos para luchar y salir adelante», agregó Santilli al referirse a la tragedia ocurrida en una fiesta electrónica en Costa Salguero que dejó como saldo cinco muertos.

Entre los presentes se encontraban la directora interina de la Biblioteca Nacional, Elsa Barberis; el designado director de Cultura de la Biblioteca Nacional, Ezequiel Martínez; el secretario de Medios Públicos, Jorge Sigal; el secretario de Cultura y Creatividad, Enrique Avogadro; y la titular de la Cámara Argentina del Libro (CAL), Graciela Rosenberg.

Además de los escritores Claudia Piñeiro, Edgardo Cozarinsky, Tamara Kamenszain y Manuel Rivas entre otros; la editora Kuky Miller; la librera Natu Poblet; Alberto Nuñez Feijóo, titular de la Xunta de Galicia.

La Feria, que por primera vez reúne a dos Premios Nobel de Literatura, el sudafricano J.Ml Coetzee y el peruano Mario Vargas Llosa, se desarrollará hasta el 9 de mayo en el predio porteño La Rural.

Publicado por Télam

Feria del Libro de Buenos Aires: los imperdibles de este año

tre las actividades culturales organizadas por la Feria para su edición número 42 se destacan homenajes a Cervantes, Shakespeare y Borges, encuentros de escritores latinoamericanos y el festival de poesía.

Para agendar

XI Festival Internacional de Poesía

Del 22 al 24 de abril

Un encuentro abierto para celebrar la poesía con autores de la Argentina y de otros países que debatirán sobre la actualidad del género. Habrá lecturas y performances.

Viernes 22, a las 20.30: Inauguración (Sala Victoria Ocampo, Pabellón Blanco). Hablará Jorge Monteleone.

Lectura de poetas: Angela Melim (Brasil), Jorge Boccanera (Argentina), Tamara Kamenszain (Argentina), Coral Bracho (México), Oscar Hahn (Chile) y Diana Bellessi (Argentina).

Sábado 23, de 18 a 21.30: lecturas y performances (Sala Domingo Faustino Sarmiento, Pabellón Blanco). Homenaje a Rubén Darío, a cargo de Ingrid Pellicori. Performance: Lectura poética de Lydia Daher (Alemania)/ Camila Fadda Gacitúa (Chile).

Domingo 24, de 18 a 19.30: lecturas de poetas (Sala Domingo Faustino Sarmiento, Pabellón Blanco).

Cierre, de 20 a 21.30 (Sala Victoria Ocampo, Pabellón Blanco). Participan Horacio Eloy (Chile), Bárbara Belloc (Argentina), Cristóbal Zapata (Ecuador), Teresa Arijón (Argentina), Camila do Valle (Brasil) y Arturo Carrera (Argentina).

Homenajes a Cervantes y Shakespeare

Del 23 al 25 de abril

En 2016 se cumplen 400 años de las muertes de Miguel de Cervantes Saavedra y William Shakespeare. Habrá actividades coordinadas por el British Council y el Centro Cultural de España.

Además, el 23 de abril se celebrará el Día Mundial del Libro. El lunes 25 se realizará la Maratón de Lectura con fragmentos de obras del dramaturgo y poeta inglés.

Encuentro Internacional: Un Borges para el siglo XXI

Del 29 de abril al 1 de mayo

En conmemoración por los 30 años de la muerte de Borges habrá unas jornadas de tres días con la participación de especialistas nacionales e internacionales como Carmen Delibes (Estados Unidos), Vicente Cervera Salinas (España), Francisco Castro (España) y los escritores argentinos María Esther Vázquez y Luis Chitarroni.

La inauguración será el viernes 29, a las 18.30, en la Sala Roberto Arlt, (Pabellón Amarillo) con una charla abierta con María Kodama, moderada por María A. Renard.

Sábado 30, de 20 a 21.30: Mesa redonda (Sala Javier Villafañe, Pabellón Amarillo) Borges hoy, tradición y vanguardia

Domingo 1° de mayo, de 18.30 a 20: Mesa redonda (Sala Leopoldo Lugones, Pabellón Amarillo) Borges y el oficio de palabras

Diálogo de Escritores Latinoamericanos

Del 30 de abril al 3 de mayo

Por cuarto año consecutivo se realizarán cuatro días de jornadas con escritores de América latina que reflexionarán sobre los desafíos de la literatura.

Sábado 30, de 20 a 21.30, apertura (Sala Victoria Ocampo, Pabellón Blanco): La nación, la región, el mundo. A cuatrocientos años de la muerte del Inca Garcilaso. Participan Hugo Burel (Uruguay), Carlos Franz (Chile), Sylvia Iparraguirre (Argentina) y Sergio Ramírez (Nicaragua).

Domingo 1 de mayo, de 18 a 19.30, mesa redonda (Sala Alfonsina Storni, Pabellón Blanco): Contar la vida. Biografías, memorias, diarios, novelas de personaje, autoficción. Con Piedad Bonnet (Colombia), Alberto Fuguet (Chile), María Rosa Lojo (Argentina) y Andrés Neuman (Argentina).

De 15.30 a 17: Mesa redonda (Sala Alfonsina Storni, Pabellón Blanco): Narrar el femicidio. Con Álvaro Abós (Argentina), Selva Almada (Argentina), Marisa Silva Schultze (Uruguay) y Diego Zúñiga (Chile).

Lunes 2 de mayo, de 18.30 a 20: Mesa redonda (Sala Alfonsina Storni, Pabellón Blanco) Tener y no tener. La tensión entre la escritura y el dinero es protagonista tanto de la vida real de los escritores como de sus ficciones. Hablan Alan Pauls (Argentina), Roberto Rivera Vicencio (Chile) y Luiz Ruffato (Brasil).

De 20.30 a 22: Mesa redonda (Sala Alfonsina Storni, Pabellón Blanco) Narradores y poetas. Piedad Bonnet (Colombia), Andrés Neuman (Argentina-España), Matías Serra Bradford (Argentina) y Marisa Silva Schultze (Uruguay).

Martes 3 de mayo, de 18.30 a 20: Mesa redonda (Sala Alfonsina Storni, Pabellón Blanco) Tertulias de papel, encuentros en el aire: las revistas literarias. Participan Mario Jursich (Colombia), Diego Peller (Argentina), Guillermo Saavedra (Argentina), Matilde Sánchez (Argentina) y Dante Trujillo (Perú).

De 20.30 a 22: Mesa redonda (Sala Alfonsina Storni, Pabellón Blanco) La guerra y el viaje. Con Andrés Rodolfo Duarte Zayas (Cuba), Pablo Montoya (Colombia), Antonio Ortuño (México), Sergio Ramírez (Nicaragua) y Laura Restrepo (Colombia).

Para jóvenes: Encuentro Internacional de Booktubers

Del viernes 6 al domingo 8 de mayo

Participan booktubers, blogueros, bookstagrammers y autores como Rick Yancey, Sophie Jordan y Leonardo Patrignani.

Charlas de los invitados internacionales

John M. Coetzee

Viernes 22 de abril a las 18.30, en la sala R. Arlt.

Milena Busquets

Martes 26 de abril a las 20.30, en la sala V. Ocampo.

Paolo Giordano

Sábado 30 de abril a las 18, en la sala L. Lugones.

Mario Vargas Llosa

Viernes 6 de mayo a las 20.30, en la sala Borges.

Jaime Bayly

Sábado 7 de mayo a las 16, en la sala A. Bioy Casares.

Rick Yancey

Sábado 7 de mayo a las 13.30, en la sala J. Hernández.

Publicado por La Nación
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