Presencia Latinoamericana en el Festival de Cine de Cannes

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No será un año histórico para el cine latinoamericano, pero al menos seis países (Colombia, Brasil, Chile, Argentina, México y Venezuela) estarán representados en el principal festival de cada temporada.

A continuación, el detalle de los films seleccionados en el Festival de Cannes 2016:

Competencia Oficial:
–Aquarius, segundo largometraje del brasileño Kleber Mendonça Filho tras su excelente debut con El sonido alrededor.

Sección oficial Un Certain Regard:
–La larga noche de Francisco Sanctis, ópera prima de Francisco Márquez y Andrea Testa (Argentina) sobre un hombre gris y sin compromiso político que queda en medio de un dilema moral en 1977, tiempos de la última dictadura militar. Se estrenó hace pocos días en el Festival BAFICI de Buenos Aires.

Cortometrajes en competencia oficial:
–Madre, de Simón Mesa Soto (Colombia)
–Maria, a moça que dançou com o Diabo (María, la joven que bailó con el Diablo), de Joâo Paulo Miranda (Brasil)

Cortos en la competencia Cinéfondation (para escuelas de cine):
–La culpa, probablemente, de Michael Labarca (Universidad de Los Andes, Venezuela)
–Las razones del mundo, de Ernesto Martínez Bucio (Centro de Capacitación Cinematográfica, México)
–Business, de Malena Vain (Universidad del Cine, Argentina)

Largometrajes en la sección paralela Quincena de Realizadores:
–Poesía sin fin, secuela de La danza de la realidad, dirigida por el veterano y multifacético artista chileno Alejandro Jodorowsky que narra sus años de adolescencia, cuando deja atrás su infancia y su nativa tocopilla, y sigue a su familia hasta santiago.
–Neruda, película del también chileno Pablo Larraín (el mismo de No y El club) ambientada en los años 1940 que reconstruye el periplo del poeta y Premio Nobel de Literatura como fugitivo del gobierno de Gabriel González Videla.

Cortos en la Quincena de Realizadores:
–Abigail, de las brasileñas Isabel Penoni y Valentina Homem,
–Gallo rojo, de Zamo Mkhwanazi (Sudáfrica) y Alejandro Fadel (Argentina)
–Paraya, de Sheetal Magan (Sudáfrica) y Martín Morgenfeld (Argentina)

Cortos en la sección paralela Semana de la Crítica:
–Delirio é a redençao dos aflitos (El delirio es la redención de los que sufren), de Fellipe Fernandes (Brasil)
–Los pasos del agua, de César Augusto Acevedo (Colombia)


Cannes 2016: La cinematografía brasileña vuelve a La Croisette como el país de la región más representado

Al contrario que en las últimas ediciones, la hiperactiva producción brasileña es la más representada de la región en el 69º Festival de Cannes con dos largos y cuatro cortos. La única película regional que opta a la Palma de Oro es “Aquarius”, segundo largo de Kleber Mendonça Filho cuyas ventas internacionales representa la francesa SBS International. También en la competencia oficial se presenta el cortometraje “A moça que dançou com o diabo” del paulista João Paulo Miranda Maria, presente en la Semana de la Crítica de 2015 con el corto “Command Action”. Justamente en esa sección el pernambucano Fellipe Fernandes es el único representante latinoamericano con el corto “O delirio é a redençao dos aflitos”. Por su parte, en Cannes Classics se exhibe “Cinema Novo”, documental de Eryk Rocha que repasa la historia del cine de Brasil y que competirá por el Premio L’Œil d’or.

En la Quincena de Realizadores se estrena “Abigail”, corto de Isabel Penoni y Valentina Homem que cuenta a bordo con la agencia FiGa. Por su parte, el programa Factory de la sección organizada por el gremio de directores franceses que dedica su edición 2016 al nuevo talento de Sudáfrica, presenta el corto “La bestia”, codirigido por la sudafricana Samantha Nelll y el director Michael Wahrmann. Por su parte, el proyecto “A febre”, debut en lago de la artista Maya Da-Rin, es uno de los diez seleccionados en La Fabrique des cinémas du monde, programa profesional para nuevos talentos que organiza el Institut Français.

La industria brasileña estará representada en el Marché du Film por profesionales de toda la cadena productiva. En total, 82 empresas se darán cita en los diferentes espacios del mercado. La agencia Cinema do Brasil regentará junto a su socio Apex-Brasil un stand que servirá de punto de encuentro para sus más de 40 empresas asociadas y que servirá de escenario para actividades de networking, entre las que destacan encuentro con productores y empresas nórdicas, chilenas y mexicanas. “Tenemos grandes expectativas para el Festival de Cannes 2016. La agenda institucional comprende la ampliación y consolidación de alianzas, como la que tenemos con EAVE, ACE, Torino Film Lab o Locarno Industry Academy, además del acercamiento a nuevos mercados, especialmente a Europa del Este y Asia”, señala Ana Letícia Fialho, gerente de Cinema do Brasil.

Varios trabajos recientes de la cinematografía brasileña se podrán ver en las funciones de mercado, incluyendo “O roubo da taça” de Caito Ortiz (exhibido por Picture Tree International), “Era el cielo” debut de Marco Dutra, “Esteros” del argentino Papu Curotto producida por la brasileña Latina Estudio y la argentina Hain Cine, “Vazante” de Daniela Thomas y el último trabajo de Anna Muylaert, “Mãe só há uma” (representada por la francesa Loco Films). También tendrá screening “Meu amigo hindú” del argentino-brasileño Sergio Babenco (Hanway Films), “A seita” el debut de André Antonio (Open Reel) y el documental “Curumim” de Marcos Prado (Zazen Produções).

La agencia de ventas Habanero presenta su catálogo integrado por trabajos recientes de la cinematografía regional, mientras que FiGa representa, entre otros, los derechos internacionales de “A cidade onde envelheço” debut de Marilia Rocha que tuvo su estreno mundial en Rotterdam, además de las citadas “Cinema Novo” y “Abigail”.

La productora 3 Moinhos Produções viaja buscando ventas para “Antes o tempo não acabava” de Sérgio Andrade y Fabio Baldo y alianzas para “Mesopotamia”, drama en desarrollo de Andy Malafaia. Anavilhana lleva en su catálogo el debut de Marília Rocha (“A cidade onde envelheço”) y el drama en preproducción “Coiote” de Sérgio Borges. Por su parte, Bananeira Filmes promueve dos de sus producciones ya finalizadas: “Deserto” de Guillerme Weber y “Redemoinho” de José Luiz Villmarim. También Filmes de Plástico busca ventas para “Ela volta na quinta” de André Novais y alianzas para el desarrollo de “Vicentina pede desculpas” de Gabriel Martins.

El catálogo de Gullane lo integra “O rei das manhãs”, primer trabajo como director del reconocido editor Daniel Rezende con guion de Luiz Bolognesi en fase de postproducción y “Favela High-Tech”, próximo trabajo de Karim Ainouz en etapa de desarrollo. Bossa Nova Filmes muestra el corte en postproducción del debut en largo de Willy Biondani, “Tudo bom, tudo bem”; y la comedia ya estrenada en salas brasileñas “De onde eu te vejo” de Luiz Villaça. Dezenove Soms lleva en su catálogo la coproducción con Rizoma de Argentina en post “Pela janela” de Caroline Leone y “As boas maneiras”, largo en producción de Juliana Rojas y Marco Dutra que cuenta a bordo con las francesas Good Fortune y Urban Distribution, a cargo de las ventas.

Duas Mariolas Filmes viaja con “Curva de Rio Sujo”, drama adolescente de Felipe Bragança en postproducción que fue incentivado con el Premio CICAE en el último Cine en Construcción de Toulouse; y “Mormaço”, filme de género de Marina Meliande en fase de finalización ambientada en las preolimpíadas de Río. También se muestra en el Marché el corte en postproducción de “O animal cordial”, thriller de Gabriela Almeida y producción de RT Features representado por Stray Dogs; “Pequeño segredo”, filme de David Schurmann producido por Ocean Films y Schurmann Film Company distribuido por Diamond Films; y “Rifle”, road movie de Davi Pretto producida por Tokyo Filmes y Gogó Cinema con la alemana Autentika Films.

A su vez, varias productoras aterrizan en La Croisette con proyectos próximos a ser filmados. Es el caso, entre otros, de Bubbles Project con “Benzinho”, segundo trabajo de Gustavo Pizzi a filmarse en el segundo semestre del año, TvZero con “Gabriel e a Montanha”, segundo largo de Fellipe Barbosa; Damasco Films con “Carlos, o Homem Perfeito”, comedia de Marcus Baldini; Filmes de Abril con “Desterro” de Maria Clara Escobar; o Kinoosfera con “Blitz” de Rene Brasil.

Por su parte, en torno a 15 productores participan en Producers Network, actividad para profesionales en la que Films from Rio organiza un foco con seis productores cariocas que incluyen a Tacacá Filmes, Sobretudo Produçao y Lupa Filmes. Otras empresas presentes en el Marché son Enquadramento Produções, Africa Filmes, Barry Company, FM Produções, Globo Filmes, Grupo Kino-Olho, Imovision, Lança Filmes, Manjericão Filmes, Mira Filmes, Movie & Art, Persona Non Grata, Plano Geral Cinematográfica, Querosene Filmes, Rio Film Commission, RioFilmel, Tangerina Entretenimento, Truque Produtora de Cinema, TVZero, Uacari Filmes y Vitrine Filmes.

Publicado en LatAm Cinema

Crítica: Neruda relata una época lejana, pero también actual

Neruda como senador; Neruda declamando sus poemas en medio de un festejo, entre mujeres desnudas; Neruda debatiendo con su segunda esposa, la pintora Delia Del Carril; Neruda viviendo en la clandestinidad, escapando de Chile a través de la inhóspita Cordillera de los Andes hasta aterrizar como exiliado político en París, ayudado por su amigo Pablo Picasso. Neruda, la película del director chileno Pablo Larraín, aplaudida ayer en Cannes, en la Quincena de los Realizadores, plasma con talento y sarcasmo la visión del director de “NO” sobre el premio nobel de literatura. El encargado de su búsqueda implacable es Óscar Peluchonneau, máximo jefe de la Policía civil de Chile, encarnado por el reconocido Gael García Bernal.

“Es fascinante, porque mi personaje se va encontrando a sí mismo durante el relato, a lo largo de esta ficción. También a base de lo que le habían contado, que era un bastardo, hijo del jefe de la Policía”, afirmó satisfecho el actor mexicano, que por segunda vez interpreta a un personaje chileno, también de la mano de Larraín. “Para mí es alentador estar en este tipo de recuerdos, de arrojo, de aventura hacia lo peligroso, en un lugar incierto donde uno tiene que reaccionar instintivamente como actor”, agregó.

Definitivamente, Neruda (Luis Gnecco), acusado en 1948 de comunismo y de injuriar al entonces presidente Gabriel González Videla, es una figura trascendental en muchos niveles: “Lo que intentamos hacer aquí, más que una película sobre Neruda, fue una película Nerudiana. Es decir, sobre las cosas que a nosotros nos provoca este personaje. Es una especie de biopic falso. No es una reproducción absoluta ni un documental”, explicó Larraín, al finalizar la proyección.

“En un extracto de su discurso al recibir el Premio Nobel se refiere a esta parte de su historia, donde afirma que no sabe si la escribió, la soñó o la vivió. Pero aunque hay bastante ficción aquí, seguimos la línea cronológica del viaje que efectivamente hizo”, prosiguió ayer el cineasta.

La trama toma vida a través de dos voces paralelas: la del policía, una creación; y la de Neruda, el creador. “Fue un trabajo muy largo, hecho por Guillermo Calderón. Era un guion que tenía 160 páginas y cuando nos juntamos a cortarlo, le metimos 20 más. Efectivamente, hay dos voces porque ambos personajes son muy importantes y ambos se convierten en uno solo”, prosiguió el cineasta.

La película relata una época ajena, lejana, pero también muy actual. Sobre la inquietud si pueda tener algún efecto en el escenario político chileno de hoy, Larraín aseguró ser un poco pesimista: “Lamentablemente, no creo que el cine ni cualquier actividad cultural produzcan cambios. Y si lo hacen, es muy lenta la conversión. Es una visión de una etapa, a partir de la Guerra Fría, donde los sueños eran muy definidos. Luego todo se dio en Chile con Allende, en las condiciones que conocemos y con todo el dolor que eso implicó. Quizá el gran sentido de la humanidad está en la igualdad. A través de ese periplo, Neruda comprendió la fraternidad al cruzar la cordillera, ayudado por personas que no conocía. Una fraternidad que está en extinción. Si esto hace un eco, sería maravilloso”.

Publicado en El Universo

Cannes 2016: Juan de Dios Larraín, productor de “Neruda”, selección Quincena de Realizadores

Tras obtener el Art Cinema Award en 2012 con “No”, Pablo Larraín regresa a la Quincena de Realizadores de Cannes con “Neruda”. Proyecto largamente gestado -incluso durante su desarrollo se realizó “El club”-, esta nueva película del chileno se aleja del biopic tradicional para insertar al reconocido poeta en una trama policial que bebe del film noir. Bajo una idea del productor Juan de Dios Larraín, inspirada por la autobiografía de Neruda “Confieso que he vivido”, la película cuenta con guión de Guillermo Calderón y un sólido elenco encabezado por el mexicano Gael García Bernal, el chileno Luis Gnecco y la argentina Mercedes Morán. Dialogamos con Juan de Dios Larraìn, productor de esta ambiciosa producción de Fábula que tendrá su estreno comercial en Chile el 11 de agosto.

Esta película surgió a partir de una propuesta tuya, ¿qué motivó el interés por hacer una película sobre Neruda?

Siempre la figura de Neruda ha sido muy relevante en la historia de los chilenos. Es una figura muy presente. Buscando material para nuevas producciones, aparece el personaje. Leí una autobiografía de Neruda, “Confieso que he vivido”, y caí en la cuenta de lo potente que era el personaje en términos literarios, en términos políticos, en términos de su vida amorosa. Había mucho por donde buscar. Compartí el libro con Pablo y comenzamos el desarrollo. Nos costó mucho encontrar el punto de vista porque no queríamos hacer un biopic. Hasta que llegamos a Guillermo Calderón como guionista y llegamos a esta historia del policía que lo persigue. La idea del policial, del film noir, de volver a esa época y ese cine nos sedujo.

El desarrollo del proyecto fue muy extenso. ¿Cuáles fueron las principales dificultades desde la producción?

Era un presupuesto muy alto y una coproducción entre cinco países. Las coproducciones toman tiempo para estructurarlas bien; hay que traer talento de todas partes. Requirió mucha planificación.

En el medio hicieron “El club”…

Mientras se armaba “Neruda” hicimos ese accidente que es “El club”.

Un accidente que les salió bien y que tuvo gran recorrido y repercusión. Mientras sucedía todo eso y se abocaban a otra película, ¿cómo fueron avanzando este proyecto?

Lo seguimos avanzando desde un lugar mucho más relacionado con la producción que con la dirección. Estructurando la coproducción y buscando entender cómo lo podíamos hacer. También buscamos muchos fondos, entonces teníamos que esperar resultados. Fue un proceso lento.

¿La calificas como una película ambiciosa?

Es una película ambiciosa en el sentido de que es grande para los parámetros latinoamericanos. Y es ambiciosa también porque cuando uno se mete con Neruda se mete en problemas. Es un problema encarnar a alguien muy conocido porque tienes ciertas libertades y otras no tanto. ¿Qué tanta licencia te puedes tomar? Esa es una pregunta que tienes que responder bien. Pero es interesante buscar los problemas porque uno sale del área que conoce y tiene que entrar a entender un imaginario y encontrar una caligrafía para contar una película. Pero fue un proceso interesante y ahora vamos por la última parte.

¿Y qué esperan de esta última parte?

Conectar con la audiencia. Al final, lo que uno pide a una película es que conecte con la audiencia. Que la gente que la vea tenga una buena experiencia, que aporte en algo, que divierta, que haga reflexionar, que el viaje visual de la película conquiste al público. Esa es al final de cuentas la razón por la cual uno debería o no hacer una película.

Pensando que es una figura tan conocida y que es una película con capacidad para tener esa conexión con el público de la que hablas, ¿cómo están planificando su estreno comercial?

Estrenamos el 11 de agosto en Chile. Vamos a hacer una gira por todo el país. Queremos comunicar la película a todo nivel. Estamos planificando el estreno en otros lugares. Pienso que es una película que va a tener un buen viaje. Tenemos varias ofertas y eso es algo que vamos a resolver en Cannes.

Publicado en Latam Cinema

 

Presencia argentina en Cannes

Después de su victoria en el reciente Bafici, “La larga noche de Francisco Sanctis” se presentó en Un Certain Regard, la segunda sección en importancia del Festival de Cannes. La primera proyección se llevó a cabo ayer, frente a un jurado compuesto por la actriz suiza Marthe Keller, la directora austríaca Jessica Hausner, el actor mexicano Diego Luna, el director sueco Ruben ™stlund y la actriz francesa Céline Sallette.

El otro largometraje argentino en el festival es una coproducción con Chile, Francia, Estados Unidos y España dirigida por el chileno Pablo Larraín. Se trata de “Neruda”, que debutó ayer en la sección paralela “Quinzaine des réalisateurs”. Está protagonizada por Luis Gnecco en el papel del poeta trasandino, junto a Gael García Bernal y Mercedes Morán.

También se verán tres cortometrajes. Uno dentro de la sección “Cinéfondation”, dedicada a apoyar nuevas generaciones de cineastas. Se trata de “Business”, de Malena Vain, película que debuta el próximo viernes. El jurado está compuesto por la directora japonesa Naomi Kawase, la actriz canadiense Marie-Josée Croze, el director francés Jean-Marie Larrieu, el director argentino Santiago Loza y el director rumano Radu Muntean.

Los otros dos cortos son coproducciones con Sudáfrica, país invitado de la “Factory de la Quinzaine des réalisateurs”, proyecto que junta nuevos talentos de distintos países para que produzcan un corto a dúo. Este año, de los cuatro cortometrajes resultantes, dos están codirigidos por argentinos: “Gallo rojo”, de Alejandro Fadel y el sudafricano Zamo Mkhwanazi, y “Paraya”, de Martín Morgenfeld y Sheetal Magan.

También estará presente en el festival el director Santiago Mitre, quien busca financiamiento para su próximo proyecto, “La cordillera”, un thriller político ambientado en una cumbre de presidentes en Chile.

Publicado en El Litoral

Andrea Testa y Francisco Márquez, directores de “La larga noche de Francisco Sanctis”, selección Un Certain Regard

La película está basada en la novela de Humberto Costantini, ¿qué les interesó particularmente de este texto para realizar su adaptación?

Andrea Testa: La novela en la que se basa la película tiene un punto de vista sobre la dictadura que nos parecía muy novedoso. Nos interesó meternos en estas personas que se creían fuera de la historia. Que podían seguir su vida cotidiana sin ningún contacto o aparentemente sin ningún contacto con aquello que estaba pasando. Yo no viví la época pero me llamó mucho la atención estos personajes, pensar en cómo podían vivir en un momento así. Creo que esta es una novela injustamente olvidada. Humberto Costantini no es de los autores argentinos famosos de la época. Y la verdad, es que a partir de la novela leímos un montón de él y es muy valioso. Es como un documento de época.

Francisco Márquez: Hay algo también de la novela que el cine no ha abordado mucho, que es la llamada mayoría silenciosa. Esa mayoría silenciosa jugó un rol claro en la consolidación de la dictadura. La película no busca juzgar pero sí problematizar, pensar y tratar de reflexionar sobre eso. Porque además el abordaje de la mayoría silenciosa nos parece que es un conflicto sumamente actual. Porque en definitiva lo que está en juego, es cómo nos relacionamos con la historia. Cómo nos constituimos como sujetos políticos de manera consciente.

Basándose en el libro más la información con la uno cuenta actualmente, ¿cómo construyeron el personaje principal de Francisco Sanctis?

AT: En principio buscamos no juzgar lo que le pasaba a él. Lo que más nos repetíamos era esta imposibilidad de él de decir lo que le estaba pasando, creo que eso fue lo que más nos ayudó a construir el personaje. Él calla todo el tiempo. No queríamos que expresara para así complejizar lo que le pasaba. Creo que Diego Velázquez, el actor, pudo comprender y construir junto con nosotros todos esos matices.

FM: Yo creo que para construir el personaje nos sirvió mucho tratar de pensar la época. Leímos algunos libros. Uno llamado “Los años setenta de la gente común”. Que es un ensayo sociológico, digamos, que investiga ciertos imaginarios y forma de vida desde una perspectiva sociológica de la clase media en la Argentina en los setenta. Después leímos  una tesis universitaria sobre la clase media en la Argentina en los setenta. También nos sirvió mucho unas fotos que vimos de Marcos Zimmermann, que sacó en la calle a transeúntes de forma clandestina. En esas fotos uno ve los rostros de las personas y es como que entiende todo. Hay algo que no está en la película, pero el libro tiene una estructura en donde hay varios flashbacks. Eso nos sirvió para conocer al personaje, para construirlo, construir la familia y los vínculos.

¿Trabajaron con referencias cinematográficas, considerando la película responde a un género?

FM: Hay una apuesta que tiene la película y es pararse en un género. Un género que permita un diálogo con el público más amplio, ya que son códigos que todos de alguna manera manejan. A partir de ahí la película se va deformando. Deja de ser una película de género clásico, en el sentido de que es una película muy sensorial, muy climática, de mucha atmósfera y por otro lado es una película que intenta construir sentidos junto con el público. Es una película que te deja una sensación como incómoda y angustiante o con algo en la garganta. En ese sentido hubo referencias que nos ayudaron mucho para entendernos. Uno sería Hitchcock, que es un autor que conocemos muy bien. La película tiene algo de él en el orden de su personaje, que es un personaje ordinario envuelto en una situación extraordinaria. Después trabajamos con referencias muy variadas, desde Wim Wenders a Léos Carax. Cada referencia estaba orientada a una cuestión en específico. Vimos películas donde los arcos dramáticos de los personajes son tan intensos como este que vivía Sanctis. Nos sirvió mucho “El aficionado” de Kieslowski; incluso “Después de hora”. Para el trabajo sonoro vimos “Damnation” de Béla Tarr y “La conversación” de Coppola. Las referencias iban en función de un criterio propio que tenía la película.

Siempre dicen que es muy difícil hacer una película de época por ser muy costosa. ¿Cómo fue en el caso de ustedes esto?

AT: Fue muy trabajoso porque no contábamos con un presupuesto grande. Hicimos un trabajo muy arduo de todas las áreas, donde diariamente vimos nuestras verdaderas posibilidades. Escribimos el guion pensando en eso. Cuando se incorpora la jefa de locaciones nos dijo que era imposible de hacer. Eso nos hizo revisar el guion y releerlo. Y no sacar cosas, sino sustanciar lo que teníamos y también poder cuestionar el guion. Preguntarse: ¿Esto realmente es necesario? ¿Qué está contando? ¿Qué necesitamos de esta escena? El trabajo de arte y de ambientación fue impecable porque con poco presupuesto pudieron hacer sentir la época. La película no busca ostentosamente mostrarla, sino de alguna manera transmitirla.

FM: La cuestión presupuestaria también termina planteando desafíos. No intentamos hacer una película con lo que no teníamos, sino trabajar estas limitaciones creativamente. Por ejemplo, al ser de época había muchas cosas que no se debían ver, entonces comenzamos a trabajar la oscuridad. Y esa oscuridad empieza a jugar creativamente porque en esa oscuridad está el terror, está el miedo, está el horror. Las carencias buscamos resolverlas creativamente y sin abandonar una voluntad de querer contar algo.

Esta es su primera película y participa en Cannes, el festival más importante del mundo. ¿Cómo llegaron a esta instancia?

FM: Fue muy inocente. Armamos un Blu-ray y lo mandamos. Llenamos la inscripción y pagamos el fee por las dudas. Hay un cine industrial y comercial, y hay un cine de festivales. Hay un mercado, sobre todo en Europa, para ciertas películas latinoamericanas. Hay películas que se hacen diseñadas para festivales, especulando y pensando en determinado festival. Nosotros no la hicimos de esa manera. La hicimos y la mandamos. Entrar al festival de Cannes sin ningún tipo de mediación creo que habla muy bien del festival. Siendo sincero, la mandamos sin saber si la iban a ver siquiera.

AT: Mandamos a todos los festivales grandes, no porque creyéramos que iba a quedar sino porque hay que empezar por algún lado y después se puede bajar las expectativas. Esta es una película que trabajamos muchísimo. Hace muchísimo tiempo que venimos con el proyecto, con el guion… Eso siempre lo resaltamos porque es mucho trabajo y hay que persistir y seguir aunque haya momentos de decaimiento. Esto es un premio ya maravilloso. Estar ahora con la película en Cannes es una dimensión que no esperábamos. Y es muy valioso no solo para nosotros, sino para estas películas que son chicas pero tienen mucho para decir y necesitan hacerse también.

¿Piensan que estar en un espacio así valida un tipo de producción?

FM: Hay todo un discurso que plantea que en Argentina se hacen demasiadas películas. Y, ¿quién sabe? Tal vez la nuestra sobraba. Para mí es un hecho político que estemos ahí. Y queremos hacernos cargo de eso de alguna manera. De una manera que no sabemos cuál es todavía. Pero sí hacernos cargo. No es sólo que va nuestra película, sino que va nuestra película pero también va una forma de producir y una forma de entender el cine que compartimos con un montón de gente.

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