Cultura: amenazas y resistencias

PILOTOS Y AYUDANTES DE BUSES URBANOS PROTESTARON CON BLOQUEO DE CALLES Y CONCENTRACION FRENTE A LA MUNICIPALIDAD DE GUATEMALA POR EL COBRO DE MULTAS DE TRANSITO DEPARTE DE LA MUNICIPALIDAD DE GUATEMALA.
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Para analizar este fenómeno repasaré una serie de hechos que están íntimamente relacionados. Hace varios años ese fenómeno llamado “cultura” carecía de espacio e interés en la agenda de Arzú como político. Allá por la década de los dos mil, el edificio de correos estaba en total abandono, vacío y empolvado. Luego de muchas gestiones, grupos de artistas independientes se fueron apropiando del espacio.

Caja Lúdica, el grupo de teatro Rayuela, el colectivo de escritores Folio 114 y varios muchachos que practicaban breakdance (quienes después formarían Trasciende) habitaron el espacio, le dieron vida, y durante algunos años Correos fue la utopía de los artistas independientes: Un  espacio que estimulaba  la creación.

A la municipalidad de Guatemala no le interesaba el espacio,  mucho menos los grupos que ahí habitaban y creaban. En algún momento de la historia, ante una dinámica funcional y un flujo constante de ideas y personas, Mono de Oro vio una posibilidad política y económica en el espacio, empezó a tener interés en apropiarse del movimiento cultural que sobrevivía sin intervención estatal pero que despertaba el interés de la población y las visitas se hacían cada vez más constantes al lugar.

Arzú empezó a maniobrar para apropiarse de todo lo que sucedía en Correos y querer venderlo como su propia iniciativa. Poco a poco la municipalidad empezó a intervenir el espacio. Primero como un simple administrador que imponía reglas, después se convirtió en un inquisidor que a diestra y siniestra decidió quien se quedaba, sacando al final a todos los grupos independientes porque no se alinearon a sus intereses.

El edificio fue institucionalizado y se convirtió en el Centro Cultural Metropolitano. Los grupos artísticos que dieron vida al espacio se vieron obligados a emigrar y buscar nuevos lares donde realizar sus proyectos, sin embargo eso no los protegió del acoso municipal.

Recuerdo la vez en que llegué a la primera sede de Trasciende en la 11 calle,  pregunté por curiosidad la razón por la que siempre mantenían las persianas cerradas. Resulta que a la administración de Mono de Oro le incomodaba la música y los grafitis que adornaban el espacio, hacían ver fea a la ciudad según la alcaldía. –Si no acatan las órdenes, los echamos, decían.

Actualmente la mayoría de estos grupos que habitaron el Edificio de Correos han desaparecido ante la falta de apoyo y espacios, Caja Lúdica tiene problemas para encontrar una sede adecuada a sus funciones y necesidades, Trasciende pasó por varios espacios y actualmente no cuenta con una sede física.

Un grupo de muchachos se junta todas las tardes,  parece un acto de resistencia silenciosa, practican breakdance en las aceras del Parque San Sebastián, justo dónde antes un grupo de deportistas extremos fue sacado a la fuerza por la municipalidad.

Arzú sigue gobernando con el modelo de privatización que caracterizó a su gobierno, y lo ha aplicado a la cultura, cuando Caja Lúdica tenía su sede enfrente del Parque San Sebastián llegó La Muni y a la fuerza pintó el edificio histórico de verde cartuja, ese color mierda  “Muni” que ponen por todos lados, como una forma de decir “La Ciudad es nuestra, o no es”.

Ese verde mierda muni ha sido parte de su estrategia de comunicación. Arzú ha pintado con ese maldito color TODO: Desde el uniforme de los esbirros de Emetra, las pasarelas, los mercados, los parques, vistió así hasta a los vendedores de flores, y  lo haría con las iglesias y las putas, pero la doble moral no se lo permite, sino sería común ver chiches verdes de noche.

Pese a que antes la municipalidad tapaba los grafitis y echaba a los que practicaban patineta del San Sebastián, Arzú pinto de verde mierda muni las pistas de deportes extremos y el fondo de los murales de grafiti que mandó a hacer, porque si La Muni lo hace o lo promueve no es malo, no es clandestino, es aceptado.

A Mono de Oro no le interesa la cultura, le interesa que la cultura adorne la ciudad,  que se vea bonita y que no sea contestataria, vos nunca vas a ver a La Muni promoviendo la creación artística, la generación de pensamiento crítico, apoyando propuestas culturales que inviten al diálogo y la reflexión de la realidad.

Todo es maquillaje  verde mierda muni, tienen privatizada la calle. La calle es nuestra, es de todos, y aun así se debe de pedir permiso hasta para respirar o al menos eso quisiera si pudiera. Cuando Barba Roja Records quiso hacer un concierto en la calle  en el 2014, tuvo que cumplir todos los requisitos que le exigía La Muni. En el evento iban a participar grupos de ska, hip hop, y reggae. Tres días antes de la fecha del espectáculo al aire libre, sin explicación alguna a La Muni se le roncó quitar el permiso.

Cuando Mono de Oro quizó poner el Transmetro en la sexta avenida, fueron los artistas callejeros y los peatones los que ocuparon el espacio y lo dinamizaron, porque la cultura es un fenómeno social, nunca privado e imposible de privatizar. Pero Arzú  cambió de opinión al ver la dinámica social de la sexta y dejó de pensar en convertirla en una vía exclusiva de transporte, entonces ideó un proyecto económico a costillas del fenómeno cultural.

Así obligaron a  locales históricos a cerrar sus puertas para darle paso al proyecto de renovación, porque todo se debía ver bonito,  por ejemplo  el restaurante “Fu Lu Sho” famoso por ser uno de los preferidos de Miguel Ángel Asturias para beber, ahora comparte su espacio  con dos restaurantes de comida rápida, y el diseño original dejó de existir.

Esta prepotencia y apropiación del fenómeno cultural, el querer desechar todo lo que no se acople a su pobre concepto  cultural, ese concepto cargado de intereses políticos y económicos, siempre dejará afuera a los movimientos artísticos que no se alinean a sus intereses.

Arzú cierra bares a su antojo como Los Lirios y el Rock Ol Vuh (a pesar de que este último bar ya cuenta con un amparo a su favor en la Corte de Constitucionalidad, y que es un precedente para los casos similares, en dicho amparo se señala a la Municipalidad de abuso de poder y extra limitación de funciones).

Sergio Fernando Taz denunció en su momento que el viernes 22 de abril de este año, la municipalidad irrumpió violentamente, con más de medio centenar de agentes (incluyendo antimotines), alrededor de 15 vehículos taparon la cuadra completa. Los agentes no llevaban ninguna orden para realizar el operativo.

“Las acciones de la Municipalidad usurpan la función del congreso, porque se basan en leyes y reglamentos municipales que son opuestas al marco constitucional del país, y se usurpa al poder judicial al actuar en nombre de un empleado administrativo municipal que se dice ser juez y que falla de manera antojadiza y abusiva para favorecer los intereses de una agenda oscura y propia, violando el debido proceso”. Señala Taz en su página personal defeisbuc.

Al menos 15 comercios reconocidos como bares, centros culturales, café bar o tiendas que venden bebidas alcohólicas en el Centro Histórico, han sido cerrados en las últimas semanas, declaró Carlos Sandoval, vocero Municipal, quien aduce que los mismos no cumplen con los permisos requeridos.

Publicado en Barrancópolis
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