Argentina: a los 100 años murió el director de tango Horacio Salgán

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(Foto: Soledad Aznarez)

Pianista, compositor y director de orquesta argentino, considerado uno de los máximos referentes del tango y uno de los iniciadores del llamado»tango de vanguardia».

En su desempeño como ejecutante musical se destaca su dúo con el guitarrista Ubaldo de Lío, uno de los hitos de la historia del tango y el Quinteto Real, que ambos formaron en la década de 1960 junto a otras grandes figuras del tango, como Enrique Mario Francini(violín), Pedro Laurenz (bandoneón) y Rafael Ferro (contrabajo).

Entre sus obras se destaca el conocido tango A fuego lento. En 2005 recibió el Premio Konex de Brillante, máximo reconocimiento de la Fundación Konex, por su lugar en la Música Popular.

Desde que nació, oía a su padre tocar el piano en el salón de la casa como aficionado. Comenzó a estudiar piano a los 6 años de edad. A los 13 ya era el mejor alumno del Conservatorio Municipal, donde tocaba obras de Bach,Beethoven, Chopin, Debussy y Ravel. Debido a las necesidades económicas de su familia, en 1930 (a los 14 años) empezó a trabajar, acompañando al piano en las matinés del cine de su barrio.

Tocó en orquestas de baile, casamientos y afines, y como organista de iglesia. A los 18 se sumó al plantel de Radio Belgrano como solista. Pronto fue convocado por otras radios como solista, acompañante de cantantes y miembro de orquestas de los más diversos géneros. Acompañó al dúo folclórico Martínez-Ledesma, relevando a dos pianistas que le antecedieron: el «Mono» Villegas y Carlos García.

A los 20 años fue descubierto por Roberto Firpo (director de orquesta típica), quien contrató a Salgán para su orquesta. Ese mismo año (1936) debutó como arreglador de la orquesta de Miguel Caló.

A fines de 1942 realizó su primera grabación (en la compañía discográfica RCA), y en 1944 convocó a varios músicos de tango para crear su propia orquesta. Lo despidieron de Radio Belgrano y más tarde del sello RCA porque consideraban que su orquesta sonaba «rara» (con demasiadas disonancias) y su cantante Edmundo Rivero cantaba «mal» (con ritmo demasiado sincopado). No quedaron registros de esa primera orquesta, ni de los primeros tangos con Edmundo Rivero.

Su orquesta duró hasta 1947. A partir de ese momento, Salgán se dedicó a componer y a enseñar, y en 1950 regresó con una nueva orquesta.

Algunas obras de los años cincuenta utilizaban disonancias cuidadosamente estudiadas, y tenían instrucciones para los cantantes de su formación para que no coincidieran sincrónicamente con el ritmo de la orquesta. Esto hacía que sonara demasiado avant garde para el gusto de la mayoría de los amantes del tango.

En 1950, graba con Ástor Piazzolla, quien en la década siguiente se consagrará como máximo exponente del tango de vanguardia, un EP titulado Para fanáticos solamente, que en el Lado A lleva dos temas interpretados por Piazzolla y en el Lado B tiene «A fuego lento», que se convertirá en uno de los temás más célebres de Salgán.

En 1957 conoció al guitarrista Ubaldo de Lío. «Él venía a escucharme al local «Jamaica», y nos quedábamos tocando. A Ubaldo le gustaba mi orquesta y conocía mi estilo. Ahora ya llevamos casi cuarenta años tocando juntos».

En 1960 formó y dirigió el Quinteto Real, cuyo objetivo era crear tangos instrumentales diseñados más para escuchar que para bailar. Fue uno de los grupos de tango más sólidos que se ha conocido,.

En 1970 tocó en el Lincoln Center (de Nueva York) y en 1972 en elTeatro Colón (de Buenos Aires). En 1973 grabó, junto a su compañero de muchos años Ubaldo De Lío, el cantante tucumano Miguel Monteroy su Nuevo Quinteto Real, el disco Los cosos de Buenos Aires, con letras de Roberto Lambertucci. Participaron de ese nuevo quinteto, los consagrados músicos Antonio Agri, en violín y Leopoldo Federico en bandoneón. En 1976 estrenó el Oratorio Carlos Gardel (de 42 minutos), con letra del poeta Horacio Ferrer. Utiliza los elementos usuales de un oratorio: orquesta, coro, recitante y solistas, y contiene ritmos de tango, zamba, milonga campera y malambo.

En los años ochenta volvió a tocar con el cantante Edmundo Rivero, esta vez dejando un registro fonográfico. Grabó también algunos tangos con el famoso cantor de tangos Roberto Goyeneche y también con Horacio Deval.

En casi ochenta años como profesional (desde 1930), compuso o arregló unas 400 obras. Su uso del piano es casi orquestal. Por eso las obras resultan bastante difíciles. Ha asumido el compromiso de tocar todo lo que escribe, ya que dice que «Sería injusto dejarles el problema a los demás».

Se considera el único tanguero abstemio: «Para muchos, yo era el gil del ambiente. Se preguntaban: “¿Y este tipo cómo se divierte?”. Pero nunca me aburrí. Sólo puedo decir que siempre tuve otras maneras personales de divertirme».

En 1998 actuó en Tango, no me dejes nunca, nominada al Oscar en el rubro Mejor película extranjera, haciendo de sí mismo como parte del Nuevo Quinteto Real (una nueva versión del grupo que lideró en los años 70).

En 2005 recibió el Premio Konex de Brillante al mejor músico popular de la década en la Argentina, otorgado por laFundación Konex.

Su última actuación ante un público masivo fue en 2010, en el marco de los festejos por el Bicentenario del 25 de mayo de 1810 en la Argentina. Allí tocó por última vez junto a su amigo y compañero de décadas en el Quinteto Real, Ubaldo de Lío(1929-2012).

Actuó con su orquesta en la película documental Café de los maestros (2008) dirigido por Miguel Kohan y en el álbum Café de los Maestros Vol. 1 y 2 (2005) en el que registró A fuego lento y La llamó silbando.

Publicado en La Prensa

A los 100 años murió Horacio Salgán

La Academia Nacional del Tango confirmó el fallecimiento del autor de “A fuego lento” y creador de un estilo personal que causó admiración en artistas de la talla de Daniel Barenboim, Arthur Rubinstein e Igor Stravinsky. Fue director, pianista, compositor y rreglador. Sus “arreglos”, muchas veces, ya no son arreglos sino las versiones definitivas de esos tangos.

Horacio Salgán había cumplido 100 años el pasado 16 de junio, lo que había motivado los más diversos homenajes en distintos ámbitos de la cultura. Irradió su técnica hacia la música brasileña, peruana, el jazz y lo clásico. Del mismo modo, el tango de Salgán lleva una dosis de las tradiciones musicales del continente.

Su figura alcanzó tal dimensión que distintos homenajes se montaron luego de que cumpliera 100 años, el 16 de junio pasado, entre ellos el concierto que ofreció Barenboim en el Colón el 29 y 30 de junio pasado y también un ciclo titulado Celebración Salgán que se sigue desarrollando en el marco del Festival de Tango de la ciudad y en el que 18 pianistas de distintas extracciones como el jazz, el tango y el folclore releen e interpretan sus composiciones.

Horacio Adolfo Salgán nació en 1916 cerca del Mercado del Abasto. Su padre, músico intuitivo, tocaba el ṕiano y la guitarra y él comenzó a estudiar a los 6 años. A los 13 era el mejor alumno del Conservatorio Municipal, donde estudió a los músicos clásicos con carta de ciudadanía romántica.

De niño tocaba el piano como número vivo en las películas mudas y a los 18 se incorporó a Radio Belgrano. También fue parte de los elencos musicales de Excelsior, Prieto, El Mundo y Stentor.

Su ingreso a la «primera liga» del tango fue a los 20, de la mano del director Roberto Firpo. Poco después se convirtió en arreglador de la orquesta de Miguel Caló. Su primer encargo fue para hacer una versión de “Los indios”, de Francisco Canaro.

En 1944 fundó su propia orquesta (cuatro bandoneones, cuatro violines, viola, cello, contrabajo y piano). “La idea de formarla de alguna manera está determinada por la composición. Empecé a componer porque quería hacer tango de una manera determinada. No con la idea de ser compositor, sino con la de tocar tangos como a mí me gustaba».

«Lo mismo sucedió con la orquesta. Como a mí me gustaba interpretar tangos a mi manera, la única forma era teniendo mi propio conjunto. Hay gente a la que le gusta ser director de orquesta, pero a mí me interesó mi vocación pianística. Sin ninguna intención de crear nada”, explicó para el libro “Horacio Salgán: la supervivencia de un artista en el tiempo” (1992).

Por entonces Astor Piazzolla, que trabajaba con la orquesta de Aníbal Troilo, se escapaba en los intervalos para escuchar la orquesta de Salgán, que tocaba en otro bar cruzando la calle. Alguna vez le confesó que tras cada concierto, encandilado por las virtudes del pianista, se replanteaba su capacidad como orquestador.

La experiencia de la orquesta duró apenas tres años. El espíritu mercantil de la radio determinó su expulsión, en 1947. Su ambición musical no tenía lugar para un pulso mediático determinado por la repetición de lo ya probado. Su orquesta -afirmaba el director de Radio El Mundo- sonaba “rara” (disonante) y sus cantor, Edmundo Rivero, cantaba “mal” (sincopado).

Se recluyó en el estudio y la enseñanza. Reapareció en 1950, con otra formación, y en 1957 conoció al guitarrista Ubaldo de Lío. Con él conformó el Quinteto Real -emblemática formación del tango, que todavía persiste al mando de su hijo, César Salgán- con Enrique Mario Francini (violín), Rafael Ferro (contrabajo) y el bandoneonista Pedro Laurentz, otro de los padres del tango. Música para escuchar más que bailar, era el axioma del quinteto.

Tuvo más formaciones: sus trabajos con Dante Amicarelli y el Nuevo Quinteto Real, con De Lío, Leopoldo Federico (luego reemplazado por Néstor Marconi), Antonio Agri y Omar Murthag. En 1970 tocó en el Lincoln Center de Nueva York y en 1972 en el Teatro Colón.

Su última actuación para el público masivo fue en 2010 para la celebración del Bicentenario del 25 de mayo de 1810.

Escribió temas como “Don Agustín Bardi”, “Grillito”, “A fuego lento”, “Cortada de San Ignacio”, entre algunos. Apuntaló a cantores como Edmundo Rivero y Roberto Goyeneche, y realizó una tarea inmensa como “arreglador”, aunque rechazaba esa palabra que sugería que había «algo roto» en las partituras originales.

“Yo nunca lo aclaré, pero en la orquesta o en el dúo con De Lío todos los arreglos fueron míos. Escribí de la primera a la última nota desde aquella primera orquesta que fundé en 1944. Nunca se me ocurrió poner ese dato en ninguna grabación. No lo creí necesario. Pero ¿qué resulta ahora? Que un grupo europeo graba un CD con mis arreglos para quinteto y figura como arreglador el pianista”, se asombró alguna vez.

Sobre el denominado «tango electrónico», contestó alguna vez con amabilidad y firmeza: “Lógicamente pienso que hay que empezar a tocar el tango como es y después hablar de las variantes. Antes de dar un salto mortal hay que aprender a caminar. Después, el tiempo dirá”.

Publicado en Página 12

Recordando a Horacio Salgán: nueve conciertos y 18 pianistas celebrarán al maestro

Festival del Tango de Buenos Aires seguirá adelante con los numerosos homenajes que tenía previstos para conmemorar los cien años del pianista y compositor Horacio Salgán, que murió hoy.

Para esta ocasión y por primera vez, se convocó a 18 reconocidos pianistas de diferentes generaciones y estilos musicales para comandar nueve conciertos, que se celebrarán desde hoy y hatsa el viernes 26, en el Auditorio y la Sala de Cámara de la Usina del Arte, Caffarena 1.

Los protagonistas de estas actuaciones interpretarán arreglos y obras inéditas del maestro. El calendario es el siguiente:

Hoy, a las 20: Andrés Linetzky y Diego Schissi

Los pianistas y compositores, que a la vez dirigen sus propios grupos, iniciarán el ciclo de solistas.

Mañana: Guillermo Romero y Ernesto Jodos

Referentes del jazz argentino interpretarán un repertorio especial ligado a la improvisación. A las 20, en la sala de cámara.

Pasado mañana: Matías Martino Trío

El lunes: Miguel Ángel Barcos y Sonia Ursini

Barcos se formó en las orquestas típicas de los 60 y Ursini cuenta con una formación de raíz clásica. Ambos tocan parte de la obra tanguera de Salgán y ofrecerán un show el lunes, a las 20, en la Sala de Cámara de la Usina del Arte.

El martes: Agustín Guerrero, Juan Martín Scalerandi, Joel Tortul y Martín Tesa

Dos dúos de la nueva generación tanguera celebrarán el mítico dúo Salgán-De Lío e interpretarán composiciones y arreglos propios. Actuarán el martes, a las 20.

El miércoles: Paula Shocron y Francisco Lo Vuolo

Estos dos pianistas del jazz contemporáneo argentino tocan desde la espontaneidad y la improvisación. Ofrecerán un concierto el miércoles, a las 20.

El jueves: Hilda Herrera y Nicolás Ledesma

Herrera interpretará, entre otras, una vidalita de Salgán dedicada a Daniel Barenboim. Además, ella y Nicolás Ledesma tocarán un arreglo a cuatro manos. Lo harán el jueves, a las 20.

El viernes 26: Quinteto Real

Creado por Salgán en 1959, el quinteto perdura hoy bajo la dirección de su hijo, César Salgán. Este grupo interpreta los geniales arreglos originales que el maestro compuso para antiguos tangos orquestales y para su propia obra. Lo componen César Salgán (piano), Carlos Corrales (bandoneón), Julio Peressini (violín), Esteban Falabella (guitarra) y Juan Pablo Navarro (contrabajo). Actuará el viernes 26, a las 19.

El viernes 26: Cuatro pianistas, dos pianos

Cristian Zárate, Abel Rogantini, Pablo Estigarribia y Nicolás Guerschberg interpretarán el viernes 26, a las 21, arreglos originales sobre obras de Horacio Salgán, solos y a dos pianos, en el Auditorio de la Usina del Arte.

Publicado en La Nación

 

Fuente: Solo Tango

 

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