El arte multifacético de Mendel Samayoa

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Mendel Samayoa es un artista polifacético; arquitecto de profesión que ha experimentado con un amplio abanico de las artes: el cine, el teatro, la fotografía y la pintura; esta última, como él mismo manifiesta, es su faceta más personal, más introspectiva, un ritual frente a un lienzo en blanco en donde surge la musa que lo desnuda, que lo exorciza y libera, aquí declara sus emociones y pasiones más profundas, a través de trazos y colores. Se trata de un gesto de honestidad, a partir de la trasmutación de la realidad.

Mendel afirma que su visión artística se inclina particularmente al movimiento surrealista iniciado por grandes maestros como André Breton –en la literatura-, Salvador Dalí –en la pintura- y Luis Buñuel –en el cine-. Este movimiento, como el mismo Breton lo especifica en el primer Manifiesto Surrealista (1924), es básicamente “Un dictado del pensamiento, sin la intervención reguladora de la razón, ajeno a toda preocupación estética o moral”.

Dos obras pictóricas incluidas en su más reciente exposición “Relatos Asimétricos” llamaron mi atención poderosamente; la primera fue “Coraje”, en donde se aprecian mujeres con coloridos perrajes que instantáneamente me hicieron recordar el juicio por la violencia sexual, sufrida por mujeres en el destacamento militar de Sepur Zarco, en donde varias mujeres mayas se presentaron a declarar las infamias y atrocidades sufridas durante el conflicto armado interno, por la fuerza militar. Armadas con una de las pocas cosas que no les pudieron arrebatar: su dignidad.

La segunda obra que me cautivó fue “Testigo”, al instante asocié esta pintura con la película de Alfred Hitchcock “La ventana indiscreta”. Pero luego, al contemplarla un poco más, me invadió un sentimiento de soledad, de desesperanza, una sensación de aislamiento, de mutismo. Individuos desencajados, parecidos a los que describe José Saramago en su novela Ensayo sobre la Ceguera, internados en cuarentena, ciegos enfrentándose a lo más primitivo de la naturaleza humana.

Más tarde tuve la oportunidad de conversar y hacerle algunas preguntas al autor acerca de su obra y el arte en general, estas fueron sus reflexiones:

¿Cuál debe ser la posición del artista frente a un mundo en donde lo subjetivo se ha apoderado del arte?

El artista, a veces, es solamente un intermediario entre su corazón y las emociones del observador; es un mensajero. Otras veces, es un soliloquio entre su alma, su corazón y su oficio. La posición del artista es verse, ver lo que tiene dentro y abrirlo. Dejarse conmover y ser lo suficientemente corajudo para transmitirlo tal cual lo percibe, con la menor cantidad de filtros o poses posible (es muy complejo que sean cero), sin explicaciones ni ideas preconcebidas, un sentimiento puro, puramente transmitido es mucho más grande que una idea, por pura que sea.

¿Una obra de arte debe explicarse o se explica por sí sola?

Mi experiencia es visual, está bastante alejada de las explicaciones, de los discursos y las instrucciones o panfletos para disfrutarle. Entiendo que entre más explicaciones necesite cualquier gesto, se aleja un poco más del lenguaje puro entre los sentimientos. Por supuesto que se puede conmover desde las ideas; pero siempre será más directo desde el sentir, sin el filtro del pensar, como la poesía.

Charles Baudelaire decía: “lo bello es siempre raro. Lo que no es ligeramente deforme presenta un aspecto inservible” Como artista ¿Qué valor le das a esta afirmación?

Mi personalidad siempre se ha inclinado a preferir lo rústico a lo pulido, lo imperfectamente conmovedor a lo nítidamente espectacular. Prefiero lo que presenta las cicatrices de una enorme batalla a lo recién estrenado. Me conmueve lo áspero, lo melancólico, lo desgastado y lo incompleto ante la nitidez de la materia en siliconada de lo novedoso. Aunque no comulgo con lo descuidado, menos con lo vulgarmente mediocre o sucio. Hay una enorme distancia y se aprende a percibirla.

Quiero contribuir a la emancipación del alma, donde la tecnología aún no ha llegado, a lo hecho con las manos, lo bien hecho con esos pequeños detalles que se perciben humanos.

La exposición “Relatos Asimétricos” permanecerá abierta al público en el Palacio Nacional de la Cultura hasta el 28 de Agosto. Una excelente oportunidad para sumergirse en un universo asimétrico y surreal, en donde el sentimiento y lo imperfectamente bello, triunfa sobre la razón. Entrada libre

Fundador de la galería taller Caos. A partir de allí, Mendel extiende sus alas del acrílico hacia un óleo cada vez más expresivo y logra colocar un famoso políptico de cuatro piezas en galerías de París, Francia. Recientemente se ha inclinado hacia un surrealismo antropomórfico siempre con su marca de trazo gestual, fuerte y de gran carácter en carboncillos o tintas sobre impactantes paletazos de firmes capas de colores casi en relieve sobre lienzos y canvas variados.

Sus más recientes participaciones se han tenido lugar en Londres, durante octubre de 2015 y abril de 2016 en The other art fair.

 Publicado en La Hora
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