El arte callejero y la tradición

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Por Jorge Caballero

Dirigida por Mauricio D’Aguinaco, este fin de semana se estrenó Aerosol,cinta mexicana que recoge la tradición de los tlacuilos aztecas y hace anclaje con su equivalentes modernos: los grafiteros y toda la cultura hip-hop. Cuenta con la participación de Christian Vázquez, Marco Pérez, Dante Spinetta, Vanessa Bauche, Paco Ayala, Zyria Fernández, Andul Zambrano, Quique Rangel y Yuriki Lee,

D’Aguinaco confesó la génesis de la idea de realizar Aerosol: “Después de casi 15 años, siendo director de arte y diseñador de producción establecido en Hollywood, miembro de la generación de El Chivo Lubezki –con quien hice Un paseo por las nubes y Como agua para chocolate, con Alfonso Arau como mentor–, me sentí cansado de filmar para el cine gringo, conecté con mis raíces y decidí regresar a México, enseñar lo que había aprendido allá e incursionar en la producción audiovisual como productor y director.

“Así que opté por comenzar con un documental en el que intentaba plasmar que los mexicanos pintan paredes desde los tlacuilos, antiguos mexicanos; también pirámides, códices, frescos (Teotihuacán, Bonampak, Cacaxtla); los muralistas Diego Rivera, José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros, quienes, entre otros, hicieron de este arte el legado de nuestra cultura a la historia del arte universal; incluso a los chicanos, que enarbolan su pasado mexicano en murales y el arte del grafiti en el sur de Estados Unidos; a los grafiteros de Neza, Iztacalco, Ecatepec, que vi narrar sus historias en las paredes de la ciudad.”

Tres personajes, tres

Continuando con su explicación, D’Aguinaco agrega: “Junto a Roco, de Maldita Vecindad, y Juan Castro, comencé una investigación que me llevó a conocer a tres personajes: un grafitero de Neza y su novia Drama, quien era una bailarina B Girl.Escuché sus aventuras y después conocí a MC Luka, a Big Metra, al diyéi Aztek y a otros jóvenes que con el tema del hip-hop soñaban algún día salir del barrio y de un entorno nada grato. Ahí comencé a ver una historia que me recordaba mi adolescencia en Mazatlán, donde fui diyéi y crecí entre pandillas y narcotraficantes.

“Mi intento de ser actor fue la razón de emigrar a Estados Unidos, de mojado, a ver de cerca el pandillerismo de los años 80, problema de seguridad nacional número uno en ese país.”

Pero el azar también jugó su papel, según explica: “En la investigación, Roco me presentó al fotógrafo Federico Gama, y su serie cholos en Neza, y de pronto vi un peligro que había experimentado antes en esos otros lugares, creciente ahora en nuestro país: pandillas, crimen,narcomenudeo en el barrio; los jóvenes presas del crimen organizado. Utilizando el romance de estos temas en los chavos, viendo el peligro que se avecinaba, comencé a escribir esta ficción”.

Desde el punto de vista del director, Aerosol tiene dos puntos importantes: “Siento y veo que México se encuentra en una descomposición social muy grave; la falta de valores y el mal ejemplo de sus líderes ya es evidente muestra de que carecemos de ejemplos positivos que brindar a los jóvenes. Yo quise hacer algo al respecto.

“En segundo lugar, nuestra cinematografía va de un cine de arte que gana festivales internacionales, pero no conecta con un público masivo; por ende, no invita a reflexionar desde perspectivas más entretenidas, ni a que el cine mexicano se vea en sus salas originarias (somos el segundo mercado de consumo para los estadunidenses); un cine de comedias románticas o películas que no alimentan una reflexión, lleno de soluciones superfluas que nos hacen pensar que así es como debe ser el mexicano.

O sea, no ayuda a construir una mejor cinematografía de consumo. Considero que en México esta industria está muy mal, y yo creo que carece de ideas, y por eso los cineastas mexicanos vivimos del Estado, no de la taquilla (además de tantos errores de nuestra legislación). El cine es mágico y crea sueños, pero en el país no veo que esos sueños estén bien fundamentados para ayudar a la construcción de una mejor sociedad; por eso intenté hacer algo con esta película. Esta es mi propuesta de un quehacer que entretenga, que colabore en abrir una tercera vía.

Para lograr esta idea, así como fusionar el lenguaje del cine con el cómic, el videojuego y la animación D’Aguinaco pensó en los jóvenes; me interesó mucho el reto, y eso me urgió a buscar elementos para ellos. Fue difícil encontrar alguien que me dejara colaborar en ese ámbito y hallé a un muchacho, Juan Blanco, quien también compartió el desafío conmigo. Lo demás, creo que tiene que ver con tantos años viendo imágenes y crear un híbrido con la experiencia de director de arte, diseñador de producción y mi respeto por esos creadores. Claro, la experiencia de filmar en México, Estados Unidos, Argentina, Cuba y Colombia ayudó. También con mis hijos, como ejemplos, al ver lo que a ellos les gusta, pero el proceso fue más de esfuerzo y terquedad por lograr algo; una búsqueda.

A la pregunta de cómo se dio la participación de los actores y músicos, el director explicó: “Los roqueros para mí son más cercanos que los cineastas, por mi experiencia como diyéi; su influencia en el entretenimiento masivo era necesaria para la película; cumplir su sueño de actuar en cine fue un complemento. Los jóvenes bailarines que lanzamos a la actuación fueron también parte de la búsqueda de que la película les cumpliera sus sueños de llegar a la pantalla grande.

En cuanto a los histriones como Marco y Vanessa, de la dupla de amores, quería apapachar a los nuevos talentos con talentos de trayectoria necesarios en mí, para balancear la pieza.

D’Aguinaco agregó: “Hemos tenido experiencias distintas conAerosol, la cual no han aceptado en ningún festival. Cineastas de trayectoria local artística y comercial la han criticado; algunos puristas dicen que creamos un nuevo género, otros que no es su estilo. Por otro lado, grafiteros y hip hoperos más dogmáticos disertan en que la película es más abierta en música y estilo; no de nicho.

Aceptación

“Otros comentarios que ha recibido Aerosol de gente cercana es que se trata de una película que refleja claramente la persona que soy, pues es de autor, y gente que la ve con cariño comparte que es honesta. Al público en general le gusta; jóvenes y adultos la aceptan. Por el mensaje que envían, muchos adultos me preguntan por qué no se ven más de estas película en los cines.”

Como colofón, D’Aguinaco dijo: “Me gustó la experiencia de buscar algo y casi lograrlo; la película es muy cercana a mi objetivo original, logré hacer lo que buscaba. Gente del gremio me ha preguntado si no me preocupan las críticas. La verdad no… lo que yo buscaba no eran premios ni éxito comercial… Creo que el reto era sacar una idea, un reto personal; saqué de mi cabeza algo que quería expresar, y agradezco al financiamiento me hay permitido hacerlo. Sólo quisiera haber tenido más recursos para promoverla, y que alcanzara un mayor público… a ver que dice el tiempo y a ver que dice el público”.

Publicado en La Jornada
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