Falleció el dramaturgo cubano Amado del Pino

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El dramaturgo, crítico literario y periodista cubano Amado del Pino falleció en Madrid a la edad de 56 años, según confirman varios de sus amigos en la red social Facebook.

“Ha muerto Amadito del Pino, un personaje inolvidable a quien aprendí a conocer muy temprano en su tipicidad y en su cubanía. Un personaje querible, agudo, en quien confluían desbordados el talento y la bondad. Dondequiera que estés, Amadito, siempre estarás en mis recuerdos”, escribió desde su perfil el periodista del diario Juventud Rebelde, José Alejandro Rodríguez.

Licenciado en Artes Escénicas por el Instituto Superior de Arte de La Habana, especializado en Teatrología y Dramaturgia, Del Pino es autor de reconocidas obras de teatro, entre ellas “Cuatro Menos”, “Tren hacia la dicha”, “Triángulo”, y “Penumbra en el Noveno Cuarto”, presentadas en salas de Cuba, México y España, entre otros escenarios.

Entre los galardones que recibió en vida, destacan el Premio Virgilio Piñera por su obra El zapato sucio y el Premio José Antonio Ramos, otorgado por la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), a su pieza Penumbra en el noveno cuarto.

Internacionalmente, fue reconocido con el Premio Internacional de Teatro Carlos Arniches por su obra Cuatro Menos, así como con el Premio Internacional de Periodismo Miguel Hernández por su libro “Los amigos cubanos de Miguel Hernández”, en coautoría con la periodista cubana Tania Cordero.

Como periodista, Amado del Pino fue jefe de la página cultural del diario Juventud Rebelde y redactor de la revista Revolución y Cultura.

Publicado por Cuba Debate

 

Amado del Pino, un fecundo legado

¿Te enteraste? Amado del Pino murió, se fue el amigo, el buen socio, un tipo tremendo, un cubanazo, el gordo de Clandestinos, una criatura sin sombras, leal, gente de ley, qué pena, qué pronto, qué huérfanos nos deja.

Así, de Madrid a La Habana, se supo este domingo la noticia. La partida del ser humano, de una criatura que conquistó muchísimos afectos, en primer plano. Pero junto al golpetazo vino el recuento: con Amado del Pino perdió la cultura cubana a uno de los más importantes dramaturgos de las últimas décadas, a un crítico teatral de aguda percepción y a un periodista que cultivó una manera original de concebir la crónica.

Durante los últimos años compartió su vida profesional entre Murcia, Madrid y La Habana; con una multiplicada actividad docente, promocional, escénica y periodística, que ni siquiera pudo interrumpir la enfermedad maligna que le causó la muerte pocos días antes de cumplir 57 años de edad.

Amadito nació en Tamarindo, poblado del municipio avileño de Florencia. Su temprana vocación por la escritura y el teatro lo llevó a estudiar en el Instituto Superior de Arte la especialidad de Teatrología. Con el título en mano realizó el servicio social en el Conjunto Dramático de Camaguey y luego se instaló en La Habana donde ejerció como redactor y editor de la revista Tablas.

Por esos años, la medianía de los 80, se ganó la simpatía del público con su participación en la película Clandestinos, de Fernando Pérez. Su despliegue histriónico fue reconocido por la crítica y los espectadores.

Pero ya desde entonces se comenzó a perfilar su trayectoria como dramaturgo: la pieza Tren hacia la dicha (1987)hizo que todas las miradas se concentraran en él. El crítico Osvaldo Cano dijo: “Es una obra plena de sutilezas y de honda enjundia poética, frases chispeantes o giros del habla popular que sorprenden y agradan al espectador, pero sobre todo resulta uno de esos cantos al amor y la esperanza que reconfortan y restañan las desgarraduras del alma”.

Otros importantes títulos suyos son El zapato sucio(Premio de dramaturgia Virgilio Piñera 2002); Penumbra en el noveno cuarto (Premio UNEAC 2003, existe una versión para el cine dirigida por Charlie Medina), Triángulo (2004), Cuatro menos (Premio Carlos Arniches, de Alicante, 2008).y Reino dividido (2011), dondepone a dialogar a Pablo de la TorrienteBrau y Miguel Hernández.

La fundación que lleva el nombre del poeta miliciano premió el ensayo Caminando con Miguel Hernández(2007). También publicó críticas y reflexiones en el volumen Sueños de mago (2004) y el ensayo Teatralidad y cultura popular en Virgilio Piñera (2013).

El periodismo cultural estará siempre en deuda con Amadito. Desde los tiempos en que fue redactor de Juventud Rebelde hasta la columna de opinión que fundó en Granma, sin olvidar sus contribuciones a La Jiribilla, Revolución y Cultura y La Gaceta de Cuba de la Uneac, se ocupó de reflejar acontecimientos culturales y sociales con sagacidad, desenfado y agudeza, a partir de un estilo propio.

Ese fecundo legado nos acompañará para siempre.

Publicado por Granma
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