La epopeya cultural de la revolución cubana

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El triunfo de la Revolución marcó una nueva etapa para la cultura cubana, la que en el calendario de la isla celebra su Día especial rememorando el 20 de octubre de 1868, fecha histórica en la cual se conjugó conciencia patriótica y arte.

Carlos Manuel de Céspedes, luego Padre de la Patria con su clarinada inicial en Yara de lucha contra la colonia española, tomó entonces la ciudad de Bayamo, luego quemada antes de entregada, y Perucho Figueredo revelaría allí la letra de «La Bayamesa», devenida Himno Nacional, fehaciente alianza del espíritu independentista y la música.

Ese prólogo magnífico de una guerra de independencia prolongada casi un siglo, permite entonces entender por qué en los más difíciles momentos del llamado período especial, en los años 90, Fidel planteara que lo primero que había que salvar era la cultura.

Todo empezó con la Revolución. La epopeya cultural desarrollada en más de 50 años ha cultivado el espíritu de los cubanos y la cultura es un derecho conquistado.

En el mismísimo 1959 nacían algunas de las múltiples instituciones artísticas y culturales sembradas ya en el país. Parecería no haber motivo para sorprenderse cuando se habla que en marzo se crearon el Instituto Cubano del Arte y la Industria Cinematográficos (ICAIC) y el hoy Instituto Cubano del Libro (nacido Imprenta Nacional), y en abril, la Casa de las Américas, instituciones símbolos de la cultura del país.

Y sin embargo… el asombro está indisolublemente ligado a esas acciones iniciales. ¡Tanto por hacer! y la cultura estuvo en la génesis.

EL INGENIOSO HIDALGO

Apenas tres meses después de la victoria, se funda la Imprenta Nacional, y al año siguiente, por iniciativa de Fidel, o por sugerencia de Alejo Carpentier (se habla de ambos como iniciadores, y en verdad lo son), se edita una edición ya legendaria de cien mil ejemplares del clásico por excelencia de la literatura española, «El Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha», de Miguel de Cervantes.

Sería la Imprenta Nacional la encargada de editar, en 1961, las cartillas y los manuales de la Campaña Nacional de Alfabetización, cuando cerca de un millón de cubanos aprendieron a leer y escribir. Se está celebrando entonces el aniversario 55 de aquella primera conquista de la Revolución, un hecho cultural trascendente.

El libro ha devenido primordial para el cubano, siempre calificado de ávido lector, como demuestra cada año la Feria Internacional que en La Habana toma por asalto la otrora fortaleza colonial San Carlos de la Cabaña.

VEINTICUATRO IMÁGENES POR SEGUNDO

Marzo fue un mes de suerte. «Bajo la certeza de que si queremos cine nuestro nada mejor que dejarlo asentado oficialmente», nace por decreto el Instituto Cubano del Arte y la Industria Cinematográficos (ICAIC).

Para muestra de como el cine es ya parte consustancial de la espiritualidad del cubano, baste decir Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, donde cualquier director de la región, o de otras partes del mundo, pues las películas no conocen fronteras, siempre queda conmovido y maravillado por el numeroso, cálido y conocedor público que asiste a las funciones.

Caminando en el tiempo, hace ahora 30 años fue creada la Escuela Internacional de Cine y Televisión (Eictv) de San Antonio de los Baños, a unos 30 kilómetros de La Habana, como diría Alfredo Guevara, «bajo la sombra de Fidel», por Gabriel García Márquez, premio Nobel de Literatura 1982, el cineasta argentino Fernando Birri y el cubano Julio García Espinosa.

ALICIA Y CASA

La Casa de las Américas fue fundada en abril por la heroína cubana Haydée Santamaría como un espacio de encuentro y diálogo para los intelectuales y creadores latinoamericanos y caribeños y su Premio Literario es hoy uno de los mas prestigiosos del continente.

El ballet, un arte que se considera asociado a minorías, en Cuba es tremendamente masivo. La directora del Ballet Nacional de Cuba, la eximia ballerina Alicia Alonso, ha dicho en múltiples ocasiones que siempre tuvo una colaboración inmediata de Fidel que lo veía como un arte elevado, que el pueblo merecía conocer y disfrutar.

Para mayo de 1961, a escasos días de la victoria de Playa Girón, el propio Fidel crea la Escuela Nacional de Instructores de Arte con la idea de que transmitieran sus conocimientos a pobladores del campo y la ciudad y los calificó de singulares promotores de la cultura. Luego llegaría la Escuela Nacional de Arte y el Instituto Superior.

PALABRAS A LOS INTELECTUALES

Y en junio… Los días 16, 23 y 30 de 1961, los artistas e intelectuales cubanos se reunieron en la Biblioteca Nacional con el líder cubano y su intervención final, que ha quedado para la historia como «Palabras a los intelectuales», ha permanecido como eje de todas las acciones desarrolladas en el campo de la cultura, en ellas quedó trazada la política cultural de la Revolución.

El profesor Eduardo Torres Cuevas, director de la Biblioteca Nacional que lleva el nombre del Apóstol José Martí, al rememorar este junio 55 años de aquel encuentro afirmó:

“Era un discurso nacido de la originalidad cubana, de la tradición revolucionaria y cultural cubana, de sus raíces más profundas, de la siembra de los hombres de 1868, 1895 y 1933, y todo ello, como fuerza creadora para los hacedores de la cultura naciente de una nueva sociedad construida desde la tradicional cultura de la resistencia al colonialismo, al neocolonialismo, al injerencismo y al imperialismo”.

En otro contexto, pero por igual conmemoración, el poeta Miguel Barnet, actual presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) — surgida por la fuerza de Palabras a los Intelectuales a menos de dos meses después—, significaría: “a la lo largo de la historia han querido descontextualizar la famosa cita del Comandante: “Dentro de la Revolución todo, contra la Revolución nada”, pero “esas palabras de unidad, de coherencia, fueron la plataforma inicial de lo que es hoy nuestra política cultural: abierta, flexible, con libertad de tendencias”.

Cuando en el 2010, el 7º Congreso de la UNEAC le otorga por aclamación al líder histórico de la Revolución la condición de Miembro de Mérito de la (UNEAC), lo hace no solamente por su trayectoria como periodista, escritor y orador de excelencia, sino como el principal impulsor de las instituciones culturales del país.

El General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en el acto político en homenaje póstumo al Comandante en Jefe de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, el 3 de diciembre pasado anunciaría:

“Fiel a la ética martiana de que “toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz”, el líder de la Revolución rechazaba cualquier manifestación de culto a la personalidad y fue consecuente con esa actitud hasta las últimas horas de vida, insistiendo en que, una vez fallecido, su nombre y su figura nunca fueran utilizados para denominar instituciones, plazas, parques, avenidas, calles u otros sitios públicos, ni erigidos en su memoria monumentos, bustos, estatuas y otras formas similares de tributo”.

No habrá mármoles pero será cantado y recordado. En el poema A Fidel Castro (Canción de gesta/1960), Pablo Neruda escribe: Fidel, Fidel, los pueblos te agradecen/palabras en acción y hechos que cantan.

Más aun, lo dijo otro poeta, el argentino Juan Gelman, Fidel es «como un fuego encendido contra la noche oscura».

Publicado por Granma
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