Chile lidera el mercado de animación latinoamericano

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Cuatro importante miembros de la animación chilena están en estos días en Estados Unidos para exhibir sus propuestas más recientes con el fin de buscar financiamiento o nuevos espacios de difusión, durante la realización de Kidscreen, el mercado de comercialización de contenidos infantiles más importante a nivel mundial, que partió el lunes 13 y reúne hasta el jueves a productoras y animadores de todo el mundo.

Se trata de Isabel Rosemblatt (Dinogorila), el guionista Jorge «Bambú» Orellana, Simón Barrionuevo (Wild Bunch Studio) y Álvaro Ceppi (Zumbástico Studios), quienes participan en este encuentro en Miami donde además se mostrarán las últimas tendencias de televisión dedicada al segmento infantil y se discutirán temas que afectan a la industria del entretenimiento para niños.

Wild Bunch, por ejemplo, promociona su serie Las aventuras de Papelucho, mientras Dinogorila está centrado en contenidos sobre ciencia y tecnología para niños. Zumbástico está con Puerto Papel, un ambicioso proyecto en stop motion co producido por cuatro países latinoamericanos, de 26 episodios en primera temporada con excelente rating.

«Hemos estado teniendo reuniones con diferentes distribuidoras, productoras y canales que han ido revisando nuestros contenidos», señala Patricio Escala, ganador del primer Oscar para Chile por el corto animado Historia de un oso y presidente de Asociación Chilena de Profesionales y Productoras de Animación (ANIMACHI) y encargado de la delegación.

«Kidscreen en específico, aparte de atraer compradores, tiene varias instancias donde hay conversaciones y charlas sobre cuáles son los nuevos contenidos y de qué forma se deben enfrentar estos nuevos contenidos en las diferentes plataformas que existen hoy en día», explica. «Se trata de ir entendiendo el mercado en el cual estamos trabajando y poder estar siempre a la vanguardia».

Kidscreen es un mercado extremadamente competitivo, con 50 países presentes, con Brasil y Chile como destacados participantes latinoamericanos, además de representantes de Perú y Argentina.

Asisten 1.500 personas, con 1.200 vendedores y 300 compradores, con canales como Nickelodeon y Disney, además de plataformas como Netflix, Amazon y Youtube. También los públicos a los que se apunta son diversos: pre escolares, niñas y niños de 6 a 11 años, otros de 10 a 12 años.

Tres mercados en la mira

En los últimos cinco años, las productoras se han enfocado en tres mercados internacionales de la animación: Kidscreen, el mercado internacional de filmes de animación de Annecy (MIFA) y Mipjunior. Para ello ha sido fundamental el Programa de Apoyo para la Participación en Mercados Internacionales, del Consejo del Arte y la Industria Audiovisual, del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA).

La mecánica consiste en presentar los proyectos en estos eventos y luego mantener contacto durante el año para ver vías de financiamiento a través de fondos públicos y privados, mediante la pre compra de un canal para alguna región o alguna plataforma como Netflix o Amazon.

«Estas ventas se inician en algún mercado, como Mipjunior o Kidscreen, en un proceso donde la gente va avanzando en una conversación» sobre temas como el desarrollo y perfeccionamiento del producto, el financiamiento, etc. El proyecto va avanzando según el feedback que recibe en estos eventos.

«Algunos proyectos del año pasado que concretaron sus ventas un poco antes de llegar al mercado gracias a la participación en los mercados del 2016», dice Escala.

10 producciones chilenas en el exterior

El presidente de Animachi asegura que el mercado está valorando cada vez más el aporte visual y el desarrollo de los contenidos chilenos. «Creo que hoy en día nos ven como un referente en la región latinoamericana. Mucha gente está sorprendida porque producimos contenidos globales, pero con una estética novedosa».

Actualmente se exhiben en el extranjero más de 10 producciones animadas chilenas en diferentes lugares del mundo. La más importante es Puerto Papel, de Zumbástico Studios, que cuenta la aventura de una niña que cada día despierta con un poder diferente. Ha sido adquirida por ABC (Australia), HBO (Sureste Asiático), HSCC (Israel), Sony (India), RTP (Portugal) y SVT (Suecia), además de recibir un premio en Prix Jeunesse 2016.

Zumbástico también ha posicionados sus contenidos en lugares como Netflix, el canal argentino Pakapaka e IPT V de Perú. Punkrobot, por su parte, ha logrado insertar su trabajo en Brasil y Perú.

«No estamos llegando sólo a nivel latinoamericano», resaltó Escala. «En el caso de la productora Pájaro, de Bernarda Ojeda, pasó de Latinoamérica a Europa a través del mismo canal, Cartoon Networks». Un pionero fue, claro está, «31 minutos».

Apoyo estatal

Este viaje se realizará bajo la marca  ChileanAnimation, la cual nace como parte de la estrategia que ANIMACHI generó para seguir consolidando la industria de animación en el extranjero. Hoy existe un apoyo estatal estable para que las producciones nacionales puedan presentar sus contenidos, ya sea en vivo o mediante un catálogo digital.

“La animación chilena se ha ido consolidando en forma silenciosa, y hoy gracias a la profesionalización del sector y el trabajo articulado con las instituciones públicas se están logrando importantes resultados y reconocimientos», explica el ministro de Cultura, Ernesto Ottone.

«Las coproducciones y ventas internacionales para emitir obras chilenas para público infantil en destacadas cadenas de televisión son una clara muestra de ello. Como Estado chileno consideramos que es clave seguir fomentando la asistencia de profesionales del sector a mercados estratégicos, lo que además es parte de las medidas de la nueva Política Nacional del Campo Audiovisual 2017-2022, que ya estamos implementando”.

«Como ANIMACHI estamos trabajando en conjunto con el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes y con Prochile para la promoción e internacionalización de los contenidos animados nacionales en el extranjero», complementa Escala. «Nuestro principal objetivo en estos mercados es facilitar a las productoras nacionales las herramientas para encontrar financiamiento, co-producción o distribución de sus proyectos”.

Sin embargo, hay que destacar que en otros países hay exenciones tributarias para que también los privados inviertan en este sector. Un aspecto en el cual Chile aún está al debe.

La marca ChileanAnimation

ANIMACHI cuenta en la actualidad con 20 productoras y 20 profesionales asociados. Como Asociación tiene por objetivo seguir desarrollando y fomentando la industria de la animación chilena en Chile y el extranjero, buscando y articulando espacios públicos y privados de crecimiento para los distintos creadores y apoyándolos en sus diversos trabajos.

La marca ChileanAnimation nace con el objetivo de tener un nombre que represente al sector de animación y a las productoras que están exportando contenidos o buscando co-producción para la realización de sus proyectos.

ChileanAnimation es respaldado por ProChile para la creación de un catálogo digital con los contenidos de animación, el cual ha sido presentado en los tres mercados de animación más importantes del sector. Este catálogo se renueva y actualiza cada año y es enviado a un listado de compradores de animación en el mundo, con la oferta existente a nivel de cortometraje, películas, series de televisión y otros formatos, así como etapa de producción (pre producción, producción, distribución).

Desafíos clave

Uno de los desafíos actuales es que muchos niños ven poco o nada de televisión, y están centrados en contenidos de Internet, como Youtube, que apunta a comprar productos originales. Chile apunta a series que puedan transitar por todas las plataformas: canales abiertos, de cable y plataformas de Internet.

«Los canales internacionales se han dado cuenta que los niños quieren ver los contenidos que les gustan en los momentos en que ellos quieran. Por eso muchos han armado sus propios proyectos de plataforma tipo Netflix», dice Escala.

«Es algo que también debemos modernizar a nivel nacional. Hoy es muy difícil encontrar contenido en la televisión abierta, lo que ha hecho que los niños de nuestro país migran hacia otras ventanas, como el cable o Internet. De hecho los cinco canales de cable más vistos son infantiles. Esperamos que puedan ver contenidos que no sólo sean buenos, sino que representen nuestra idiosincrasia, que tengan un valor nacional, y sean importantes para su desarrollo personal en la infancia».

Publicado en El Mostrador
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