[Exclusiva NodalCultura] Comienza el Festival Internacional de Cine de la Universidad Autónoma de México

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Por Daniel Cholakian

Entre el 22 y el 28 de febrero se desarrolla en la ciudad de México el Festival Internacional de cine de la UNAM (FICUNAM). Es una propuesta de la Universidad Nacional Autónoma de México, como parte de sus programas de difusión de artes.

El FICUNAM nació en 2011. Como contó su directora Eva Sangiorgi a NodalCultura, está dedicado a la exploración de las nuevas tendencias del cine contemporáneo. Su programación tiene una vertiente dedicada al cine de autor, seleccionando entre ellos a quienes construyen los modos de representación más actuales, en tanto desafían a los modos más tradicionales de narración. Son propuestas vanguardistas, fuera de los márgenes del cine comercial.

Más allá de su mirada sobre el estricto presente cinematográfico, rescata las herencias del cine al descubrir cinematografías olvidadas; es un festival que construye una memoria cinematográfica. El festival reafirma su misión de difundir un cine que se puede reflexionar y generar un nuevo tipo de educación.

No es caprichoso que el Festival sea el proyecto institucional de esta importante universidad. En su sección Archivos presenta películas rescatadas y restauradas por la Filmoteca UNAM, que trabaja desde hace años para sustentar la memoria cinematográfica y preservar la Historia mundial.

Tiene además, a través de la Cátedra Ingmar Bergman en Cine y Teatro, espacios permanentes de reflexión a propósito del cine. Uno de estos espacios es el Foro permanente de la crítica cinematográfica, en la que se problematizan las condiciones de ejercicio de la crítica cinematográfica, teniendo como eje en esta edición la escritura en general y la escritura de la historia del cine en general. Este año además se desarrollará la primera edición de Campus FICUNAM tiene como objetivo crear un vínculo entre distintas instituciones internacionales especializadas en estudios cinematográficos y los asistentes al festival, particularmente con el público universitario.

El vínculo entre un festival de cine y la universidad no es tradicional. O se utiliza la universidad como una sede casi sin participación o es realizada por una universidad, sin vínculo con el afuera o sin pensar en el público cinematográfico en general. No es el caso de FICUNAM y según Sangiorgi, en parte el secreto de su éxito es que cuentan con “un equipo increíble y nos la pasamos muy bien. La universidad es dura, austera, no tendrás acá una copa de vino como acostumbran los festivales, pero es sólida, propositiva, confía en nosotros. Es una buena compañera.”

A partir de sus años de desarrollo, puede observarse que el FICUNAM ha consolidado un perfil muy definido, vinculado a un cine de vanguardia y aquello que podemos denominar como “el cine del presente” ¿Cómo definiría este perfil?

FICUNAM es un proyecto que tiene siete años. Que ha nacido con una línea editorial que se ha mantenido, y que efectivamente tiene que ver con esa definición. Es un festival de cine contemporáneo y de autores. Es un poco el espíritu mismo de la Universidad que lo organiza y le da el nombre.

La Universidad Nacional Autónoma es una institución muy importante en México y América Latina, y está dedicada a la investigación, formación y discusión de la cultura. Por esto cuando presenté el proyecto, lo acogieron inmediatamente, entendiendo que ese espíritu combinaba con el espíritu universitario, y que a la universidad le faltaba justo un espacio dedicado al cine más contemporáneo. La UNAM tiene la filmoteca, que se dedica a la preservación, rescate y restauración de la producción cinematográfica nacional e internacional, pero no tenía un programa dedicado a lo que sucede en el mundo en el presente.

Antiguamente, hace unos 40 años, había una muestra de cine contemporáneo, cuando en México no circulaba tanto el cine de otros países, que justo se había creado en la Universidad y se seguía recordando como un gran momento de difusión cultural.

Ahora bien, el FICUNAM no es un festival que solo incluye el cine contemporáneo. Sí lo hace en su selección oficial competitiva, donde presentamos lo más nuevo que ha estado circulando por festivales con cierto perfil, como el fórum de Berlin o Roterdam o Locarno o algunas obras particulares que se presentan en Cannes.

Fuera de lo contemporáneo tenemos una propuesta del trabajo autoral a través de las retrospectivas, que es una parte representativa del festival. Se trata de tres o cuatro focos importantes dedicados a algún autor, desde el comienzo de su trayectoria cinematográfica hasta lo más actual. En este marco hemos traído, entre otros,  la obra del realizador armenio Artavazd Pelechian, que supuso un gran reto para reunir su obra y lograr traerlo a México. Y ponemos mucho esfuerzo en estos focos, no son espacios menores del festival.

En FICUNAM tenemos conciencia de la importancia del legado del cine, y en ese contexto exhibimos algunas películas restauradas, y un ciclo muy importante dedicado al archivo de la filmoteca de la UNAM. Redescubriendo algunos títulos que están aquí mismo, en la Universidad.

Analizando esta sección se observa que estas películas parecen estar más vinculadas a movimientos de resistencia, la militancia y el discurso directamente político que el resto de la programación ¿es así?

Si, seguramente porque esta sección repasa la historia del México contemporáneo y su relación con la producción audiovisual. Allí aparece un movimiento de militancia muy importante. En esta edición nos enfocamos en producción de la segunda mitad de los años ’70 hasta la primera de los ’80. Es una revisión de la producción en 16mm en el ámbito documental, y efectivamente está relacionada con una temática de crítica social política, trabajos en comunidades y de grupos politizados.

El cine, en particular en su formato de 16mm, tuvo una importancia fundamental en ese tipo de movimientos. Hemos tenido otros ciclos de material de archivo, vinculado con otro tipo de militancia política. Se trataba de una producción que se mostró en México en un evento llamado “Primer concurso de cine experimental” y también eran películas filmadas en 16 mm. Era así porque en ese momento el sindicato de producción cinematográfica no permitía a los jóvenes directores filmar en 35mm. Se creó ese evento para poder mostrar nuevos autores, y se le dio ese término de cine experimental, para que se diferenciara del cine institucional. Luego si ves las películas, salvo la que ganó que es una gran obra experimental, “La fórmula secreta”, el resto es lo más narrativo que puedas imaginar.

En la competencia internacional presentan una selección muy marcada por lo formal, el dominio de la puesta en escena y la construcción de lo espacial como modo de narrar. ¿Por qué este tipo de elección?

Esa es la línea editorial del festival en general. Se hace evidente en la competencia internacional, porque es una selección muy cuidadosa de solo doce títulos de la producción internacional reciente y es también de alguna manera una declaración de intenciones estéticas. Ese es el cine que nos interesa, es lo contemporáneo que esperamos tenga permanencia. Es mirar al cine considerando su inherencia, la misma forma expresiva. Es un cine que tiene un espacio de exploración respecto al lenguaje: que es continuo cambio y renovación.

Pensando el momento en que comenzó el FICUNAM y su espacio de pertenencia, podemos construir un paralelo entre esta búsqueda y lo que estamos viendo del nuevo cine mexicano en relación con las nuevas búsquedas. ¿Hay efectivamente una relación entre ambos recorridos?

Yo creo que sí. En México se producen una gran cantidad de películas anualmente, y en los últimos años ha aumentado mucho gracias a estímulos institucionales para apoyar la producción nacional, y esto ha dado espacio a que diferentes autores empezaran su trayectoria, hay una producción muy diversa y encaminada hacia las mismas búsquedas estéticas y formales del cine contemporáneo en general. Lo que ha sucedido también en los últimos años es que FICUNAM ha servido para lanzar en un mercado internacional de exhibición ciertas películas. Eso da a entender que hay directores que tienen una obra consistente en el mundo del cine de autor, algunos no tan jóvenes como Reygadas o Amat Escalante y otros más jóvenes, que se van posicionando en otros espacios de circulación, no tal vez como el festival de Cannes, como es el caso de Ricardo Silva que va más perfilado hacia festivales como Locarno o Rotterdam. Otros se han ido de acá hacia Berlin; otros son más bienvenidos en EEUU, por ejemplo yendo para South by Southwest, que es otro camino. Esto demuestra que hay una búsqueda formal del más amplio rango, que se nutre e incluye en un discurso internacional.

Parecería que muchas cinematografías de nuestra región dan cuenta de este proceso donde aquello que es muy local, empieza a encontrar formas de relato que están cercanos al cine contemporáneo internacional. ¿Cuál es el cine latinoamericano que participa del Festival?

La presencia del cine latinoamericano se da por dos razones: una es porque es notable y lo encontramos cercano a la línea que nos interesa y por otro lado, tenemos la intención muy clara de voltear a ver hacia América Latina, más en este momento de la historia americana.

Me gusta mucho el nombre de la sección Aciertos

(risas) Los nombres están buenos todos. Es un gesto contemporáneo, grandilocuente.

Aciertos es nuestra apuesta a los jóvenes directores, y la verdad es que sí ha dado respuesta. Ha habido muchos allí que luego surgieron a cierto prestigio. Han estado, por ejemplo, Teddy Williams y Kiro Russo, que ha ganado dos veces. Es una pequeña maravilla. Son unos aciertos incluirlos.

¿Cómo es la integración de la cátedra Bergman y los distintos espacios de discusión a propósito del cine que ustedes tienen permanentemente?

La cátedra Ingmar Bergman en cine y teatro es un programa académico que pertenece a la coordinación en difusión cultural. El festival depende también de esa coordinación. Es de donde dependen todos los asuntos de expresión artística: desde la danza a los museos de arte contemporáneo y la ópera o la orquesta sinfónica.

Desde el comienzo del FICUNAM fue creándose ese programa del que se pretende que coordine todas las actividades académicas que se producen en eventos, festivales o encuentros. Así empezamos esta sociedad, que funciona muy bien desde el comienzo. Ellos tienen otros programas durante el año, incluso colaboran con otros festivales, desde Morelia, con el que trabajan mucho. Un poco aprovechan a los invitados que estos grandes eventos traen a México.

En el caso de FICUNAM es donde tienen su primera sesión del año, que es su sesión más rica y también la más enloquecida, de alguna forma. Los directores con los que deben trabajar son los que trae el Festival, que en muchos casos son directores a descubrir. La cátedra, por su parte, tiene mucho público y su trabajo es muy respetado. Entonces la asociación es fantástica.

Nosotros hemos dado clases magistrales y además organizamos un taller, más el Foro de la crítica permanente –que también es un gran nombre- que es un espacio dedicado a la crítica, un poco en el espíritu del festival. Son dos mesas que reúnen críticos nacionales, dándole la voz y poniéndolos en contacto con colegas de distintas procedencias, con la idea de empujar un poco la creación de un espacio más amplio para la crítica en México. Se tratan temas variados que tienen que ver con el ejercicio de la escritura. En esta caso está dedicado a la escritura de la historia del cine. Ese encuentro que es el Foro semáforo de la crítica, le llamamos permanente porque sabíamos que lo íbamos a mantener todos los años, pero sobre todo para declarar que sólo íbamos a invitar a aquella crítica que solo tiene permanencia.

Selección oficial: Competencia Internacional

Brüder der Nacht (Hermanos de la noche) Patric Chiha. Austria 2016.

Eldorado XXI  Salomé Lamas. Portugal – Francia 2016.

Extraño pero verdadero (Strange but True) Michel Lipkes. México 2017.

Hermia & Helena (Hermia & Helena) Matías Piñeiro. Argentina – Estados Unidos 2016.

Inimi cicatrizate (Corazones cicatrizados) Radu Jude. Rumania – Alemania 2016.

Kékszakállú  Gastón Solnicki. Argentina 2016.

O ornitólogo (El ornitólogo) João Pedro Rodrigues. México – Portugal – Francia – Brasil 2016.

People Power Bombshell: The Diary of Vietnam Rose (Bomba del Poder Popular: El diario de la Rosa de Vietnam) John Torres. Filipinas 2016.

Rey (King) Niles Atallah. Chile – Francia – Holanda – Alemania – Catar 2017.

Svi severni gradovi (Todas las ciudades del norte) Dane Komljen. Bosnia y Herzegovina -Serbia – Montenegro 2016.

I tempi felici verranno presto (Los tiempos felices llegarán pronto) Alessandro Comodin. Italia 2016.

Tormentero (Stormmaker) Rubén Imaz. México – Colombia – República Dominicana 2017.

Selección oficial en competencia: Ahora México

3 ZENE Or (Waking Up From my Bosnian Dream) [(3 MUJERES o (Despertando de mi sueño bosnio)] Sergio Flores Thorija. México – Bosnia y Herzegovina 2016.

Los árboles no dejan ver el bosque (Can’t See the Woods for the Trees) Gastón Andrade. México 2016.

Bosque de niebla (The Cloud Forest)  Mónica Álvarez Franco. México 2017.

Casa Roshell  Camila José Donoso. México – Chile 2017.

Ciudad Maya (Mayan City) Andrés Padilla Domene. México – Francia 2016.

Esa era Dania (That Was Dania) Dariela Ludlow. México 2016.

Ruinas tu reino (Ruins your Real) Pablo Escoto. México 2016.

La tierra aún se mueve (The Earth Still Moves) Pablo Chavarría Gutiérrez. México 2017.

William, el nuevo maestro del judo (William, The New Judo Master) Ricardo Silva, Omar Guzmán. México 2016.

Zeus Miguel Calderón. México 2016.

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