Los artistas colombianos reclaman por las reformas a las políticas culturales

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POR DANIELLA TEJADA

El 15 de febrero cerca de 50 miembros de grupos artísticos del país se reunieron en Teatrova para organizar una movilización de su gremio. El movimiento quiere aprovechar que el 27 de marzo es el Día Internacional del Teatro y la Dignidad del Arte para expresar insatisfacción con las reformas que ha introducido este año el Ministerio de Cultura. El encuentro será en la Plaza de Bolívar durante todo el día.

Según Carolina Rueda, cuentera y gestora cultural, “lo principal es plantearle al Estado por medio del diálogo que las manifestaciones culturales no deben ser medidas por los indicadores de la industria sino por los indicadores de la cultura nacional. El gobierno se ha escudado con la excusa de que no es un estado paternalista y que las organizaciones deben ser autosostenibles con el paso del tiempo. De ese modo la llamada Economía Naranja deja nuestro trabajo completamente desvalorizado.”

En la reunión, el comité conformado por Patricia Ariza, Misael Torres, Felipe Arango, Carolina Vivas y la Corporación Colombiana de Teatro declaró su indignación por la ausencia de una verdadera política cultural que incluya a los creadores colombianos. Manifestaron que hace más de 60 años están trabajando por construir memoria histórica, política y social. “Cuando el gobierno ha tratado temas sobre posconflicto, no ha convocado al gremio artístico hacia el diálogo y la participación. Con la movilización lo que comunicamos es que estamos vivos y luchando por nuestros derechos como lo manda la constitución”, aclaró el artista Kadir Abdel.

La manifestación lleva como nombre ‘El arte es la conciencia sensible del país: hay que salvar el arte e impulsar a los artistas’. Protesta las modificaciones jurídicas del estado y el precario acompañamiento a la expresión cultural. El descontento fue provocado por el decreto 092 del 23 de enero de 2017 que regula los recursos públicos dados a las entidades contratadas anualmente por el estado. Según los artistas, el gobierno supone que las entidades culturales tienen la misma capacidad de inversión económica que las grandes empresas. Para recibir el aporte, las entidades culturales del país deben tener el 30% de presupuesto en efectivo adelantado antes de recibir cualquier otra ayuda. Años atrás el porcentaje de pago inicial era representado por otro tipo de ingresos, como la adecuación de las salas de teatro y el pago que recibía el artista por su trabajo.

En 2017, además, los estímulos de cultura dados por el Ministerio de Cultura fueron reducidos sustancialmente y el estímulo ‘Rayuela’, dado a los titiriteros fue eliminado. Al achicarse la convocatoria, muchos artistas se vieron obligados a competir por un mismo recurso. Kadir, encargado de la sala bogotana Teatrova agregó que “la reducción del 70% de los estímulos, que se ha dado a lo largo del tiempo, nos afecta a todos. Hemos retrocedido 10 años en inversión presupuestal y han aumentado considerablemente el número de estudiantes de artes en el país. La gente quiere ser artista en un país que está cambiando de ser belicoso a ser creativo.”

Publicado en Revista Arcadia
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