En defensa de las Artes

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Los artistas colombianos se expresaron en el Día Internacional del Teatro

POR DANIELLA TEJADA GARCÍA

Con una actitud resistente frente a la lluvia, los representantes de las artes conmemoraron el Día Internacional del Teatro en la Plaza de Bolívar en Bogotá. La movilización fue organizada el pasado 15 de febrero con fin de exponer la situación crítica por la que está atravesando la cultura en el país.

Durante la mañana del 27 de marzo el sol recibió a diferentes colectivos de Bogotá que se agruparon para ser escuchados en la plaza. Durante la tarde del mismo día el mal clima no detuvo el objetivo de hacerse entender. Grupos de teatro gestual como la Casa del Silencio se destacaron por manifestar su presencia frente al público y la prensa gracias a una pequeña obra que los hizo sentir la batalla que han emprendido por la valoración real del trabajo artístico en el país.

Gritos proclamando frases como «¡que viva el teatro colombiano!» y «¡que viva el arte en Latinoamérica!» puntuaron una tarde que busca grabarse como una de las más importantes para la construcción de una política cultural en Colombia. En ciudades como Cali, Pasto, Tunja, Medellín, Barranquilla y Huila los artistas salieron a la calle con el mismo propósito.

Varios colectivos gritaron a la vez desde el último peldaño de una escalera de madera improvisada: «Presidente, alcalde, congresistas y funcionarios: las políticas institucionales no fortalecen los caminos forjados por el arte colombiano en los últimos 50 años. El arte y la cultura deben ser política de estado y no fortín de clientelistas y funcionarios enemistados con los intereses y necesidades de los artistas».

Más temprano en el día se realizó la audiencia pública ‘Hacia una política cultural integral: por la dignidad de los artistas’, con el senador Iván Cepeda y los representantes a la cámara, Ángela María Robledo, Víctor Correa, y Alirio Uribe junto a la ministra de cultura Mariana Garcés para debatir sobre los 21 puntos que consideran importantes. Sin embargo, la mayoría de los citantes no llegaron a la audiencia a la hora acordada por lo cual la reunión tendrá continuidad el 28 de marzo en horas de la tarde.

Según Misael Torres, vocero del movimiento 27 de marzo, “la fecha en que se acordó la movilización es una fecha especial porque por primera vez los teatreros del país en conjunto con artistas de diversas disciplinas logramos crear un evento que fuera de atención nacional y que al mismo tiempo nos permitiera a muchos sectores poder vincularnos para expresar una serie de propósitos por los que estamos luchando desde hace años”.

Misael Torres. Crédito: Diana Rey.

Según Torres y la dramaturga Patricia Ariza el martes será un día especial de reunión con la ministra para acordar, sobre todo, 3 de los 21 puntos más importantes: a) crear una comisión tripartita de legisladores, artistas y miembros del Ministerio de Cultura para crear un Plan Nacional de Cultura de una duración de 15 años, b) establecer una reforma estructural del Ministerio de Cultura en donde puedan caber sugerencias por parte de los artistas y c) hablar sobre un Ministerio de las Artes y las Culturas para plantear la posibilidad de incluir a los artistas en el posconflicto.

Las conversaciones pretenden ser el inicio de acuerdos que posiblemente puedan concretarse en un documento debidamente firmado.

Otro de los puntos que protestan los artistas, entre otros cambios de las políticas institucionales para las artes, es la Ley de la Economía Naranja. El movimiento 27 de marzo dice no estar en contra de las industrias culturales pero creen que dicho proyecto niega la importancia y el valor de la diversidad cultural: “la cultura nacional se ve sesgada por el insumo mercantil que se invierte en el sector”, explican varios de los voceros del movimiento.

Agregan que “la economía de la cultura le aporta cerca del 3% al producto interno bruto del país. Sin embargo, la inversión del Estado en el sector, corresponde tan sólo al 0,16 del presupuesto general de la nación. La semana pasada el gobierno radicó un proyecto de ley de adición presupuestal, que asciende a 6,2 billones de pesos. Vemos con preocupación que la distribución anunciada de estos recursos dejaría olvidada, una vez más, a la cultura. Según esto, al Ministerio de Educación le serían adicionados 1,2 billones de pesos, que se sumarían a los casi 34 billones con los que ya cuenta”.

Por su parte, el Ministerio de Cultura declaró: “entre 2002 y 2010, el presupuesto para teatro era de $4.786.598. Y en este gobierno, entre 2011 y 2017, de $21.841.739.409. No solo han aumentado los recursos para el sector sino que además ha creado nuevas fuentes de financiación para ellos, como lo hizo con la Ley de espectáculos públicos. Con estos recursos se han beneficiado 77 salas de teatro como el Teatro La Candelaria, El Libre, Ditirambo Teatro, Teatro Matacandelas de Medellín y Esquina Latina de Cali».

Según un comunicado del Ministerio, el artículo 352 de la Constitución Política le otorgó a la Ley Orgánica del Presupuesto la facultad de regular lo concerniente a la programación, aprobación, modificación y ejecución del Presupuesto General de la Nación. Y en la presentación al proyecto de ley del Presupuesto General de la Nación 2017, el Gobierno Nacional expresó: “La economía colombiana atraviesa una coyuntura diferente a la vivida en años anteriores. Enfrenta el efecto de choques externos asociados con la caída del precio internacional del petróleo y la desaceleración económica de nuestros principales socios comerciales. La magnitud de sus efectos sobre los ingresos corrientes de la Nación es mayor a la experimentada con la crisis de inicios de la década de los ochenta, la de finales de siglo y a la vivida en los años 2008-2009 por efecto de la crisis mundial”.

Publicado en Revista Arcadia

Movimiento 27 de marzo, Defensa del trabajo y dignidad del artista colombiano

Deberíamos empezar diciendo: “Un fantasma recorre Europa”, sin embargo, es preciso iniciar con el adagio popular: “No hay que creer en brujas, pero de que las hay, las hay” esto para referirnos a lo que es el movimiento artístico en Colombia, pues bien, hoy estos espantos sientan su voz de protesta desde el más allá.

 

Algo debe pasar   

                   

Algo debe pasar 

cuando al poeta

le tiemblan las palabras.

 

Algo debe pasar 

cuando se han muerto

los peces y los niños y los árboles.

 

Algo debe pasar 

cuando suceden siempre  

las mismas cosas agrias.

 

Algo debe pasar

cuando los pájaros

abandonan su nido

en la montaña.

 

Algo debe pasar

cuando la estrella

esconde su rubor

entre la tarde.

 

Algo debe pasar     

cuando al poeta        

se le ha secado el alma.

 

Algo debe pasar         

pero nos dicen:

“aquí no pasa nada”

Marco Fidel Chávez

 

¡Para qué un artista en tiempos del Postconflicto en Colombia! Respuesta. No son necesarios,  ya existen rentables sectores de la economía global como la industria del cine de entretenimiento, la televisión, la radio y la informática han logrado conjugar y  fusionar bajo la tutela del gran pulpo de la industria cultural mundial, las transformaciones estéticas  en objetos  de producción, distribución y consumo de bienes y servicios simbólicos, fáciles de exportar, con el fin de satisfacer las necesidades del mercado de masas extirpando de raíz la sensibilidad del arte colombiano.

Por eso pretendemos que se entienda que el Vivir de su trabajo, el tener tiempo y recursos  para crear y disfrutar en la vejez de la compensación de lo creado, y la importancia de que lo creado trascienda en la memoria colectiva de su pueblo es la aspiración del artista. Su trabajo es tan indispensable como el del campesinado, el del obrero, el del maestro, el del profesional, el del especialista y hasta el del sabio.

Pero lo deseado no corresponde a la fantasmal realidad, el artista es invisibilizado, olvidado y paulatinamente está siendo borrado, excepto cuando es utilizado para figurar en homenajes, convertirse en el divertimento de ciertas esferas de poder o cuando se ejerce sobre éste un manoseo económico a costa de sus necesidades de subsistencia y su arraigada lucha por mantener vivo lo que hace. Es un mal necesario para las sociedades de poder del siglo XXI.

¡No más! ¡No! ¡No! y ¡No! decimos los artistas de Cali, es necesario romper con las estructuras de la Cultura dominante que ha determinado lo que debe ser un artista y sus formas creativas, que para el sistema público y privado son aquellos  que cumplen con los estándares específicos de convivencia; a quienes se les da por caridad o porque se lo han ganado de acuerdo a las condiciones preestablecidas.

Desde esta perspectiva, en  Cali, los artistas caleños se unen a la urgencia de sentar una voz de protesta contra el Estado colombiano a favor del sector artístico, pero también, para edificar la construcción de un trabajo futuro de acciones concretas dirigidas a proteger, desde la esfera constitucional, la participación política y ciudadana, la defensa por la dignidad del trabajo artístico y el futuro del artista colombiano como clase productiva de bienes materiales e inmateriales, porque los artistas son los únicos que tienen la capacidad de cumplir con tal función.

Sin pretender ser un movimiento contracultural, pero sí declararse como un movimiento colectivo con capacidad crítica y de vigilancia del propio destino del sector artístico, se propone divulgar públicamente, con la intensión de meter el dedo en la llaga, los siguientes interrogantes:

1) ¿Qué pasó con el 2% del presupuesto nacional que sugiere la UNESCO para la cultura en todos los países del mundo pero que en Colombia sólo llega al 0.19%?

                    

2) ¿Qué ha pasado en realidad con los recursos de la Ley 397 de 1997, que desde su entrada en vigencia hasta el año 2013,  fue creada para el fomento de la cultura en Departamentos, Distritos y Municipios a través de la creación de la estampilla Procultura Artículo 39 Ibídem?

                                   

3) Qué pasó realmente con lo consignado en la Ley 666 del 2013, que regulo la estampilla Procultura y estableció un direccionamiento de un porcentaje del recaudo general de esta estampilla. Artículo 38-1 numeral 4: Un diez por ciento (10) para seguridad social del creador y del gestor cultural.

 

4) ¿Hasta cuándo los artistas deberán esperar a que se materialice la Seguridad Social (salud, pensión y ARL) del 10% del recaudo general de la estampilla Procultura?

 

5) ¿Cómo se determina el presupuesto nacional de cultura, fomento de creación  y formación de los artistas, bien sea para su proyección anual o para echarle tijera?

 

6) ¿Por qué el Estado colombiano deja de lado las ideas y sugerencias que hacen los artistas en programas, planes y proyectos de desarrollo y en su lugar priman los análisis de un foque aparentemente técnico o simplemente se ignoran?

 

7) ¿Por qué el gremio artístico debe ser golpeado con la reforma tributaria del 19%, en su organización por cada proyecto, por cada función  o exhibición, si a los artistas no se les puede comparar como si fueran una trasnacional minera o de contratación de obras públicas?

Por tales razones, convocamos el día 27 de marzo del 2017, a las 2:00 PM en la Plazoleta de San Francisco en Cali, a la manifestación nacional de artistas llenas de colorido, dulces fragancias, exquisitos sabores, contoneantes danzas macabras a componer esta digna canción de protesta e indignación y preguntarnos como León Felipe en la introducción de la traducción de El canto a mí mismo de Walt Witman.

¿Es inoportuna esta canción?

 

Ahora…

cuando el soldado se afianza bien el casco en la cabeza,

cuando el arzobispo se endereza la mitra,

cuando el retórico saca de nuevo el cartabón para medir su madrigal;

ahora…

cuando el político y el sociólogo,

el filósofo y el artista

viran hacia la derecha porque parece que va a ganar el tirano,

muchos pensarán que acuñar este poema en español  es un mal negocio,

una hazaña sin gloria,

un gesto inoportuno y peligroso.

 

No sé si será peligroso,

pero no es inoportuno.

La consigna principal del Movimiento 27 de Marzo es la defensa de la dignidad del arte y la cultura en un acto sublime de arte y el de la presentación de documentos para solicitarle a todos los entes del Estado las inquietudes del sector y posteriormente, actuar por la vía constitucional hasta lograr nuestra dignidad en compañía de  los amigos del Teatro, Danza, Música, Narradores Orales, Poetas, Escritores, Títeres, Circo, Cine, Artes Visuales, Artes Plásticas, Artesanos, Artistas de Carnaval, Gestores Culturales y todos aquellos artistas habidos y por haber a unirnos en torno a la defensa de nuestros derechos como artistas.

Aclaramos qué, lo aquí denunciado y peticionado es por los artistas y para los artistas, no para el gamonal regional  o  el oportunista electoral, ni mucho menos para el administrador de turno de los recursos de la cultura colombiana.

 Cali, marzo del 2017

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Publicado en RadioMacondo
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