Ayotzinapa acción visual

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 A casi tres años de la desaparición de 43 estudiantes de la escuela normal de Ayotzinapa, el Museo de la Memoria y Tolerancia de la Ciudad de México expondrá una muestra fotográfica sobre esa tragedia, curada por el artista y activista argentino Marcelo Brodsky.

La exposición, disponible desde mañana en el Museo de la Memoria y a cargo de 55 organismos de derechos humanos, se muestra de manera permanente en la escuela Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa, en el estado sureño de Guerrero. También ha sido mostrada en Buenos Aires y Uruguay.

Según dijo hoy Brodsky en conferencia de prensa, la muestra iba a ser presentada en agosto en la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington, pero “fue cancelada a pocos días» por supuestas «presiones» del presidente de México, Enrique Peña Nieto.

«Aquí, a un paso de la Cancillería, yo le pregunto por qué han tenido que cancelar esa muestra. Por otra parte, la próxima semana, cuando se reúnan en Cancún todos los Estados pertenecientes a la OEA, pediremos una muestra de solidaridad para México y todos sus problemas», señaló.

Los 43 estudiantes desaparecieron entre el 26 y el 27 de septiembre de 2014 en la ciudad de Iguala, en Guerrero. Los jóvenes habíann tomado unos autobuses para asistir a una concentración en la Ciudad de México, una práctica común entre ellos, cuando fueron perseguidos por policías municipales.

Tras la persecución, que incluyó balazos, los policías detuvieron a los estudiantes y, de acuerdo con las versiones y testimonios recogidos por la fiscalía, los entregaron a un grupo criminal.

“Aquí no sólo existe el problema de Donald Trump, sino el estado de violencia generalizada. No sabemos cómo arreglar esto y se sigue matando gente en México y ese es el tema más grave del continente en estos momentos», añadió.

La directora de exposiciones temporales del Museo, Linda Atach, dio la bienvenida a Brodsky y a su exposición con un poema que inicia con la frase «Hijo mío, te buscaré hasta acariciar tu rostro», el mismo que lee en cada acto de apoyo a la búsqueda de los estudiantes desaparecidos.

Atach dijo que otras exposiciones como la de los papalotes (cometas) con los rostros de los desaparecidos, hechos por el artista Francisco Toledo, fueron algunas de las acciones solidarias del Museo de la Memoria. «No nos acostumbramos a esto. Vivos los llevaron, vivos los queremos», manifestó.

Brodsky afirmó que la «falta de justicia» en casos como el de Tlatelolco en 1968, cuando miles de estudiantes fueron tiroteados, «hicieron posible las desapariciones de Ayotzinapa».

«Nosotros, en Argentina, tardamos 30 años y hoy hay (más de) 400 militares en prisiones comunes (por delitos de lesa humanidad durante la dictadura). La justicia tarda, pero llega», remarcó.

El caso de Ayotzinapa sigue siendo investigado por las autoridades mexicanas, en atención a las recomendaciones de un grupo de expertos comandado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Un mecanismo de seguimiento fue creado el año pasado por la CIDH y ha realizado ya dos visitas a México para reunirse con las autoridades y los familiares de las víctimas, que exigen justicia y la presentación con vida de los estudiantes.

«El arte sirve para comunicar los problemas de las sociedades, el arte sirve para informar a las nuevas generaciones de toda su historia», agregó Brodsky, acompañado de activistas como Santiago Aguirre, Viviana Krsticevic y Abel Barrera.

La muestra estará disponible en el Museo de la Memoria y Tolerancia, en el centro de la Ciudad de México, hasta el 16 de agosto.

Publicado en Jornada
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