Bolivia: La fiesta popular del Gran Poder hace su entrada en La Paz

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La Paz acogerá mañana una nueva edición del Gran Poder, entrada folklórica que se inició como una fiesta de barrio a principios del siglo XX, pero que hoy en día agrupa a más de 35.000 bailarines. Se trata sin duda de una de las festividades culturales más importantes y rentables de la sede de gobierno; sin embargo, adolece de execrables costumbres que necesitan ser erradicadas.

En efecto, como se mencionó semanas atrás en este mismo espacio, se estima que el año pasado esta fiesta movilizó más de $us 100 millones, el doble de lo registrado hace tan solo cinco años. De esta cifra aproximadamente la mitad corresponde a los gastos en los que incurren los bailarines, y que generan un efecto multiplicador que beneficia a músicos, artesanos, al comercio de telas, comida, servicio de seguridad, limpieza y otros servicios.

En cuanto al aspecto cultural, si bien la influencia aymara en esta celebración es evidente, su origen y esencia impiden que sea una mera representación que reproduce tradiciones andinas. De hecho esta fiesta puede y ha sido leída como una configuración cultural muy dinámica en la que múltiples tradiciones, maneras de ver y de vivir en la sociedad se expresan y al mismo tiempo se construyen y transmiten.

Por caso, uno de los aspectos más interesantes de este universo simbólico se encuentra en la organización de las fraternidades, que ingresan y permanecen ordenadas durante todo el recorrido por filas y escuadrones. Algunos estudiosos han relacionado este recorrido a modo de procesión con su origen que, cuenta la tradición, se remonta a 1663, con la imagen milagrosa y a la vez polémica del Señor Jesús del Gran Poder, que por entonces tenía tres rostros, entregada por Genoveva Carrión a las Madres Concepcionistas para acceder a su convento. Actualmente aquella imagen, retocada para mostrar un solo rostro, permanece en el templo de Chijini.

Pero así como esta fiesta permite leer la configuración de redes sociales con diversas adscripciones, también pone en relieve vicios y desenfrenos que necesitan ser subsanados. Entre otros, el excesivo consumo de bebidas alcohólicas, con todo lo que ello conlleva (peleas, accidentes de tránsito, violencia intrafamiliar, etc.). Y todo ello no solo durante y después de la entrada folklórica, sino también gran parte del año, en las recepciones sociales y convites que organizan las diferentes fraternidades. Sin ir muy lejos, la semana pasada una conocida presentadora de televisión denunció que una de sus hijas había sido brutalmente agredida con una botella por la pareja de su hermana, quien se encontraba en estado de ebriedad, en una fiesta de este tipo.

A ello cabe añadir los destrozos y la gran cantidad de basura que generan la entrada y los festejos previos; así como la falta de aprecio hacia la naturaleza, que se manifiesta en el empleo de plumas y pieles de animales, muchos de ellos en peligro de extinción, en la confección de los trajes.

Publicado en La Razón

Niños y abuelos se unen para bailar por devoción al Tata

Al pasar por el palco del templo del Gran Poder, Rosa de Mamani, de 69 años, desborda tanta energía y alegría que contagia con su entusiasmo a todo el bloque de la Fraternidad Los Verdaderos Indios. En uno de los grupos posteriores Camil Rocha, de siete años, iguala los pasos de los bailarines de la plana mayor de los caporales e invita a otros niños a unirse a la fiesta de la promesa del Señor Jesús del Gran Poder.
Así, niños y abuelos de varias fraternidades demostraron ayer con la danza su devoción y agradecimiento al Tata.
 La kullawa Rosa  empezó a bailar hace 30 años por invitación de su prima. Luego de ver «los milagros del Tata” en su vida, ella promete que bailará todos los años siguientes hasta que sus fuerzas la abandonen.
«Por devoción al Tata voy a bailar hasta mi muerte porque tengo mucha fe. A mí no me interesa ganar, sólo quiero demostrar mi devoción y bailar en la entrada del Gran Poder”, dijo entusiasmada Rosa,  que explicó que todavía tiene fuerzas porque se alimentó bien en su juventud. «Ahora me gusta comer más segunditos o asados y chicharrones”, dice y suelta una carcajada.
Niños y niñas demostraron sus destrezas y encanto al bailar caporal, kullawada, diablada, tinku y morenada en  todo el recorrido (desde la plaza Ben Hur, en la zona Garita de Lima, hasta avenida Mariscal Santa Cruz).
Sonriente, Camil   igualaba los pasos de su papá y a ratos se mostraba serio al demostrar una determinada coreografía. «Bailo en el Gran Poder desde el año pasado porque creo en Jesús del Gran Poder y porque me gusta bailar. Todas las noches rezo a Jesús y le pido que le dé salud a mi mamá y  proteja a mi papá y que además me ayude en mis estudios”, exclama el niño.
«Quiero decirles a los demás niños que bailen en la Entrada porque el Señor les va a bendecir”, añade.
Un grupo de  cuatro turistas alemanes  disfrutaban de la promesa sentados en la puerta de un colegio, entre la avenida Buenos Aires y la calle Max Paredes. «Es muy bonito cómo bailan aunque todavía no estén con toda su vestimenta”, dijo Hannah Hupka.
Nancy Cordero, fundadora de la Fraternidad Rosas de Viacha, baila desde hace 16 años en la Entrada y  promete al Tata que la fe y la devoción nunca le faltará. «Pasar por la iglesia del Gran Poder y hacerle una reverencia al patrono es un logro máximo para nosotros”, afirma.
La fraternidad Bolivia Joven, con sus 400 integrantes,  remozaron con su juventud la fiesta de la promesa al Tata del Gran Poder. Sus bailarines se destacaban por el entusiasmo y energía .
«Tenemos bailarinas que participan desde los 17 años”, asegura la tesorera de la agrupación, Sara Blanco.
Publicado en PáginaSiete

Gran Poder será tradicional para los ojos del mundo

Este año, las 62 fraternidades de la Festividad Santísima Trinidad del Gran Poder volverán a lo tradicional usando colores ocres y tonos tierra. Se envió invitaciones a la Unesco para que pueda asistir a la fiesta que busca ser patrimonio mundial.

La festividad comenzó en el barrio de Chijini el 12 de mayo de 1964 en un marco tradicional y costumbrista. Después de 53 años se retornará a esos principios para que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) considere su nombramiento como patrimonio intangible y tangible cultural de la humanidad.

“Se invitó a los miembros de la Unesco y estamos esperando su respuesta. Este año el reglamento es muy preciso para mantener lo tradicional y se usarán los colores ocres. Queremos respetar los atuendos originales”, indicó Marina Salazar, presidenta de la Asociación de Conjuntos Folklóricos del Gran Poder (ACFGP).

Por ejemplo, los colores predominantes en los trajes de la chola paceña en la danza de la morenada serán plomo, café y beige. Una que otra fraternidad optará por la combinación contrastante de la blusa fucsia y pollera verde, remarcó la bordadora Jaqueline Tarque, de la tienda de confecciones artesanal Caja Musical.

Las damas antiguas resaltarán con los colores pasteles, guindos y beige. El azul será para la fraternidad Sociedad Folklórica de la Maravilla del Mundo, detalló la bordadora Magaly Escóbar.

Encuentre más información en la edición impresa de La Razón. (07/06/2017)

Publicado en La Razón

Lanzan campaña de prevención contra la violencia a la mujer por la fiesta del Gran Poder

La coordinadora de Programas y Proyectos de ONU Mujeres-Bolivia, Elizabeth Salguero, indicó que esta campaña comienza desde las fiestas de Carnaval, con el objetivo de llamar la atención a toda la sociedad sobre el tema y lograr el compromiso de la igualdad de género.

La campaña consiste en la exposición de gigantografías contra la violencia en el trayecto de la entrada del Gran Poder, además de las principales trancas interdepartamentales de La Paz, las mismas que orientan a generar conciencia para promover un ambiente de respeto.Además se habilitará la línea gratuita 800-140072 para realizar cualquier denuncia.Por su parte, la ministra de Culturas, Wilma Alanoca, expresó que el mejor vehículo para prevenir y erradicar la violencia es el arte y la cultura.»El arte y la cultura es el método para llegar a la sensibilidad de cada uno de los ciudadanos, como una forma de expresión para luchar contra la violencia», dijo en el acto de lanzamiento de esa campaña denominada «Sin máscara, sin violencia».

Publicado en Jornada
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