Franny Glass, la música y el caos

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Aunque el nombre Desastres naturales que llevará el nuevo disco de Franny Glass dispara imágenes que como punto en común tienen el caos, lo que está detrás de este grupo de canciones que están por nacer —si todo sale bien se edita en noviembre— es el equilibrio. El equilibrio entre una búsqueda experimental sobre formas compositivas desestructuradas y lo convencional; o entre el sonido acústico del que este cantautor nacido Gonzalo Deniz viene, y el electrónico que hace rato le gustaba pero que todavía no había encontrado su espacio.

«Me parecía peligroso lo del cantautor que empieza a usar cosas electrónicas», confiesa en charla con El País, admitiendo que hacía un tiempo que le estaba dando vueltas al tema pero no había encontrado la manera de ensamblar esa inquietud con su sonoridad. «Porque no me gusta el enfoque que se le ha dado en muchos casos, en el que a veces lo electrónico es solo un adorno. A mí me parecía que tenía que ser más profunda la conexión entre eso y en este proceso encontré lo que me gustaba».

El recorrido de Franny Glass, que este año festejó su primera década haciendo música bajo ese alter ego, ha sido siempre así: de encontrarse con un gusto o necesidad personal, explotarla y dar vuelta la página. Eso se ha traducido de manera más o menos explícita en sus composiciones, también en los formatos con los que se presenta en vivo e incluso en los nombres de sus discos. Basta mirar el último, Planes, para entender que ahí había una intención de proyección a futuro y de perdurabilidad que ahora, en este futuro Desastres naturales, desaparece bajo esta nueva idea que rompe con todo y que además es impredecible.

Todo eso resumido en una fuerte personalidad artística lo convierten en uno de los cantautores uruguayos más destacados de los últimos tiempos, con proyección internacional —ha tocado en buena parte de América Latina y también en Estados Unidos, España y Francia— y con premios a cuestas. De hecho, en la última edición de los Graffiti se llevó dos estatuillas compartidas con sus compañeros del trío El Astillero (Diego Presa y Garo Arakelian), a mejor compositor y a tema del año por «El amor anda suelto», que es de su autoría.

Es una larga lista de elogios, sí. Y también es parte del camino que este jueves lo llevará a él y a su nueva banda a presentar el espectáculo Mientras el viento sopla fuerte (mismo nombre del primer corte del nuevo disco), a las 21.00 en la Sala Hugo Balzo del Auditorio del Sodre. Quedan entradas en Tickantel y boletería a $ 350.

Pasado, presente y futuro.

Deniz, el hombre detrás del alter ego artístico, formó en noviembre del año pasado una nueva banda que responde a sus últimas instancias musicales. Convocó a Matías González con quien suele presentarse en formato acústico, a Javier Vaz Martins con quien trabaja un costado más electrónico, a Guillermo Berta que es el baterista cuando toca en formato banda y a Lucía Romero, para entre otras cosas reforzar la parte vocal.

Con ellos ha venido trabajando los temas de Desastres naturales, con una estética que ahora empapa el resto del repertorio. «Las canciones estaban hechas pero a la hora de exponerlas a estos instrumentistas, se transforman. Esto se trató de elegir con qué personas quería trabajar para después dejar que hagan lo suyo», explica sobre el peso de estos músicos en el disco que está por venir.

—¿A qué se debe tanto cambio de formación a la hora de tocar?

—Tengo etapas en las que prefiero tocar solo, después me aburro y quiero tocar con banda. En este momento estoy muy contento con este formato y con hacia dónde están yendo las canciones. Para mí ahora Franny Glass es este formato.

—Este año festejaste 10 años de ser Franny Glass. ¿Sos de mirar para atrás, de evaluar los cambios y lo que has hecho?

—El festejo fue más bien una excusa. Yo sabía que se cumplían 10 años del proyecto…

—¿Tomando qué hecho?

—El 27 de mayo de 2007 fue la primera vez que toqué en vivo solo y fue la primera vez que estuviera mi disco a la venta, porque lo grabé sin haber tocado en vivo. Y en marzo de este año tocamos en el Centro Cultural de España, se llenó y quedó mucha gente afuera, entonces pensamos en hacer otra cosa y cuando hay que ponerle nombre a un concierto es un dolor de cabeza. A mí me cuesta años pensar el nombre de un disco, me cuesta mucho. Entonces pusimos lo de los 10 años. Sí miro para atrás en el sentido de que mi propia discografía es una referencia a la hora de grabar cosas nuevas, pero no escucho mis discos.

—¿Y te detenés a pensar en cómo se dieron las cosas? Porque por un lado sos uno de los cantautores con más proyección internacional y más elogios, pero por el otro seguís siendo esa promesa destinada a ser uno de los grandes. ¿Desde adentro cómo lo sentís? ¿Cuándo se llega a eso?

—Y después de este disco (se ríe). Yo creo que el proyecto ha crecido bastante y si bien se ha desarrollado mucho, he podido tocar afuera de Uruguay, todos los años viajo y tenemos público, yo creo que a nivel de Uruguay podríamos trabajar mejor. También este décimo año del proyecto viene con algunos cambios no solo en lo artístico sino en la manera de trabajar. Yo venía tocando muy seguido y la idea es tocar menos, hacer conciertos más cuidados con la banda; y que mi disco esté en las disquerías. Quiero que la señora que me ve tocando en la televisión vaya a las disquerías, pregunte y esté mi disco, que es algo que nunca pasan. Sí me escriben las señoras, y me encanta, pero quiero que lo consigan.

UN NOMBRE QUE ES MÁS QUE UN PERSONAJE

«Siempre lo vi como el nombre del proyecto. Es un poco confuso, creo, porque a veces vos pensás que las personas que siguen tu proyecto tienen una idea clara, pero después no es tan así porque hay gente que piensa que yo me llamo Franny Glass y tiene tres discos míos», dice Deniz hablando de su vínculo con su alter ego artístico, que no esconde ningún personaje. «Durante un tiempo tuve un conflicto con que fuera Franny Glass y no Gonzalo Deniz, pero por otro lado me interesa que sea un nombre de fantasía que puede adoptar diferentes formas», concluye.

Tres discos de tres facetas

CANCIONES DE IRMA & jULIO – 2011

Es el segundo disco de Mersey, la banda que Gonzalo Deniz completa con Martín André, Germán Deniz, Gabriel Mazza y Diego Zapata, que en 2007 editó su primer álbum Sobredosis de zanahoria y que hace rato está en una larga e indefinida pausa. Este trabajo (disponible en Spotify y para descargar libremente en la web de la banda) es un precioso recorrido romántico sobre un rock con tintes británicos.

PLANES – 2014

Es el último disco editado por Franny Glass hasta ahora y una vez más, un gran trabajo. Disponible en Bandcamp y en Spotify y financiado por una de las primeras campañas colectivas hechas en Uruguay, fue el ganador del premio Graffiti a mejor álbum de música popular y canción urbana en la edición de 2015, premio que le ganó a Martín Buscaglia, Hugo Fattoruso, Ernesto Díaz y Pinocho Routín.

SESIONES – 2016

Otro trabajo que consiguió Graffitis en la ceremonia de la semana pasada es el que hizo con Diego Presa y Garo Arakelian el año pasado, editado bajo el nombre de El Astillero. Es un disco grabado en vivo en un estudio a tres guitarras y tres voces, en el que los tres se dedican a reversionar sus propias canciones y alguna joya de otros autores como Ernesto Tabárez, Leonard Cohen y Yabor.

Publicado en El País
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