Un incendio destruyó un monumento de 4500 años en Perú

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Azucarera negó responsabilidad en incendio en complejo Ventarrón

El domingo último, un fuerte incendio afectó un sector del complejo arqueológico de Ventarrón, ubicado en el distrito de Pomalca, en Chiclayo (Lambayeque). Este recinto, que data del período Formativo Inicial (2.900-1.700 a.C.), había sido explorado en un 80%.

Según las primeras informaciones, el fuego habría dañado un mural polícromo de dos mil años de antigüedad, así como varias vasijas de cerámica. Igualmente, parte de la infraestructura del sitio se destruyó.

Luego de que los bomberos controlaron el incendio, el Ministerio de Cultura informó que el personal de la Unidad Ejecutora Naylamp y del Ministerio Público había llegado a la zona para iniciar las investigaciones del caso y evaluar los daños en el patrimonio.

—Habrá restauración—
Durante la mañana de ayer, el ministro de Cultura, Salvador del Solar, expresó su pesar por el incendio ocurrido en Ventarrón. Agregó que entendía que la empresa azucarera Pomalca, a través de un alto directivo, había asumido públicamente su responsabilidad en el incendio, debido a que algunos de sus empleados habrían realizado la quema de caña en un predio contiguo al sitio arqueológico.

“Creo que no hay ninguna duda de que el fuego vino de un predio contiguo. Sin embargo, yo no puedo adelantar ningún juicio, ya que esto se debe establecer judicialmente. Quienes sean los responsables tendrán que asumir esa responsabilidad”, señaló Del Solar tras arribar a Chiclayo.

Sobre los daños registrados en el patrimonio, el titular del sector Cultura indicó que había conversado con algunos expertos y estos le manifestaron que el material afectado “sería recuperable en gran medida”, pero que esto requerirá un arduo trabajo de restauración.

“Según información preliminar, los murales se podrían recuperar en un 80% u 85% en lo que es su coloración. Para esto se va a necesitar un muy cuidadoso trabajo, con el cual se deberán sacar los restos de cenizas y de humo que han afectado el patrimonio. El grado de recuperación podría ser alto”, sostuvo Del Solar.

Respecto a los techos que cubrían el complejo arqueológico, manifestó que estos fueron los mismos que se colocaron como parte del proyecto de prevención contra el fenómeno de El Niño en el 2015. Añadió que se investigará si cumplieron su función correctamente.

—Niega responsabilidad—
Tras las declaraciones de Del Solar, la empresa azucarera Pomalca, controlada por el grupo Oviedo, deslindó de cualquier responsabilidad en el incendio ocurrido en Ventarrón. José Carlos Isla, gerente legal de la firma, señaló que el peritaje de parte concluyó que era “materialmente imposible” que Pomalca haya generado el fuego.

“Negamos categóricamente la participación de la agroindustrial en estos lamentables hechos y estamos llanos a participar en toda diligencia que el Ministerio Público estime conveniente”, precisó.

Publicado en El Comercio

 

Una vez más el patrimonio cultural se ve seriamente afectado por una negligencia. El complejo arqueológico de Ventarrón, el monumento más antiguo del norte del Perú con 4.500 años de antigüedad y contemporáneo de Caral (5.000 años), fue ayer totalmente dañado debido a un gran incendio.

Un grupo de trabajadores de la agroindustrial Pomalca, bajo la administración del grupo Oviedo, habrían sido los que provocaron este siniestro cuando quemaban caña de azúcar cerca de la huaca ubicada en el centro poblado de Ventarrón, distrito de Pomalca, provincia de Chiclayo (Lambayeque).

En pocos minutos, el fuego se salió de control por los fuertes vientos y alcanzó la madera, la calamina y plástico que cubrían los techos del complejo. Así arrasó con las estructuras óseas, vasijas de cerámicas y los murales que aportaban valiosa información.

Entre lo afectado por el humo negro figura el enigmático mural polícromo llamado ‘El Venado’–el más antiguo de América– donde se veía a un venado atrapado en una red, lo que representaba un rito ancestral de cacería.

Los vecinos de Ventarrón trataron de apagar el fuego con baldes de agua, pero el esfuerzo fue en vano. Bomberos de Chiclayo y del distrito José Leonardo Ortiz, los más cercanos a la zona arqueológica, tardaron cerca de una hora en llegar.

Según el principal investigador de este patrimonio cultural, Ignacio Alva, quien llegó a la misma zona siniestrada, el plástico derretido afectó considerablemente la arquitectura y los murales. “Las pérdidas son irreparables y los culpables directos son la empresa Pomalca y la Unidad Ejecutora 005 Naylamp Lambayeque por el estado de abandono del sitio, pues la falta de mantenimiento permitió la acumulación de hojas secas en techos inflamables que favorecieron el incendio”.

Indignación y tristeza

Asimismo, el reconocido arqueólogo Walter Alva expresó su indignación al indicar que esta tragedia se debe a la negligencia de Pomalca y a la indiferencia de funcionarios a quienes se les advirtió oportunamente sobre el peligro del hacinamiento. “Las investigaciones para presentar ante el mundo este monumento costaron años de estudios, mucho esfuerzo y considerable inversión, algo que pudo protegerse con un mínimo de gestión”.

Se informó que hoy llegará un especialista del Ministerio de Cultura para evaluar los daños y dar alternativas de restauración. El Ministerio Público iniciará las investigaciones para identificar a los responsables de este atentado. (Jésica León y corresponsales).

Publicado en La República

 

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