El Uruguay guaraní

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Por Camila Cibils

Con la leyenda de la «garra charrúa» los uruguayos se entusiasmaron con su parte indígena menos influyente. En realidad, la tribu guaraní tuvo mucho más peso en la herencia cultural del país. Dejó el mate, la producción ganadera y la mayoría de los nombres nativos, como Paysandú, Tacuarembó y hasta el mismísimo Uruguay. Y es el arte guaraní generado en las misiones jesuitas el que funcionó como embajador del país en el mundo desde 2014 a 2017 con la exposición Uruguay en guaraní del Museo de Arte Precolombino e Indígena, MAPI.

Después de girar por los museos del Vaticano, Hamburgo, Valencia, Alicante y San Petersburgo, la exhibición llegó a Montevideo y se exhibe en el segundo piso del MAPI.

Consiste en más de cien piezas recolectadas en todo el país a través del trabajo científico realizado durante 25 años por la arqueóloga Carmen Curbelo y su equipo, desde el Programa de Rescate de la Identidad Indígena Misionera (Propim) de la Universidad de la República.

Esa investigación relevó todas las imágenes de origen misionero que había en el país. Estas pertenecen a colegios, iglesias, y particulares.

Son 152 entre las tallas de madera y piezas arquelógicas halladas en excavaciones en San Borja del Yi , uno de los últimos poblados indígenas de Uruguay.

Esta muestra con la curaduría de Luis Bergatta busca recuperar parte del pasado indígena del país «bastante invisibilizado», según el director del MAPI Facundo de Almeida.

«El pasado indígena es mucho más complejo y mucho más amplio que reducirlo a los grupos charrúas», explicó el director.

Por otro lado, la exhibición tiene como objetivo mostrar algo que en Uruguay y en el mundo se sabe poco: que este territorio formó parte del sistema de misiones jesuitas con las que esa congregación se propuso evangelizar Sudamérica.

A diferencia de las grandes iglesias de piedra que pueden verse en Brasil, Argentina o Bolivia, en Uruguay no se construyeron grandes obras, por lo que quedaron pocos vestigios materiales.

Uruguay cumplía la función de motor económico con la producción ganadera en época de las misiones. Por eso el MAPI se alió con el Instituto Nacional de la Carne (INAC) para que esta exposición le muestre al mundo que la carne uruguaya tiene 400 años de tradición a partir de esta herencia indígena misionera.

Es así que la muestra resalta el pasado y cuenta sus influencias en el presente del país.

Uruguay en guaraní menciona el mate, que era consumido por los indígenas antes de la llegada de los misioneros y los religiosos llegaron a prohibirlo por sus propiedades estimulantes. Luego levantaron la prohibición y hasta impulsaron la producción de yerba. Ese antecedente forma parte del catálogo de la muestra.

Se trata de la primera exposición de arqueología uruguaya que salió al mundo comenzando por el Museo del Vaticano en 2014. «Fue un desafío llevarla a uno de los principales museos del mundo», dijo De Almeida.

¿Cómo logró el MAPI llevarla al Vaticano y a otros cuatro museos europeos? «La verdad, lo que hay que hacer es animarse», respondió De Almeida y comparó el proceso con el que pasa un jugador de fútbol que al ser parte de un equipo importante, luego lo llaman de otros.

De Almeida asegura que Uruguay está a la altura de las circunstancias para esto y mucho más. «Hay que dejar de utilizar la designación ‘paisito’ para referirse al Uruguay. Vamos desde un país que además está de moda en el mundo, porque el mundo quiere hacer cosas con Uruguay», contó.

El director del MAPI aseguró que no es la primera muestra en el mundo de este tipo pero sí es novedoso su enfoque antropológico y no artístico. Las piezas narran desde su técnica y estética, un pasado indígena bastante desconocido en el país.

«Hay una diferencia muy grande entre las piezas que ya venían talladas de Europa y las que se producían en las misiones», explicó De Almeida.

Y la muestra todavía no se termina. Después de Montevideo, Uruguay en guaraní viajará a Beijing para presentarse durante abril y mayo de 2018 en el Museo Nacional de Arte de China.

El MAPI (25 de Mayo 279 entre Colón y Pérez Castellano) se puede visitar de lunes a sábado de 10.30 a 18 con entradas a $ 50 para los uruguayos y $ 100 para los turistas.

Historias pintadas en la piel

En el mismo piso donde se exhibe Uruguay en guaraní se puede visitar esta muestra de pieles de animales pintadas de los indios de las planicies de América del Norte. La pieza principal es una piel de búfalo pintada, analizada e interpretada por investigadores de Smithsonian que hallaron que era la autobiografía de una persona en 10 escenas realizada entre finales del siglo XIX y principios del XX. Esta exhibición estará en el MAPI hasta junio de 2018.

Figuras

San Ignacio de Loyola


Esta figura tallada en madera pertenece al Colegio Seminario y su origen data de los siglos XVII-XVIII en las misiones jesuíticas.

La lavandera

Es de las escasas figuras talladas en las misiones que no es religiosa. Data del siglo XVIII y pertenece al Museo Histórico de Paysandú.

Publicado en El Observador
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