Jaime Guardia, el charanguista de corazón

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Jaime Guardia, con el charango en su corazón

El músico ayacuchano falleció ayer a sus 85 años, dejando un legado importante en la música peruana. Recordamos su trascendencia artística con Consuelo Jerí y Manuelcha Prado.

En una época en que no era bien visto que los niños tocaran instrumentos musicales por temor a que se conviertan en bohemios y malhechores,Jaime Guardia se iba a la chacra y llevaba a escondidas un charango de sauce con cuerdas hechas de tripa de chivo que le regaló su primo. En plena soledad con los montes de Pauza, en Ayacucho, Jaime colocaba el instrumento en su pecho, y como si este latiera con su corazón, toque tras toque, dominó las cuerdas y así fue creando melodías como ninguno. Sin imaginar que esos sonidos viajarían en el tiempo, perdurando como ecos eternos de su talento.

HACIA LA ETERNIDAD 
Ayer, el cantautor e investigador musical –considerado el mejor charanguista del Perú–, falleció a los 85 años, dejando a su paso un importante repertorio musical con temas emblemáticos de la música andina, como “Madrecita linda”.

La cantante ayacuchana Consuelo Jerí señaló a Perú21 que Guardia es uno de los más grandes referentes de la música andina. “No existe otro como él. Con ese toque tan particular y hermoso en el charango. Con una voz hermosa, tan cálida que podía traspasarnos el alma. Es imposible escucharlo y no conmoverse”, declara la artista, quien participó con Jaime en el filme ‘Sigo siendo’, de Javier Corcuera.

“Fue uno de los artistas provincianos que llegó a Lima en una época muy difícil, cuando la música andina era vista como algo inferior”, declara Jerí sobre la década del 50, cuando Guardia se presentaba en coliseos como el Lima, en el distrito de Breña, y tocaba yaravíes.

Jerí recuerda que conoció a Guardia hace 10 años durante las filmaciones de ‘Sigo siendo’. «Fue en Puquio, donde nació Jose María Arguedas . Yo pude entrevistarlo y conocerlo personalmente porque conocía de él desde niña. ¿Quién no lo ha escuchado con La Lira Pausina?. Mis abuelos cantaban sus canciones», expresa la cantante.

Estos eran puntos adonde acudían familias enteras de migrantes de distintas provincias del país para reencontrarse con sus costumbres, bailes y canciones típicas.

Se cuenta que cuando Guardia se presentaba en estos locales, era muchas veces pifeado por tocar yaravíes pues eran temas tristes y nostálgicos. Sin embargo, por su indiscutible talento con el charango se fue ganando al público. Su firme insistencia también ayudó a que su acto continúe y destaque.

Y fue precisamente en uno de estos ambientes de fiesta donde nació la amistad y mutua admiración con el célebre escritor andahuaylino José María Arguedas .

FUEGO Y LLANO SIN LÍMITES

“A Arguedas le gustaba seguirlo. Y luego lo acompañaba con la guitarra. Eran amigos de mil y una noches. Hasta le dedicó su libro ‘Todas las sangres’: ‘A Jaime Guardia, de la Villa de Pauza, en quien la música del Perú está encarnada cual fuego y llano sin límites’”, recuerda el guitarrista y cantautor ayacuchano Manuelcha Prado , y lo hace con precisión y con una voz que mezcla cierta alegría y nostalgia.

El autor de ‘Yawar fiesta’ también fue un referente en el estilo musical del ‘Charango del Perú’ y le dio consejos y recomendaciones, según nos comenta Prado.

Jerí precisa que Guardia siempre le decía que se debe seguir las recomendaciones de Arguedas : que la música andina no debe tener maquillaje, ningún cambio. “La belleza está en la autenticidad. Por eso, cantemos en quechua”, recuerda la cantante.

Manuelcha Prado y Jaime Guardia compartieron el escenario en varias ocasiones. «Era como tocar con un padre. Con un hombre inmenso que te daba mucha seguridad. Cada mirada, cada acorde te iba llevando de la mano por el camino de la buena música», nos dijo el guitarrista ayachucano sobre cómo era tocar con «El Charango del Perú».

Prado agrega que el charanguista rescató el sentir y sufrir del pueblo andino, y también sus esperanzas y gozos. “Nos deja el legado de su charango. Sus grabaciones. Era un músico auténtico, nato y escogido por los apus”, dice el guitarrista sobre su amigo, a quien lo compara con artistas como Atahualpa Yupanqui y Manuel Costa Ojeda.

Jaime Guardia

Manuelcha Prado toca con Jaime Guardia, su amigo y también maestro (USI).

Jaime Guardia partió hacia la eternidad y deja como lección la importancia de valorar la música del Ande manteniendo su esencia. Pero sobre todo nos deja la melodía de su charango vibrando en nuestros corazones.

Datos:
– En 1987, Jaime Guardia Neyra recibió el título de Artista Popular por el gobierno peruano y en 2006, fue galardonado con la Orden del Sol.

– Jaime Guardia fue reconocido con el título de doctor honoris causa por la Universidad de San Cristóbal de Huamanga en 2015.

– El charanguista fue profesor y director de la Escuela Nacional de Folklore. Además de músico solista, también formó parte de la agrupación La Lira Paucina con Jacinto Pebe Pueyrredón y Luis Nakayama Acuña. Con ellos grabó seis discos.


El músico ayacuchano Jaime Guardia falleció a los 85 años

El músico ayacuchano Jaime Guillermo Guardia Neyra falleció este lunes a los 85 años, según información de Canal N. El cantante y compositor nacido en Pausa, Ayacucho, un 10 de febrero de 1933, superó más de medio siglo de trayectoria artística.

Jaime Guardia fue uno de los más grandes impulsores de la música tradicional en el Perú.

«De pequeño, me conseguí un charanguito de juguete y aprendí a tocarlo. Luego toqué en los coliseos y llevé mi música a Europa», contó en una entrevista a La República en 2012.

Del compositor ayacuchano recordamos que siempre se mostró crítico por la difusión de la música que intentaba cultivar. “Ahora supuestamente hay mucho más difusión para la música andina, pero para qué música. Eso ya no es folclore, no sé qué nombre se le puede dar. Eso es poner de moda y, como toda moda, tan solo con el interés de vender”, dijo el cantor ayacuchano a este diario.

Jaime Guardia creía que el espíritu de una persona tenía una mágica conexión con la música. «El charango, pues, tiene una entonación muy dulce. Aparte de encerrar sentimiento, hay dulzura también. La música está muy ligada al espíritu de la persona. De acuerdo a la sensibilidad del hombre, va también la música», es una de las frases que dejó el gran Jaime Guardia.

Del compositor ayacuchano también es recordada su amistad con el escritor José María Arguedas, quien le dedicó su novela Todas las Sangres.

La República

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