Comenzó Mirada el Festival de Artes Escénicas de Iberoamérica

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Por Daniel Cholakian – Nodal Cultura

Como cada dos años Mirada – Festival de Artes Escénicas lleva lo más actual de la escena Iberoamérica a los escenarios paulistas. En Santos, ciudad que crece desde el mar y se organiza alrededor de uno de los puertos más importantes de América Latina, propone acercarse durante 10 días a grandes propuestas teatrales, de danza y performance.

En esta quinta edición, que reúne a 41 producciones de 13 países, Colombia es el país invitado. Atravesado por el conflicto armado que está llegando al final luego de 70 años, el teatro colombiano se despliega aquí con diversidad de disciplinas, géneros y sentidos. La apertura estuvo a cargo del grupo Teatro Petra con una de sus obras más representativas, Labio de Liebre.

El festival está organizado por el Sesc – Serviço Social do Comércio – junto con la alcaldía de la ciudad de Santos. En la apertura Danilo Santos de Miranda, director regional del Sesc San Pablo citó, en directa alusión al país invitado, al premio nobel de literatura Gabriel García Márquez: «La vida cotidiana en América Latina nos demuestra que la realidad está llena de cosas extraordinarias», fue la frase que se escuchó este miércoles en el Teatro del Sesc Santos.

Por su parte la secretaria interina de Cultura, Raquel Pelegrini, comentó que «la Ciudad agradece al Sesc por la oportunidad de ser escenario de movimientos multiculturales, que nos llevan a una reflexión importante para el actual momento que vivimos».

Los que no tienen nombre

Labio de liebre sirvió para reflexionar acerca de cómo el proceso conocido como de Justicia y Paz (2005), consolidó la legalización de la violencia paramilitar, la apropiación de la tierra y el desplazamiento de cientos de miles, congelando la situación a cambio de unas condenas cortas para algunos de los represores.

Salvo Castello está preso fuera de su país. Fuera del paraíso que ayudó a construir. Condenado a 3 años de prisión domiciliaria, vive entre gringos. Serán los fantasmas de sus muertos quienes no lo dejarán en paz. La familia de la que asesinó a todos sus miembros, la niña que se llevó como mujer y esclava sexual, y la periodista molesta a la que un “amigo” mató.

Foto: Juan Antonio Monsalve

Con un delicado trabajo que parte del registro realista, la obra construye de a poco una suerte de fantasmática que abre la puerta a las apariciones que asolan a Castello. Así, la dramaturgia escala desde pequeñas situaciones del orden de lo irreal hasta el hiperrealismo que produce la tensión final, donde no quedan posibilidades de reconstrucción del mundo. La pregunta, a la que la obra no propone respuesta, es si el perdón es posible. Si la verdad, que funciona acá en un modo casi psicoanalítico, puede reparar.

La propuesta escenográfica es central para dar marco a la construcción de ese universo fantasmático. La casa en la que vive el condenado está inmersa en un gran espacio exterior, que funciona como prisión real y también simbólica. El fuera de campo de la escena principal, donde se mantiene constante la nieve y se hace cada vez más tupida la vegetación, impone un valor dramático notable.

Aun cuando Labio de liebre habla de Colombia, habla también de la historia reciente de toda América Latina. Asesinatos masivos, fosas comunes, cadáveres sin nombre, represores impunes y Estados responsables que nos implican desde México a Argentina. Esta gran puesta escénica del grupo Teatro Petra deja claro que no hay posibilidad alguna de paz, perdón y reparación sin memoria y sin verdad.

Rituales de dolor maternal

También vinculada a una violencia que parece no cesar, en Del manantial del corazón lo ritual –que es en su propia esencia escénico- se constituye como base de la dramaturgia. Conchi León parte de sus trabajos con el biodrama y presenta un espectáculo donde mujeres, que son madres, “enseñan” al público distintos rituales de maternidad en la cultura yucateca. Propuesta que se sale de lo urbano y lo tradicional, la obra convoca a la participación del espectador en la ceremonia del Hetzmek – bautizo maya-, un rito de paso ancestral que se pone en práctica hasta el día de hoy. La propuesta ceremonial de estas mujeres reconstruye la relación con el hijo desde la espera y el bautizo, pero desarrolla la historia de la pérdida de esos hijos, ya bajo la violencia del narco, ya bajo la violencia institucional que el estado mexicano ejerce sobre la juventud.

Foto: Iván Aguilar

El trabajo de las actrices y la relación de cercanía con el público logran no solo reconstruir el espíritu sagrado de lo ritual, sino que permite una intimidad poco usual en el teatro. Se vive, sin dudas, una comunión efectiva en la sala. Eso permite una especial aproximación afectiva de cada espectador con aquello narrado por esas madres amantes y dolientes.

Lo que viene

Durante el fin de semana se presentarán propuestas de Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, México, Nicaragua, Perú y Portugal. A la ya mencionada Del manantial del corazón, se suman dos espectáculos brasileños que proponen una mirada sobre dos autores claves de la cultura del país: Calibán, una puesta de La Tempestad de William Shakespeare en versión de Augusto Boal y Grande Sertão: Veredas, sobre la novela de João Guimarães Rosa, una de las obras claves de la literatura moderna de Brasil.

La ciudad vacía, la puesta del Teatro Justo Rufino Garay de Nicaragua, bajo la dirección de Lucero Millán, es una de las propuestas escénicas más esperadas. No solo porque será la primera vez que una obra nicaragüense se presente en Mirada, sino porque la historia de la propia revolución sandinista, en momentos de una profunda crisis política, será repensada a partir de esta propuesta. Millán, teatrista mexicana que viajó a Nicaragua para fundar un nuevo teatro durante el triunfo del sandinismo, denunció en el mes de mayo haber sido amenazada por su posición crítica al actual gobierno.

Foto: Sandra Zea

El grupo Teatro Petra, que abrió el festival con Labio de liebre, presentará su espectáculo más reciente, Cuando estallan las paredes, donde la violencia se desarrolla nuevamente en el espacio privado pero se expande hacia todo el país y la historia colombiana. Por su parte el grupo Mapa Teatro presentará La despedida que propone una mirada sobre de un museo vivo organizado por el ejército colombiano en un antiguo campamento de la guerrilla.

Toda la programación puede consultarse en el sitio oficial Mirada – Festival Iberoamericano de Artes Escénicas

 

 

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