La Consentida

1.674

Las diez Consentidas de la memoria de Medellín

El Museo de Antioquia desarrolló el proyecto La Consentida que tiene como fin acercar al público a las obras de la colección del museo. Ubicada en la Sala Cundinamarca, que da al exterior del museo y permite conectar la institución con la calle, La Consentida inició en abril de 2016 y desde entonces ha expuesto diez obras.

Por Felipe Osorio Vergara

«El café de la memoria» en la Fiesta del Libro y la Cultura de Medellín es posible gracias a una alianza entre ARCADIA e Itaú.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura(UNESCO) el papel de los museos está anclado a la personalidad colectiva y al patrimonio cultural de los pueblos. Por eso, estos espacios no deben ser tomados como “templos para eruditos”, sino que su esencia está en cumplir funciones educativas y culturales, permitiendo sensibilizar a la población de las distintas formas de su cultura. En este orden de ideas, sale a la luz un concepto denominado como “nueva museología” que, entre otras cosas, se enfoca en la relación de los museos con la comunidad, apuntando a un sistema abierto, multidisciplinar e interactivo en donde prime la participación de la ciudadanía.

El Museo de Antioquia, de acuerdo con ese enfoque de la nueva museología, desarrolló el proyecto La Consentida que tiene como fin acercar al público a las obras de la colección del museo. Ubicada en la Sala Cundinamarca, que da al exterior del museo y permite conectar la institución con la calle, La Consentida inició en abril de 2016 y desde entonces ha expuesto diez obras. El proyecto ha permitido cambiar, de manera positiva, distintas dinámicas del centro de Medellín. La escogencia de las piezas que se exponen allí se dio mediante un trabajo de curaduría colectiva entre los empleados y curadores del museo, miembros del Círculo del Museo y algunas personas del centro de la ciudad.

Carolina Chacón y Juan Camilo Castaño, curadores del Museo de Antioquia, impartieron en “El café de la memoria” de ARCADIA e Itaú en la Fiesta del Libro y la Cultura, una conferencia que abordó la memoria en la ciudad desde ese proyecto. Estas son las diez piezas que han sido exhibidas allí.

Monalisa niña (1961)

Fernando Botero

Monalisa niña. Fernando Botero (1961). Óleo sobre lienzo de 126 por 130 centímetros. Foto: Cortesía Museo de Antioquia.

Con la Monalisa niña de Fernando Botero se dio apertura en la Sala Cundinamarca del Museo de Antioquia a La Consentida en abril de 2016, como homenaje al cumpleaños de este artista antioqueño el día 19 de abril. Esta obra, inspirada en la célebre Giocondade Da Vinci, simboliza una de las etapas más experimentales de Botero, en donde la búsqueda y posterior definición de su estilo figurativo le darían gran renombre internacional, hasta el punto de convertirse en uno de los artistas vivos más cotizados del mundo.

La impresión que causa esta Monalisa niña puede rastrearse en la enorme cabeza que ocupa casi la totalidad del lienzo, pero también  en la expresión amigable y traviesa que esboza el rostro de la niña, algo que se contrapone con la penetrante seriedad y la misteriosa sonrisa que refleja la Monalisa de Leonardo da Vinci. Podría decirse que Botero no busca que su Monalisa niña sea vista como un retrato fehaciente de la realidad sino que tiene como objetivo, el dar origen a una obra de arte auténtica, tan auténtica como el sello artístico que caracteriza a Botero.

Horizontes (1913)

Francisco Antonio Cano

Horizontes. Francisco Antonio Cano (1913). Óleo sobre lienzo de 37 por 60 centímetros. Foto: Cortesía Museo de Antioquia.

“Por viejas trochas de Caldas con la orquídea por blasón, Antioquia viajó descalza y el milagro floreció”. En estas líneas de la primera estrofa del himno del Quindío, se ve evocada la colonización antioqueña del Eje Cafetero, fenómeno del cual la obra Horizontes es insignia. En este sentido, Horizontes es un reflejo de las temáticas que buscó retratar el pintor y escultor antioqueño Antonio Cano, que estaban enmarcadas en la historia y la identidad cultural de Colombia.

Horizontes fue propiedad de la familia del expresidente Carlos E. Restrepo hasta marzo del 2002, cuando fue donada al Museo de Antioquia. La pintura de Cano fue La Consentida del Museo de junio a agosto de 2016.

El pueblo y el guayacán (2006)

Ethel Gilmour

El pueblo y el guayacán. Ethel Gilmour (2006). Foto: Cortesía Museo de Antioquia

Aunque nacida en Estados Unidos, la difunta pintora Ethel Gilmour fue una comprometida con el arte colombiano y pintó, en muchas oportunidades, lo que ella consideraba lo más auténtico de Colombia, es decir, sus pueblos. Así, El pueblo y el guayacán representa no solo a los pintorescos pueblitos y villorrios del país, sino que ese guayacán florecido también está cargado con la exuberancia que identifica al trópico, por lo que en la obra de Gilmour hay un concepto ecléctico entre su cultura materna (estadounidense) y la adoptiva (colombiana). En la creación de Gilmour se aprecia la tranquilidad de un pueblito que tiene en el centro un guayacán florecido. También se ve la minúscula figura de la pintora observando la magnificencia del gran guayacán, mientras ella casi se pierde entre la lluvia de flores amarillas. Es de destacar que la curaduría para seleccionar a esta obra, expuesta entre agosto y octubre de 2016, la realizaron integrantes del Círculo Amigos del Museo.

Colección Fundacional

Foto: Cortesía Museo de Antioquia.

La cuarta Consentida del Museo de Antioquia fue la colección fundacional, que estuvo en exhibición de noviembre de 2016 a enero de 2017. La mencionada colección abarca documentos históricos, pinturas religiosas de la Colonia y artilugios que pertenecieron a los padres de la patria y a los sabios que cultivaron las ciencias, las letras y las artes en los primeros años de la República. Asimismo, la colección se nutre con un hacha que resulta ser una curiosidad histórica local, pues con ella se cometió el crimen del Aguacatal en la Medellín de 1873.

La decisión de “consentir” a la colección fundacional se tomó debido al cumpleaños 135 del Museo y como parte de un proceso de “revisión crítica de la historia para tender puentes entre los objetos que conserva [el museo] y la comunidad a la que sirve” como reza la descripción que de dicha colección hizo el Museo de Antioquia.

Forward (2015)

Daniel Iregui

Forward. Daniel Aregui (2015). Video-instalación. Foto: Cortesía Museo de Antioquia.

Entre mayo y agosto de 2017, La Consentida expuso en su sala Cundinamarca a Forward, creación del artista bogotano de electrónica interactiva Daniel Iregui. Esta obra se realizó gracias a la tecnología, puntualmente a la programación informática, pues el diseño empleó algoritmos aleatorios en aras de representar el concepto de infinito. En esencia, la obra consiste en un cuadro negro pintado en la pared en donde se proyectan secuencias aleatorias de cuadrados y líneas que forman un túnel hacia el infinito, algo que acompañado con el sonido propio de la video instalación, hace que la experiencia de cada persona con la obra sea “única y personal” como afirma Iregui.

La huida (1965)

Rafael Sáenz

La huida. Rafael Sáenz (1965). Óleo sobre lienzo de 240 por 148 centímetros. Foto: Cortesía Museo de Antioquia.

Consentir La huida del antioqueño Rafael Sáenz no fue una idea tomada a la ligera sino que fue producto de una curaduría colectiva con mujeres que laboran en el contexto céntrico del Museo de Antioquia. Estas mujeres escogieron la creación de Sáenz porque retrata los desplazamientos y las migraciones que han sucedido en el país y, como se señala en la descripción que hace el Museo de la obra, “el tema del desplazamiento apareció como un punto común de sus historias de vida”.

La huida representa la migración del campo a la ciudad que se dio en Colombia durante el fenómeno de mediados del siglo XX denominado como La Violencia, sin embargo, esta pintura bien podría reflejar muchas otras épocas violentas en un país en donde, según la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), para 2017 habían cerca de 7,7 millones de desplazados internos.

Teatro Junín (1926)

Eduardo Vieco

Teatro Junín. Eduardo Vieco (1926). Óleo sobre lienzo de 50 por 47 centímetros. Foto: Colarte.

La última Consentida del 2017 fue Teatro Junín del pintor antioqueño Eduado Vieco, que colmó la Sala Cundinamarca del Museo de Antioquia con una atmósfera retrospectiva que evoca esos años de gabardinas y mantillas, de la Medellín todavía con algunas calles empedradas y pocas casas de más de un piso. Esa época en la que la capital de Antioquia estaba dejando atrás su tradicional estilo de pueblo grande de provincia, para convertirse en el corazón industrial del país.

No obstante, este óleo también carga consigo la nostalgia del recuerdo, la melancolía del desarrollo, porque según se creía había que demoler para construir todo de nuevo. Por ello, es que del Teatro Junín solo quedan tímidas fotografías o pinturas, pues se demolió en el año 1967 para dar paso a un rascacielos, a algo más moderno. Y fue precisamente allí, en donde otrora había una fachada elegante al estilo francés y domos y arcos, que se pasó al llamado Edificio Coltejer, insignia también del centro de Medellín porque su altura lo hace visible desde casi cualquier parte de la ciudad. Esta pintura se eligió como Consentida por parte de los estudiantes de la Fundación Universitaria de Bellas Artes de Medellín.

Testigos (2018)

Juan Manuel Echavarría

Foto: Museo de Antioquia

La primera Consentida del 2018 fue la serie de fotografías denominada como Testigos. En ella el fotógrafo paisa Juan Manuel Echavarría buscó registrar el conflicto armado interno que ha vivido Colombia.

Testigos fue elegida gracias a la curaduría de Camilo Castaño y Carolina Chacón, del Museo de Antioquia. Es importante destacar que Echavarría pasó casi cincuenta años escribiendo literatura, en donde la figura retórica de la metáfora era la que más le atraía, además “con la cámara fotográfica escogí ese mismo camino [el de la metáfora]. No estaba interesado en la documentación reporteril sino en mostrar la violencia a través del arte”, señaló el artista en abril de 2018 en entrevista con Mariza Bafile para la revista neoyorquina Viceversa.

La procesión (1941)

Débora Arango

Foto: Museo de Antioquia.

En La procesión la pintora antioqueña Débora Arango muestra a una mujer que vestida de una forma no acorde para la procesión del Corpus Christi, se atreve a meterse entre la multitud para besarle el anillo al obispo. Esta pintura refleja un hecho de transgresión de una mujer en una época en la que ellas estaban relegadas y solo debían cumplir la voluntad de su marido o su padre. Por otra parte, esta obra resulta mucho más diciente si se tiene en cuenta que la sociedad antioqueña de mediados del siglo XX era católica y conservadora hasta la médula, razón por la cual la artista Arango fue censurada por tantos años. Otro hecho a destacar es que esta pintura fue elegida gracias a la curaduría conjunta de un grupo de mujeres transgénero y un equipo del Centro para la Diversidad Sexual y de Género de Medellín.

Casita de arroz (s.f.)

Rosemberg Sandoval

Casita de arroz. Rosemberg Sandoval (s.f.). Foto: Cortesía Museo de Antioquia.

Entre agosto y octubre de este año se exhibe en el Museo de Antioquia la Casita de arroz, creación del vallecaucano Rosemberg Sandoval y que tiene como fin demostrar la fragilidad pero a la vez interdependencia existente entre el campo y la ciudad. Esta obra que no se exponía desde el 2008, exhorta a quienes la visiten a que se piensen como granos de arroz dentro de un conjunto que se llama Medellín.

***

Sobre el proyecto La Consentida es importante señalar que hace parte de un macroproyecto del Museo de Antioquia llamado Museo 360, cuyo objetivo central está enmarcado en la “creación y agrupación de una serie de proyectos que contribuyen a la formación de una ciudadanía crítica y participativa, y se ocupa de asuntos como el espacio público, la educación y el acceso a derechos culturales”, como se indica en su página web.

*Estudiante de Periodismo de la Universidad de Antioquia. El cubrimiento de ‘El café de la memoria‘ es posible gracias a una alianza entre ARCADIA y la Universidad.

Revista Arcadia

También podría gustarte