Manjar de alta demanda

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El teatro colombiano, un manjar con alta demanda en el exterior

Por Yhonatan Loaiza Grisales

Cuando se escriba la bitácora histórica del teatro colombiano en unas cuantas décadas, el año 2018 debería firmarse con una grafía ostentosa. En este año, la escena nacional ha alcanzado alturas relevantes, empezando en abril, cuando el país fue invitado de honor en el Festival Internacional de las Artes de Costa Rica (FIA), dirigido por el manizaleño Octavio Arbeláez. Luego, en julio, participó en la misma condición honoraria en el Festival de Teatro Clásico de Almagro.

El recorrido se complementará en Mirada, Festival Iberoamericano de Artes Escénicas de Santos (Brasil), un encuentro bienal que reúne las principales tendencias de Latinoamérica y que le rendirá homenaje al teatro colombiano.

El evento, que irá del 5 al 15 de septiembre, tendrá nueve obras nacionales: ‘Labio de liebre’ y ‘Cuando estallan las paredes’, de Teatro Petra (ambas de Fabio Rubiano); ‘Nos hemos olvidado de todo’ y ‘Promesa de fin de año’, de La Maldita Vanidad; ‘La ciudad de los otros’, de Sankofa; ‘La despedida’, de Mapa Teatro; ‘La miel es más dulce que la sangre’, de L’Explose; ‘Souvenir asiático’, de Los Animistas, y ‘Súper tejido limbo’, de Maldita Danza. Además, se presentará la instalación ‘Topografías: utopías y distopías’, de Mapa Teatro.

“Colombia vive un momento cultural, social y político muy importante. Los esfuerzos que se hacen para la pacificación, para la superación de las diferencias, son muy importante y esas cuestiones aparecen de manera muy fuerte en muchas producciones colombianas”, dice Danilo Santos de Miranda, director regional del Sesc San Pablo, que organiza el Festival. 

Además de las obras invitadas, se podrá ver el trabajo de la actriz colombiana Carolina Virgüez, quien reside desde hace varios años en Brasil y protagonizará las obras ‘Corpos opacos’ y ‘Guanabara canibal’.

Esa delegación colombiana es una muestra de la variedad inclasificable que tiene nuestro teatro, pues recoge el estilo cimentado en el texto y en la artesanía del gesto de Teatro Petra hasta las experimentaciones de Mapa Teatro, pasando por la danza contemporánea de L’Explose y la afro de Sankofa.

La miel es más dulce
Siete bailarines protagonizan ‘La miel es más dulce que la sangre’. Foto:  Cortesía Teatro Mayor
La vuelta al mundo

Además de las legendarias giras del Teatro Libre, La Candelaria y el Teatro Experimental de Cali, que en las décadas de 1960 y 1970 llevaron a estos grupos a países como Dinamarca, Francia y China, la escena nacional ha tenido rutilantes antecedentes recientes en el exterior.

En el 2012, por ejemplo, Mapa Teatro se convirtió en el primer grupo colombiano en participar en el prestigioso Festival de Avignon. Y esta semana, los hermanos Heidi y Rolf Abderhalden, fundadores de Mapa, recibieron la Medalla Goethe 2018 en Weimar, Alemania.

Hace tres años, además, Colombia fue invitado de honor en el Festival Cervantino, de México, que en ese entonces tenía como batuta artística al escritor Jorge Volpi, quien destacó la enorme tradición y fuerza de nuestros creadores.

Según Octavio Arbeláez, que además dirige el Festival de Manizales, el teatro colombiano goza de cabal salud y se está convirtiendo en “objeto de deseo” en el panorama internacional.

“Esto como consecuencia de un proceso de consolidación de procesos de creación que incorporan una dramaturgia actual muy variada e interesante, que no teme asomarse a los temas de nuestro tiempo, en particular los conflictos y la violencia en Colombia; puestas en escena muy cuidadas, actuaciones de muy buen nivel”, asegura.

Santos de Miranda destaca que las obras colombianas que se han presentado en las ediciones anteriores de Mirada han tenido una muy buen conexión con el público. “Se percibe un rigor en la producción, una personalidad muy fuerte. Hay una preparación muy importante en los artistas que se dedican al teatro y a la danza”, añade.

Mapa Teatro
Mapa Teatro, que acaba de ser premiado en Alemania, presentará en Brasil ‘La despedida’. Foto: Rolf Abderhalden

Para el español Ignacio García, director artístico del Festival de Almagro, el teatro colombiano aún no alcanza en Europa los niveles de reconocimiento del argentino o al mexicano, pero igual impacta por su enorme fuerza visual.

“También la riqueza del lenguaje y la belleza del acento colombiano son hipnóticos para el público, lo que combinado con la enorme intensidad actoral de los intérpretes supone una mezcla atípica entre dulzura y violencia, como un puño de hierro envuelto en un guante de terciopelo”, añade.

Hay grupos que han logrado generar una marca internacional, como es el caso de El Colegio del Cuerpo, de Álvaro Restrepo, que tiene giras permanentes. A eso se suman esfuerzos alternativos, como pasó con ‘Carta de una desconocida’, adaptación de la novela de Stefan Zweig dirigida por Manolo Orjuela, que acaba de tener una temporada en México.

“El teatro colombiano tiene una particularidad y es que el que sale una vez sigue saliendo. En nuestros primeros 17 años solo salimos una vez, a Ecuador. Nada que arrancábamos, empezamos a salir en el 2002 y no hemos parado, ni un solo año”, dice Rubiano sobre la trayectoria de Teatro Petra, que luego de Brasil irá a México con Yo NO estoy loca y en el 2019 estará en el festival Santiago a Mil.

Hay otros factores que suman a esta dinámica, como los mercados culturales y las ruedas de negocios. Arbeláez, por ejemplo, dirigió en varias ediciones la Ventana Internacional de las Artes en el Festival Iberoamericano de Teatro y también invita a programadores internacionales al que se celebra en Manizales.

“Es muy importante sobre todo que haya homenajes al teatro colombiano porque aquí hay muchas más cosas, más allá de los que viajamos, como el trabajo que tienen Katalina Moskowictz, Juan Carlos Agudelo, Los Animistas y Matías Maldonado con El Embuste. Hay una gran cantidad de gente que también debería estar viajando por fuera”, finaliza Rubiano.

La experiencia en Almagro

En uno de los principales bastiones del teatro del Siglo de Oro, Almagro (España), se presentaron una versión de ‘Macbeth’, de Shakespeare, dirigida por Pedro Salazar, y otra de ‘El Quijote’, de Cervantes, de La Tropa Teatro de Pereira. Según el director del festival, Ignacio García, las dos obras fueron ejemplos perfectos de una imaginación sin límites.

“La recepción del público ha sido excepcional, tanto en impacto como en número de espectadores. Quijote, espejo del hombre fue una lectura de realismo mágico y de transformación social extraordinaria”, aseguró.

El Tiempo

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