Lo político subió a escena en las primeras funciones de Festival de Cine de Mar del Plata

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Por Daniel Cholakian – Nodal Cultura (Desde Mar del Plata)

“Los pueblos originarios resistieron durante 500 años y lo seguirán haciendo” afirmó João Salaviza al cerrar su presentación de la película Chuva é cantoria na Aldeia dos Mortos, que dirigió con Renée Nader Messora. Ellos trabajaron durante años en la comunidad indígena de Pedra Branca, y para su realizador el triunfo del ultra derechista Jair Bolsonaro en las elecciones presidenciales es una amenaza concreta a su subsistencia.

Bolsonaro, quien sostuvo entre otras cosas que «el reconocimiento de tierras indígenas es un obstáculo para la agroindustria» y «no voy a dar ni un centímetro a las reservas indígenas», representa para Salaviza una amenaza concreta no solo para la vida de los miembros y la cultura de Pedra Branca, sino de más de 300 comunidades originarias de todo Brasil.

João Salaviza y Renée Nader Messora / Foto: Damaris Hidalgo

La proyección de Chuva é cantoria… se dio este domingo por la mañana y fue la primera luego de la ceremonia inaugural, ocurrida en la noche del sábado. Allí también la política, brasilera, argentina y regional, se hizo presente.

El ajuste del que no se habla

El evento oficial que dio inició al Festival Internacional de Cine de Mar del Plata fue abierto por el Secretario de gobierno de Cultura argentino, Pablo Avelluto. Su presencia en el escenario fue recibida con fuertes abucheos por parte de un amplio sector del público presente. Más allá del rechazo del sector audiovisual expresado allí frente las políticas para el sector, lo que subyace es el impacto que en el campo de la cultura tendrá el muy fuerte ajuste fiscal que lleva adelante el gobierno argentino.

Avelluto intentó hacer un llamado que convocara a la voluntad mayoritaria afirmando que todos los presentes coincidían en su interés y pasión por el cine y que ese debería ser algo que los convoque al encuentro. Sin embargo repitió ayer una frase que utilizado en la presentación del evento: “Realizamos el festival contra viento y marea”. ¿Cuáles son las dificultades a las que refiere la máxima autoridad de la cultura pública en Argentina? Más allá de la coincidencia en vincular los problemas de la gestión a las dificultades meteorológicas, como hace el presidente Macri, Avelluto habla sin hacerlo del recorte de presupuesto y del impacto de la devaluación del orden del 100% en los últimos meses. En concreto en el caso del Festival se hace evidente en el  pago de derechos de proyección, que se pactan en dólares, con lo cual se reduce la cantidad de películas que se pueden incluir, y en la presencia de invitados internacionales.

Pablo Avelluto, Secretario de Gobierno de Cultura de Argentina / Foto: Damaris Hidalgo

El ajuste y la devaluación son decisiones de política económica del gobierno y allí parecen radicar las críticas del sector cultural. En las últimas semanas se ha movilizado para impedir no solo el ajuste en las partidas presupuestarias, sino para evitar el cierre de algunos programas de menor visibilidad, pero de gran impacto social. En este contexto el repudio de la mayoría de los presentes contra el Secretario de Cultura argentino dejó ver algo que normalmente en este tipo de eventos se silencia.

Con mucha delicadeza, en el marco de una situación que había sido tensa, la actriz Mercedes Morán al recibir un premio por su trayectoria, pidió a su vez que no se produzcan recortes en el fomento al sector cultural.

Dejame en lo verde celebrar los días

Mercedes Morán / Foto: Damaris Hidalgo

En una de las más bellas zambas argentinas, Zamba del laurel, Gustavo “el Cuchi” Leguizamón escribió

Si lo verde tuviera otro nombre,
Deberia llamarse rocio.

Me permito recordar este tema, porque el verde, que representa en toda la región la lucha de las mujeres por el aborto legal, seguro y gratuito, es una de las formas más intensas y poéticas de defensa de la vida. Como en la poesía de “el Cuchi”, el verde se hace presente en lo vital.

Como ya ocurrió en la entrega de los Premios Fénix hace unas semanas, el pañuelo verde se hizo presente ayer en la ceremonia de apertura del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.

Fue también Mercedes Morán quien hizo esa referencia. Al cerrar el discurso con el que agradeció el reconocimiento, elevó su puño derecho en el cual llevaba atado el simbólico pañuelo. Ese fue uno de los momentos en los que el público se unió en una ovación. El mismo pañuelo lo llevaban todas las mujeres del equipo de la película Sueño Florianópolis, que subieron al escenario para presentarla. La producción argentino brasilera fue proyectada en la función de apertura del Festival.

Pero las referencias a la cuestión de género no estuvieron solo centradas en la lucha por el aborto legal, seguro y gratuito. La directora artística, Cecilia Barrionuevo, que lucía un notorio prendedor verde sobre su vestido negro, hizo significativas e importantes referencias a las luchas de las mujeres y las disidencias en varios pasajes de su discurso, y especialmente cuando presentó el Foro sobre Cine y Perspectiva de Género, que se lleva a cabo durante el Festival. En el marco del mismo se firmará el pedido de equidad de género en la industria audiovisual, donde la desigualdad es abismal y la presencia de las disidencias es apenas marginal. Ese anuncio fue también uno de los momentos de mayor reconocimiento por parte del público presente.

Cecilia Barrionuevo / Foto: Damaris Hidalgo

Cabe destacar que esta 33° edición del Festival tiene una programación que abre la pantalla a los cuerpos y las sexualidades disidentes y así permite articular una mirada muy interesante sobre los debates del presente.

De Argentina a Brasil, de Brasil a Argentina

Sueño Florianópolis de Ana Katz fue la película elegida para completar la ceremonia de apertura del Festival.

El film, el viaje de una familia argentina hacia Florianópolis, cuenta una historia de disgregación, pero también la particular relación de los argentinos de clase media con Brasil y con los brasileros. Los cruces del habla y la mirada sobre la imaginaria liberalidad sexual, sobre la diversión permanente, las playas hermosas o pobrezas diversas. En ese registro, que por momentos es lo más interesante de la película, se juega algo importante de la relación entre las sociedades que sin dudas si miran aun con demasiada distancia. Como afirmó el actor Gustavo Garzón durante la presentación de la película, “los argentinos no conocemos nada de los brasileros y los brasileros no conocen nada de los argentinos. No sabemos nada de su cine, de su teatro, de su cultura. Y ellos tampoco de la nuestra. Es hora que empecemos a conocernos mejor”.


Puede leerse también la película en clave política. El sueño de la clase media de viajar a las paradisíacas playas del sur de Brasil, que se construyó en los años ochenta, se desgrana, se demuestra vano e ilusorio en tiempos de decadencia neoliberal. El de la familia ideal en el lugar ideal termina estallado en los años de la hegemonía neoliberal, como gran parte del sueño de alegría eterna del pueblo brasilero y el de consumo imparable de los argentinos.

Poco antes de la proyección Daniel Katz, co guionista de la película, refirió a lo preocupante que resulta para el campo de la cultura el triunfo del conservadurismo en Brasil. Y lo asoció al ascenso de gobiernos de derecha en toda la región. Allí también, de algún modo, los destinos brasileros y argentinos se unen. Las artes, y la cultura en general, son herramientas privilegiadas para construir ese conocimiento y afecto mutuo, imprescindibles para la construcción de una integración sostenible más allá de los ascensos de proyectos políticos que desean desarticularla.

El Colectivo de Cineastas responde

A raíz de los hechos vividos el sábado 10 de noviembre durante la inauguración del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, el Colectivo de Cineastas, conformado por directores/as, productores/as, técnicos/as, estudiantes, periodistas y personas relacionadas al ámbito audiovisual, presentó el martes 13 de noviembre en el marco de la muestra un comunicado respondiendo a afirmaciones hechas por Pablo Avelluto en particular y sobre la comunicación del gobierno en materia audiovisual en general.

 

COMUNICADO MESA DE DIRECTORXS (ADN, CdC, DIC, DOCA, PCI, RDI, RAD, CCC) DESDE EL FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE DE MAR DEL PLATA 2018
Somos cineastas, trabajadores de la cultura, y queremos manifestar nuestro rotundo desacuerdo con el mensaje que desde la actual Secretaría (ex Ministerio) de Cultura y desde la gestión del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales quieren instalar sobre la situación que está atravesando nuestro cine que lejos del éxito ha llegado a una situación de ahogo de la producción en todas las áreas que conforman al Cine Nacional.
Sin garantías en el cumplimiento de la Ley de Cine, desde la Comunidad Cinematográfica denunciamos con mucha preocupación la sub-ejecución presupuestaria que ya es de público conocimiento al mismo tiempo que se ha reducido la capacidad de financiación de las películas, sin acceso a créditos, con menos recursos para llevarlas a cabo, con rodajes resumidos en detrimento de los procesos creativos y menos puestos de trabajo para los/las técnicos/as, con plazos generados por leyes improvisadas que atentan contra los procesos productivos y creativos, con inexplicables y crecientes trabas burocráticas para productores y directores y con la ausencia de un plan de fomento inclusivo y federal que responda a las necesidades de la diversidad de producciones que constituyen la cinematografía nacional. A todo esto se agregan ataques de hecho y de palabra a la vía digital documental, única ventanilla continua que no exige antecedentes que queda en el INCAA y que es el sostén de producciones que nos enorgullecen.
Hablan de récord de público en el Mes del Cine Argentino pero olvidan decir que han destinado 150 millones de pesos a subsidiar a las grandes empresas exhibidoras para llevarlo a cabo mientras que esas mismas empresas son las que no cumplen con una cuota de pantalla para exhibir las películas argentinas. Mientras tanto se agolpan en el cine Gaumont 67 estrenos nacionales para el último trimestre de 2018, que aunque fueran exitosos no tendrán ni oportunidades ni reglas para permanecer en cartel y llegar al público porque además tampoco tienen ayuda al lanzamiento que ha sido tercerizada sin que se vean resultados tangibles. Todos signos que nos señalan que el único objetivo real, de fondo, es la destrucción de la producción nacional, dejando su distribución y exhibición para las cadenas internacionales porque ya han exterminado a casi toda la distribución nacional
Todo ello se acompaña por un desprecio total a la preservación de nuestro patrimonio audiovisual, vaciando la CINAIN (Cinemateca y archivo de la imagen nacional), organismo creado por ley para cumplir este objetivo y que es encargado del cuidado de nuestras películas.
En consonancia con todo lo anterior sumamos nuestra preocupación por conocer el proyecto de presupuesto 2019 que, incumpliendo la Ley de Cine, no han presentado al Consejo Asesor aunque según los números que se enviaron al Poder Ejecutivo Nacional indican que el INCAA cerrará el año con 694 MILLONES, del fondo de fomento a la cinematografía creado por ley con recursos generados por la propia industria audiovisual, en el banco mientras desfinancian a la producción y la distribución de nuestro cine nacional.
Mienten cuando dicen que les preocupa el cine porque lo están dejando morir. Manipulan las cifras y crean una maraña de resoluciones absurdas para distorsionar la realidad.
Por eso, sostenemos nuestra lucha en defensa del cine: por más cine y por más miradas.

Mesa de Directorxs (ADN, CdC, DIC, DOCA, PCI, RDI, RAD, CCC)

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