Antonio Araujo, director de la MITsp: «Invitamos obras que se posicionan políticamente frente a su tiempo»

Foto: Flavio Morbach Portella
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Por Daniel Cholakian

La 6° edición de la Muestra Internacional de Teatro de San Pablo -MITsp- se desarrollará entre el 14 y el 24 de marzo. Pensada como una propuesta de un teatro moderno, que busque en la investigación escénica la innovación, con una perspectiva política y social, la Muestra surge del trabajo entre Antonio Araujo y Guilherme Marques.

En esta edición además de la tradicional muestra de obras internacionales y los estrenos nacionales, será muy importante la muestra Plataforma Brasil, -MITbr-, que promueve la internacionalización de las artes escénicas brasileras.

Nodal Cultura conversó con Antonio Araujo, director artístico de la MITsp, a propósito de los orígenes de la muestra, los ejes curatoriales, las propuestas temáticas, la actualidad de la escena de Brasil y la importancia de la relación entre el Festival y la Universidad.

¿Cómo  y por qué surge esta muestra internacional de teatro que hacen en San Pablo?
La muestra fue una idea que tuvimos con Guilherme Marques. Nosotros hace años conversamos sobre cuánto nos interesaba tener de nuevo un festival internacional de teatro aquí, ya que en San Pablo hubo uno muy importante que empezó en los años ’70 del siglo pasado y duró hasta el comienzo de los ’90. Ese fue un festival internacional creado por Ruth Escobar, una actriz que también participó en política, que traía actores internacionales muy importantes que nunca habían llegado a Brasil. El festival fue muy importante para mi formación como director de teatro y marcó la escena no solamente de San Pablo, sino de todo Brasil. Ruth Escobar enfermó y entonces dejó el festival, que perdió su continuidad.
En 2012 hablando con Guilherme sobre la importancia de la cultura en San Pablo, y por sobre todo el teatro, entendimos que no podía ser que la ciudad no tuviera un festival internacional. Teníamos festivales iberoamericanos, pero no uno internacional. Por eso decidimos intentarlo. Buscamos apoyo de la municipalidad, del estado de San Pablo y de entidades privadas, y logramos en 2014 hacer la primera edición de la muestra. Desde ese entonces pudimos hacer una edición anual, siempre en el mes de marzo.

¿Cuáles son los criterios de curaduría? ¿Qué es lo que buscan instalando este festival en la escena de San Pablo?

La muestra tiene 4 ejes principales: la Muestra de espectáculos, tanto las invitados internacionales como los estrenos; el eje más nuevo es la Plataforma Brasil, es lo que llamamos el MITbr, que es una plataforma de teatro de todo el país para programadores internacionales –aunque las funciones son abiertas a todo el público-; el tercer eje se llama Miradas críticas, que supone la reflexión y debate sobre las obras, más la publicación de un catálogo-libro con artículos inéditos que hace un puente entre el festival y los cursos de posgrado de las universidades de Brasil, y tres seminarios teóricos; el último eje lo conforman las Acciones pedagógicas, que incluye workshops, residencias artísticas e intercambios entre artistas.

La política está en la sala, Bertrand Lesca y Nasi Voutsas – Foto: Nereu Jr. (www.focoincena.com.br)

En relación a los espectáculos, lo que guía la curaduría es que trabajamos con obras contemporáneas. Buscamos trabajos ligados a la experimentación y la investigación. Invitamos obras que se posicionan políticamente frente a su tiempo, sea en Brasil o en los países de donde provienen las obras. Esta conexión política y social es algo importante para nosotros. También obras que se sitúan en los cruces de lenguajes entre teatro, danza y performance. Si bien la llamamos muestra internacional de teatro, no es solo de teatro. Pensamos las artes escénicas como un campo expandido.
Cada año los ejes y las motivaciones van cambiando. El año pasado la cuestión del racismo era algo muy significativo para la Muestra, mientras este año las discusiones sobre descolonización fueron importantes en la elección de algunas obras. Hay algo que es general para los trabajos que traemos a la Muestra y hay algo que cambia cada año, según los temas de interés que nos planteamos.

¿Los espectáculos internacionales invitados están vinculados a esa mirada política y a las discusiones sobre la descolonización?
La discusión sobre descolonización aparece en uno de los trabajos de Milo Rau, Compasión. La historia de la ametralladora. Aquí él habla sobre la relación entre Europa y África, la supuesta filantropía europea para con los africanos y la mirada en relación con la caridad. Asume una mirada crítica sobre las relaciones entre Europa y África. Esta es, aunque crítico, una mirada europea.

Pero tenemos la obra Le socle des vertiges de Dieudonné Niangouna, director y dramaturgo del Congo, que trae esas relaciones entre Europa y África desde la mirada de África y da cuenta de las cicatrices dejadas por la experiencia colonial. El público va a tener así tanto la mirada europea como la africana.
También desde Brasil estarán Colonia y Esto es un negro, que hablan de los procesos de la colonización y la esclavitud, con lo cual establecerá una conexión con lo que estará presente en los seminarios que tendremos durante el festival.

Pude ver alguna de las obras brasileras mencionadas, y mi impresión es que son evidentes las discusiones sobre la historia de la colonización, la identidad, la negritud y la mirada del otro en relación con la mirada del colonizador. En tu opinión ¿qué se está discutiendo en la escena brasilera en estos momentos?
Lo que decís respecto del teatro brasilero es una buena observación pero hay otras cosas más, que en nuestra programación se verán. Si toman la programación de MTIbr encontrarán muy presente la cuestión del feminismo. El rol de la mujer y la cuestión del patriarcado y el machismo. Tenemos obras como Lobo de Carolina Bianchi y Vulva de Mariana Senne, que ponen en primer plano la cuestión de la mujer y del feminismo.
También hay una presencia muy potente de la cuestión del cuerpo. Este cuerpo liberado, este cuerpo que no acepta ser clausurado, normatizado e higienizado. La presencia del cuerpo es algo muy fuerte en la MITbr. Si tomas nuestra campaña, las imágenes de la publicidad de la muestra de este año, verás que todo pasa por el cuerpo. Eso es algo también importante para la MTIsp.

Sobre la cuestión de la mujer, pero desde la perspectiva de la adolescente hemos podido conseguir traer la obra chilena “Paisajes para no colorear”, de Marco Layera. Conseguimos el apoyo para traerla incluso después de haber presentado toda la programación.

¿Y aparece lo trans género también en el teatro brasilero y en la muestra en particular?
Sí, claro. Vamos a tener el estreno de Manifesto Transpofágico de Renata Carvalho, que sufre mucha persecución, porque es una artista trans. Nosotros decidimos estrenar su nueva obra. Y en la muestra internacional vamos a traer MDLSX del grupo Motus, que habla sobre una persona hermafrodita.

Manifesto Transpofágico crédito De Souza
Manifesto Transpofágico – Foto: De Souza

En varios momentos mencionaste la relación con las universidades de Brasil. Los festivales, más allá de la relación con los públicos, es un espacio donde se debate y se produce conocimiento ¿Desde cuándo y cómo trabajan ustedes esa relación con las universidades?
Esta es una preocupación que tengo desde la primera edición, porque yo vengo de la universidad y sigo trabajando allí. Soy profesor de Dirección teatral del Departamento de artes escénicas de la Universidad de San Pablo. Para mí siempre fue algo importante que la universidad pudiera estar conectada con lo que pasa en la ciudad en términos de teatro, de danza o de performance, que no estuviera alejada de eso. Por eso nos propusimos esta conexión con los programas de posgrado, y no solo con los profesores sino también con los investigadores que están cursando maestrías o doctorados.
Lo hacemos por medio de los artículos y los ensayos que se publican el Catálogo-libro que se presenta en el mismo día que comienza la MITsp. Pero también los invitamos para que vengan a la muestra o a presentar charlas sobre algunos de los artistas, sobre los espectáculos.
Incluso algunas de las actividades se desarrollan en la Universidad. Antes y durante la muestra. Hace unas semanas vino un coreógrafo israelí que vive en Francia, Arkadi Zaides, a quien invitamos para hacer un workshop de una semana con bailarines y artistas de danza teatro de Brasil. Ese workshop se organizó en el Teatro de la Universidad de San Pablo. No solo queremos traer la universidad hacia la muestra, sino también llevar la muestra a la universidad. Así creamos el intercambio y el diálogo.

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