Paralelo Cero

1.725

Quito, sede de Paralelo Cero

El festival de poesía congregará a más de 60 exponentes nacionales y de diversos países. El encuentro rendirá homenaje a la escritora ecuatoriana Violeta Luna, quien presentará su libro »Ráfaga Menguante» y otros poemas.

Más de 60 poetas de América y Europa están invitados al Undécimo Encuentro Internacional de Poesía Paralelo Cero. Quito será la sede de este capítulo que integrará a varias ciudades de la Costa y Sierra de Ecuador, a partir del próximo 7 al 13 de abril. Tulcán, Ibarra, Otavalo, Latacunga, Machachi, Ambato, Riobamba, Cuenca, Guayaquil y Esmeraldas son las ciudades que en forma integral presentarán diversos eventos en colegios, universidades, librerías, plazas, teatros y centros culturales.

Además de las lecturas poéticas, también habrá conversatorios y se realizarán 24 lanzamientos de obras literarias. El Teatro Capitol, en Quito, será el lugar de la inauguración oficial del festival, que entregará reconocimientos y rendirá homenajes a destacados poetas. La ecuatoriana Violeta Luna, una de las voces más fuertes de la lírica local e iberoamericana, tendrá un merecido tributo en el encuentro. El libro Ráfaga Menguante y otros poemas de la poetisa será presentado durante el festival. Margaret Randall (Estados Unidos), Omar Lara (Chile) y Nancy Morejón (Cuba) están en la lista de figuras que serán reconocidas.

La presentación de antologías de las obras poéticas de estos artistas será parte de los homenajes en manos de la firma El Ángel Editor. El Ministerio de Cultura y Patrimonio organiza, junto a la Dirección de Cultura del Municipio de Quito y el sello editorial El Ángel Editor, este encuentro poético. Colaboran también la Casa de la Cultura Ecuatoriana y varias instituciones educativas.

Paralelo Cero nació en 2009, con el objetivo de promocionar la poesía de Ecuador a nivel nacional e internacional. Desde su segunda edición, el encuentro ha rendido homenaje a grandes exponentes de la literatura ecuatoriana, con la finalidad de recordar su trabajo e incentivar su lectura en las generaciones jóvenes.

El Telégrafo

 

También podría gustarte