Gabriel Sandoval: «Queremos que los latinoamericanos podamos conocernos a través de nuestros escritores»

El editor responsable de la colección Bordes dialogó con Nodal Cultura

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Por Daniel Cholakian – Nodal Cultura

Bordes, la colección literaria presentada por Editorial Planeta, reunirá mucho de lo mejor de la narrativa de América Latina y el Caribe. Los libros tienen un diseño atractivo, que proponen una identidad gráfica que se propone cercana y fácil de acceder para un público general.

“Es una colección de bolsillo Premium, algo más grande que lo tradicional, que mantiene la imagen de la publicación original, pero con un estilo vintage –por eso la idea de la polaroid-“, explicó a Nodal Cultura el editor mexicano Gabriel Sandoval, responsable de la colección. “La niñez de muchos de nosotros está relacionado con esa fotografía instantánea. La utilizamos porque sentimos que cuando somos más chicos estamos mucho más abiertos al mundo. Cuando uno ve sus fotos de niño tienen algo de esa imagen y nos interesaba esa fotografía de un momento de nuestras vidas en las cuales estábamos dispuestos arriesgarnos, a conocer el mundo. Y lo que invita Bordes es justamente a eso, eliminar los bordes y conocer el mundo literario de nuestra región”.

En esta selección de obras narrativas de autores de la región que son parte del catálogo de algunos de los sellos de Planeta, los lectores latinoamericanos podrán encontrar las voces literarias más potentes que se publican en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Uruguay.

“Yo creo que hay un ingenio latinoamericano que se ve mucho en la literatura. Un ingenio que compartimos en toda la región, que está en esa suerte de necesidad de sobrevivir. Creo que la literatura refleja mucho esa picardía, esa cosa divertida que nos une. Yo creo que nos da una identidad y esa identidad se ve muy reflejada en esta colección”, sostuvo Sandoval en relación con algunas de los indicios que se encuentran en la literatura de nuestro continente.

Las novelas estarán disponibles en todos los países, según explicó a Nodal Cultura Sandoval. El editor comentó que además de la presencia continental, el proyecto supone una distribución de estos autores, que no siempre pueden llegar y sostenerse en las librerías latinoamericanas. Adicionalmente se alcanzará a nuevos lectores que suelen buscar ampliar sus horizontes literarios, acercando estos autores que construyen un mapa de las voces narrativas latinoamericanas.

Si bien hasta el momento hay doce novelas publicadas, según Sandoval antes del final de 2019 esperan contar con cerca de 50 títulos, donde se incluirán tanto clásicos como nuevos autores. Los títulos publicados hasta este momento son los siguientes:

38 estrellas/ Josefina Licitra/ ARGENTINA
Descubrí que estaba muerto/ Juan Pablo Cuenca/ BRASIL
El amor es una catástrofe natural/ Betina González/ ARGENTINA
El buscador de cabezas/ Antonio Ortuño/MÉXICO
El cerebro de mi hermano/ Rafael Pérez Gay/ MÉXICO
El espectáculo del tiempo/ Juan José Becerra/ ARGENTINA
El mitómano/ Adolfo Macías Huerta/ ECUADOR
El monstruo pentápodo/ Liliana Blum/ MÉXICO
La luz difícil/ Tomás González/ COLOMBIA
La naturaleza seguía propagándose en la oscuridad/ Andrea Mejía/ ARGENTINA
Lluvia/  Karina Pacheco/ PERÚ
No somos cazafantasmas/ Juan Manuel Robles/ PERÚ

Nodal Cultura conversó con Gabriel Sandoval, editor responsable de Bordes, para conocer más sobre la colección que está llegando a las librerías del toda la región

¿Cómo surge la colección Bordes?
La idea de Bordes es poder tener en una sola colección un destilado de nuestro catálogo más destacado de autores literarios de la región. Bordes básicamente se alimenta de cinco sellos: Seix Barral, Tusquets, Destino, Espasa y Emecé. Lo que nosotros intentamos con la colección es que el talento latinoamericano que está albergado en el catálogo de Planeta pueda estar desde la Patagonia hasta Estados Unidos. Ver a Latinoamérica como un solo territorio. De ahí viene el concepto de Bordes. Nuestra idea es evitar los límites, tanto los abstractos como los reales. Queremos que los latinoamericanos, que tenemos tantas cosas en común, podamos conocernos a través de nuestros escritores.
Por ejemplo, cuando un escritor argentino llega a México tiene que defenderse a sí mismo. En el mejor de los casos tiene dos o tres días de prensa, pero luego se va y entra en una competencia algo desleal en las librerías con el resto de autores locales. En ese momento como no está presente y la gente no lo conoce lo suficiente, no siempre tiene un sello para “defenderlo”.
En momentos en que la industria ha cambiado muchísimo y tenemos una cantidad de novedades enormes en cada uno de nuestros países, los libreros suelen rezagar algunos de los libros de autores de la región. Cuando la llega de una forma individual, cuesta mucho mantener al autor, hacerlo crecer y mantenerlo visible. Como ya no va a ser un autor sino una armada literaria, es mucho más difícil que el librero lo devuelva, ahora tendrá una colección. Además, al generar una curaduría de mucha calidad, los lectores al cabo de uno o dos años van a saber que al momento de comprar algo de Bordes se va a encontrar con literatura latinoamericana de calidad

¿Cómo realizan esa curaduría?
Nosotros lo que hacemos es maquetar la colección desde México, donde nació, pero nos alimentamos de las inteligencias regionales. Cada director editorial hace sus propuestas de autores que le resultan interesantes, dentro de lo que está conceptualmente en el espíritu de la colección, y juntos hacemos un plan editorial. Por ejemplo, para los próximos 12 meses queremos incluir nombres como  Bioy Casares y Osvaldo Soriano de Argentina, Jorge Ibargüengoitia de México y Pedro Lemebel de Chile. O sea, no solo sumaremos autores vivos, sino también autores que son íconos de la literatura latinoamericana.

En la colección se percibe que amplitud en ese sentido. Hay autores  con una trayectoria importante y otros muy jóvenes y emergentes, ¿hay algún diálogo posible entre esos nombres y esas estéticas?
Si, absolutamente. Si bien es una literatura que podemos llamar de nicho vamos a poder identificar como dialoga, por ejemplo, Saer con Ortuño. La selección nos va a permitir descubrir que Latinoamérica tiene tantos puntos en común que, al amalgamarlos en una sola colección, los puedes ver mucho más nítidos que cuando los ves individualmente.

Tú mismo eres una suerte de experiencia viviente para pensar esta Latinoamérica
(risas) Si, yo soy casi un paria. Nací en Perú y viví 17 años ahí. Luego fueron 13 en Chile y ahora hace 13 años que vivo en México. Mi experiencia personal me permite encontrar en los países que he vivido muchas cosas en común. A veces en algún lugar de Ciudad de México recuerdo muchísimo Lima. O estando en Santiago recuerdo barrios bonaerenses. Yo creo que hemos puesto límites y hemos puesto fronteras que en realidad no existen.
Para mí es muy sencillo dialogar con un argentino, un colombiano o un mexicano; y sentía que en la literatura que tenemos eso no estaba pasando. Y no estaba pasando por  un efecto de mercado. La idea fue buscar una herramienta que rompa la visa o el pasaporte y podamos trabajar y leernos en conjunto. Que nos permita entendernos como un pueblo común.
No habíamos encontrado las herramientas para que esto salga a la luz. Para nosotros esta es la herramienta, porque es una colección que va a un público más arriesgado, más informado, que está interesado de leer un ecuatoriano o un peruano, pero no puede hacerlo porque sus libros son difíciles de encontrar. Hoy lo interesante es que esta obra ya circularía en todo el territorio latinoamericano.

¿Cuál es el plan de publicación de la colección?
Hemos sacado 12 títulos, esperamos terminar el año con 40 o 50 y en 3 años estar en el orden de los 150 títulos latinoamericanos que estén circulando en la región.

La gran mayoría de los latinoamericanos tenemos un “agujero” entre México y Venezuela que es Centroamérica. ¿Está considerada la región en Bordes?
Absolutamente. Pronto tendremos a Luis Chaves, que es de Costa Rica. En el segundo semestre del año saldrá Salvapantallas. También tenemos a José Adiak Montoya, que es nicaragüense, que saldrá con Lennon bajo el sol, que es una novela muy atractiva, que recrea la historia de Los Beatles como si fueran un grupo de rock nicaragüense. Es muy divertido.

¿Qué estás viendo en la literatura latinoamericana más joven, más del presente?
Yo creo que el rasgo distintivo de la literatura joven latinoamericana es justamente su globalidad. Hoy un escritor de 25 años tiene acceso a una cantidad de información o a una cantidad de mundo que nosotros no la tuvimos. Los viajes eran mucho más difíciles y no teníamos acceso a la globalidad de la información como la que provee internet y estas herramientas. Hay una nueva forma de pensar y entender el mundo. Lo bonito es mirar y ver como La pesquisa de Saer  se encuentra con El buscador de cabezas de Ortuño. Cómo aún con lo que ha cambiado nuestro continente, se mantienen muchos rasgos en común.

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