Hardcore punk melódico

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Movida21: Decisión Final y los cimientos del hardcore punk melódico peruano

Por Mijail Palacios

Entre la primera ola del rock subterráneo –que trajo consigo a Gx3–, los picos del denominado chiquipunk de principios de siglo y el extemporáneo impacto de Futuro Incierto (creado en 1991), nos hemos olvidado de una banda fundacional del hardcore punk melódico en el Perú: Decisión Final.

Precisamente, semanas atrás se presentaron Gx3 y Futuro Incierto en el Centro de Convenciones Barranco, y llenaron el recinto. Y Diazepunk y 6 Voltios, los puntales del chiquipunk y que han bebido de esa herencia melódica, suelen abarrotar sus conciertos, pese a que no es el mejor momento de estas escenas. Planteados esos antecedentes, nos preguntamos qué pasó con Decisión Final. Coincidentemente (y de manera sorpresiva) el grupo fundado por Julio Lavado (voz) reaparece. Y lo hace con la edición de su quinta producción: ‘Mahabharata’, también como una forma de celebración de sus 30 años de creación.

POST SUBTE
Decisión Final nació en el verano de 1989. Un año después publicaron su producción debut ‘Uno más’, con la que a su manera tomaban distancia de la denominada ‘movida subte’. “Marcamos la pauta de todo lo que luego sería la onda de hardcore y punk melódico peruano”, asegura la banda, que la completan Javier Chunga (bajo), Héctor M. Pareja (guitarra) y Joe Nizama (batería).

En 1994 lanzaron ‘Rescatados de la ignorancia’, con matices del metal pero, sobre todo, mostrando los signos más marcados (incluso en la portada) del pensamiento hinduista que hasta ahora es influencia. Seis años más tarde, llegó el disco homónimo ‘Decisión Final’ y en el 2004, ‘Ciclo’. Pero estos dos últimos álbumes se dieron en medio de notorios silencios en lo que a conciertos en vivo se refiere, ritmo irregular que han mantenido hasta ahora.

LUEGO DE 30 AÑOS
‘Mahabharata’ no abandona la esencia del grupo, tal es así que incluye dos nuevas versiones de las canciones “Trataré hasta el final” y “Nada me detiene”, de su primer demo. Es notoria en ambas la impronta del hardcore melódico que se escuchaba en Lima en los primeros años de la década del 90.

Del álbum de 11 canciones, el momento más elevado es “Amigo”, que suena fresca y hasta emotiva en su letra, con aires del pop más rockero. En “Satya”, fuerza y melodía se complementan muy bien. Y “Olvidar” es un tema recordar.

Esperemos que el retorno esté a la altura de las bases importantes que Decisión Final edificó en sus primeros años y por fin se ponga al día con su historia.

Perú21

 

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