En busca de un espacio

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Un «espacio» ganado por ellas

Una frase descarnadamente cierta, de la escritora feminista Virginia Woolf, sirve de presentación a un nuevo documental de la realizadora Marilyn Solaya. «Durante la mayor parte de la historia, “Anónimo” era una mujer», sentencia la cita, que da paso luego a una obra que hilvana minuciosamente los hilos de las historias de sufragistas y feministas, que exigieron varios derechos civiles en Cuba durante las primeras tres décadas del siglo XX.

El documental tiene como referente fundamental el libro En busca de un espacio. Historias de mujeres en Cuba (Editorial Ciencias Sociales, 2003), del historiador cubano Julio César González Pagés, la obra audiovisual de corte histórico reconstruye parte de la tradición feminista cubana, con particular énfasis en las primeras cuatro décadas de la República, entre 1900 y 1940.

Para Solaya –quien es una de las ocho directoras de cine cubanas que han logrado hacer un único largometraje en el país–, leer esta investigación la colocó ante la realidad de un gran número de mujeres que hicieron grandes aportes a la construcción de la ciudadanía de la nación cubana que no están en los libros de texto y que han estado invisibilizadas a lo largo de la historia. «Una historia que me impulsó a producir el documental y también a escribir el guión de Todas, mi próximo proyecto de largometraje».

De este último, ya había comentado a Granma en otra ocasión que quería fuese una película esencialmente de mujeres, donde descubrir a «nuestras abuelas o bisabuelas» entres las que lucharon. «Es una película de mujeres de todas formas y colores. Quiero romper con los estereotipos», dijo la cineasta.

Al respecto de este proyecto, agregó que se ambientará a principios de la República y será contada a través del lente del personaje de una de las primeras fotógrafas que ejerció este oficio en La Habana, quien documentará los eventos que el filme narra, como los Congresos de Mujeres.

Foto: Tomada de Internet

Reconstruir la historia desde el testimonio documental

En busca de un espacio suma al impecable testimonio documental, mediante fotos y videos; la narración y entrevistas a especialistas como la investigadora y periodista Gisela Arandia, la profesora universitaria Norma Vasallo, la historiadora Daysi Rubiera, la jurista Yamila González Ferrer y el propio Julio González Pagés.

«Es un guiño, la alianza entre pasado y presente en las voces de especialistas que han dedicado su vida a visibilizar los derechos de las mujeres; y que parte de la magia de una directora comprometida con el tema, feminista y convencida de lo que quería hacer», sostuvo González Pagés.

Asimismo, estas voces y documentos se combinan con las actuaciones de reconocidas actrices cubanas como Isabel Santos, Amada Morado y Andrea Doimeadiós, en el papel de mujeres claves en estas luchas como Pilar Morlón de Menéndez, Pilar Jorge Tella, Mariblanca Sabas Alomá, Ofelia Domínguez, Hortensia Lamar, Dulce María Borrero, María Luisa Dolz, Lola Borrero, Inocencia Valdés y Dulce María Saínz de la Peña, pero que siguen siendo invisibles y subvaloradas, pues muchas pertenecían a la mediana y pequeña burguesía de la época.

Sin embargo, a mujeres como María Luisa Dolz y Arango (1854-1928), escritora, maestra y precursora del feminismo social, se le debe la batalla por promover la enseñanza secundaria, y fue quien incluyó la práctica de la educación física y la primera cubana que obtuvo el grado de Doctora, en la especialidad de Ciencias Naturales.

Foto: Tomada de Internet

María Collado Romero (1885-1960) fue periodista y poetisa, y la primera mujer reportera y cronista parlamentaria de Cuba, quien creó y presidió el Partido Demócrata Sufragista de Cuba.
Especial resulta la participación de Ofelia Domínguez (1894-1976), abogada y primera notaria del país, quien venció la carrera de Derecho en un año y fue de las primeras en proponer reformas al Código Penal para lograr despenalizar el aborto en 1936.

Otras protagonistas de esta época son la periodista Mariblanca Sabas Alomá (1901-1983), escritora y primera mujer ministra sin cartera en el país; y María Dámasa Jova (1890-1940), escritora y pedagoga que defendió los derechos de las mujeres negras y es considerada una de las precursoras del afrofeminismo en Cuba.

«Fueron pioneras y eso les costó mucho en sus vidas personales, no es una historia color de rosa ni acabada», dijo Solaya, para quien fue un reto enorme hacer un documental desde la investigación y recuperación histórica de archivo, «sobre todo porque estoy acostumbrada a trabajar desde las historias de vida en presente».

La directora del filme agradeció la oportunidad de poder acceder al archivo personal de imágenes y documentos del profesor González Pagés, así como la colaboración de la museóloga e historiadora Nélida Peñalver, en la búsqueda de imágenes históricas y luego en el complejo proceso de escaneado.

«Tuvimos que desechar fotos porque estaban muy deterioradas y lidiar con otras carencias como la falta de imágenes de las feministas negras, pues en esa época apenas se fotografiaban las mujeres negras», dijo.

«Si la filmación pudo concretarse en siete días, se debe a un arduo trabajo de mesa que duró más de tres meses, y a una investigación histórica de años», agregó Solaya.

«El documental es una joya de documentación», agregó González Pagés, quien puntualizó que se trata de fotos inéditas para el cine y demás formatos, muchas guardadas desde 1910 o en negativos que nunca habían sido revelados.

Foto: Tomada de Internet

Otro elemento distintivo de la cinta es el uso de las caricaturas, «un recurso característico de la cuarta ola del feminismo. Algunas cosas solo pueden decirse desde el humor, tanto fuimos vejadas, tanto se rieron de nosotras, que ahora usamos la caricatura con un sentido social y de crítica», dijo Solaya.

Un espacio hecho realidad

«Un libro es un evento más privado, el cine tiene la capacidad de llegar a miles de personas y la imagen es más tentadora. Este es un libro que está enmarcado en muchos centenarios que han dejado de ser festejados en Cuba, porque el feminismo sigue siendo aún una mala palabra o una mal contada. Pero con el documental se le está devolviendo la historia feminista a Cuba, ese espacio de muchas mujeres que han sido protagónicas en nuestra historia y sin embargo casi nadie las conoce», expresó González Pagés.

Para el historiador es emocionante sentir nuevamente, escuchar las voces de estas mujeres que siguen reclamando en muchos lugares del mundo derechos, que ya las cubanas habían logrado para la nación muchos años antes.

De ahí que En busca de un espacio sea una obra que esté a la altura de las feministas y sufragistas cubanas, y les haga justicia. Las mujeres a las que rinde homenaje el documental –precisó la directora de cine– lograron importantes reivindicaciones, entre ellas la ley que les permitía administrar sus bienes de manera independiente (1917), la de la Patria Potestad en este mismo año y la ley del divorcio vincular (1918), a través de la cual podían tener un nuevo matrimonio.

Asimismo, Solaya destacó otros hitos como la ley de la nacionalidad de la mujer casada (1929), mediante la cual no perdían su ciudadanía después del matrimonio; y la eliminación del adulterio como delito en 1930; así como la obtención del derecho a votar en 1934, si bien este se hizo efectivo en 1936, y el derecho al aborto terapéutico en 1936 también.

Foto: Tomada de Internet

«Se dice fácil, pero países como Suiza no lograron el sufragio universal hasta 1971», añadió González Pagés.
Solaya manifestó que espera que el documental pueda estar en todos los circuitos de cine del país, pero también en otros espacios de debates de «hombres y mujeres, para que ellas sepan de dónde vinieron, y ellos aprendan a respetar todo lo que nosotras hemos hecho».

La actriz Isabel Santos declaró haber aprendido mucho en el proceso del documental. Ella, junto a otras actrices, participará también en la película Todas. «Espero locamente el guion que unirá a mujeres de muchas edades», refirió.

Mientras, la utopía del espacio «ya está allí». Un espacio que invita a no olvidar nunca «que bastará con una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de las mujeres se cuestionen. Estos derechos nunca son adquiridos. Deberéis permanecer alerta durante toda vuestra vida», tal como presagian sabiamente las palabras de Simone de Beauvoir.

Granma

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