El verbo no alimenta

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Inaugurarán la exposición “El verbo no alimenta. Blanca Varela, mujeres y Santa Beatriz” en el Centro Cultural de España

A diez años de la partida de la poeta Blanca Varela, este viernes 19 de julio en el Centro Cultural de España se inaugura la exposición “El verbo no alimenta. Blanca Varela, mujeres y Santa Beatriz”. La muestra presenta los resultados de distintas convocatorias organizadas en el último año por el proyecto La mirada que soy, de la Asociación Isegoria, con el apoyo Fundación Telefónica y el CCE.

Se presentarán videos, acciones e instalaciones de diferentes artistas que recorren la vida y poética de Blanca Varela para activar el espacio público del barrio de Santa Beatriz, y aproximarnos a las formas de sentir y pensar de las mujeres.

“Entre las obras, algunas proponen distintas maneras de concebir la creación, sus implicaciones, disposiciones y contradicciones; mientras otras, hacen suyo el verso de Varela con el que titulamos esta exposición, El verbo no alimenta, para interpelarnos sobre las condiciones de violencia por las que pasan las mujeres”, comentan los curadores Collazos y Valverde.

La muestra reúne el trabajo de nueve artistas, quienes utilizando diversas técnicas abordan la obra de Blanca Varela, en relación a la mujer y al barrio de Santa Beatriz: “Ejercicios materiales” de Cristina Flores, es una exploración textil que sugiere a la ventana como metáfora para buscar, atravesar y encontrar fragmentos sobre el tiempo, la sexualidad y la muerte. Érika Vásquez propone dos piezas escultóricas realizadas a partir del calco y reproducción de fragmentos de vereda y puerta que alude a la idea de molde-huella, negativo-positivo o contenedor-contenido, como metáfora de la relación madre-hijo.

Por su parte, la obra de Gianine Tabja reflexiona sobre el ser artista casi como un acto de resistencia, un acto que, confrontado con la realidad, parece ser tan absurdo como bailar tap en la arena. Liliana Albornoz propone un video performance donde cuerpo y espacio componen búsquedas y desencuentros, y Sofía Velásquez trabaja un video donde las palabras e imágenes se establecen en la misma jerarquía, y bajo ellas, la memoria. Encuentros y tejidos en el barrio de Santa Beatriz se ponen de manifiesto en el video e instalación de collage sobre lienzo bordado en papel y tela de Nicolé Hurtado.

Debrah Montoro realiza una deconstrucción en video del poema A media voz de Blanca Varela, pieza visual que cuestiona la relación entre el duelo y la fiesta. Marel Coral propone un videojuego poético donde la participante es signada a recorrer un universo patriarcal en el barrio de Santa Beatriz. Por último, María José Montezuma realiza una instalación participativa que busca visibilizar la vulnerabilidad en la que viven cotidianamente las mujeres por el solo hecho de serlo.

Sobre la poeta.

Blanca Varela es, sin duda, no solo la poeta más importante de nuestro país sino una de las voces poéticas más notables de toda Latinoamérica. Dueña de una mirada lúcida y valerosa, con la que construye una obra que ha sido reconocida por uno de los premios de poesía más importantes del mundo, como es el Reina Sofía de España, en el 2007. Habiendo antes ya recibido los premios García Lorca en España (2006) y Octavio Paz en México (2001).

Nace en Lima el 10 de agosto de 1926 en un hogar de mujeres escritoras. Su madre fue la compositora Serafina Quinteras (Esmeralda González Castro), su abuela la poeta Delia Castro Márquez y su bisabuela la dramaturga Manuela Antonia Márquez García. Trabaja en prensa televisiva e impresa, y luego en las oficinas en el Perú del Fondo de Cultura Económica de México.

Pertenece a una generación excepcional de poetas, denominada la Generación del 50, junto con Jorge Eduardo Eielson, Javier Sologuren, Sebastián Salazar Bondy, entre otros. Publica los libros de poesía Ese puerto existe (1959), Luz de día (1963), Valses y otras falsas confesiones (1972), Canto Villano (1978), Ejercicios materiales (1993), El libro de barro (1993) y El falso teclado (2001). Su poesía ha sido reunida por la prestigiosa editorial española Galaxia Gutenberg bajo el título Donde todo termina abre las alas (2001).

Sobre los curadores.

Diana Daf Collazos (Lima, 1981). Estudió Ciencias y Artes de la Comunicación especializándose en Artes Escénicas. Desde el 2005 viene trabajando a partir del cuerpo como materia viva para transmitir y generar memoria, así como en la búsqueda de acciones o situaciones que intenten problematizar el espacio público. Su trabajo busca entrelazar herramientas de diversos lenguajes artísticos como arte acción, fotografía, instalación, video arte y video documental. Ha compartido sus trabajos y procesos en diferentes espacios, exhibiciones, festivales y encuentros en países como Chile, Brasil, Colombia, México, Estados Unidos y Alemania. Y en Perú en las ciudades de Lima, Huaraz, Arequipa, Trujillo y Cuzco. Desde el 2007 es socia fundadora de la asociación cultural elgalpon.espacio, laboratorio interdisciplinario de formación, creación y difusión de proyectos de arte contemporáneo; junto a quienes ha dirigido encuentros, seminarios, residencias, experiencias pedagógicas, programas de laboratorio, entre otros.

Jorge Luis Valverde Oliveros. Bachiller en Letras y Ciencias Humanas y estudios de posgrado en Filosofía de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Dirige la asociación cultural Isegoria, y conduce los proyectos Barranco de cartón y La mirada que soy, dedicados respectivamente a la relación de la literatura con el espacio público, y a destacar y actualizar la obra y figura de mujeres artistas peruanas; labor por la que ha sido reconocido entre los Premios a la Resistencia 2018 de Caretas. Ha editado los libros de poesía de Martín Adán Arquitectura y Escrito a ciegas.

Datos:

Centro Cultural de España.

Lugar: Jr. Natalio Sánchez 181-Santa Beatriz, Lima.

Día: 19 de julio.

Hora: 7:30 p.m.

Ingreso libre.

La Mula

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