Francisco Westendarp, director del Festival de los Cabos: «Abrimos para Latinoamérica una puerta hacia EEUU»

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Por Daniel Cholakian – Nodal Cultura

El Festival Internacional de Cine de Los Cabos, en México, llega a su 8° edición con un perfil consolidado a favor de un cine con fuertes marcas autorales y riesgo estético, además de una importante apertura a nuevos realizadores.

A este modelo curatorial le suma el apoyo a realizadores desde una creciente sección de industria, abriendo una puerta no siempre muy fácil de encontrar hacia Estados Unidos y Canadá. Si bien tiene un especial enfoque en la cultura mexicana, estadounidense y canadiense, con los años ha profundizado sus vínculos con la producción audiovisual de América Latina y el Caribe.

Prácticamente en sus comienzos, los organizadores del festival han creado el Fondo Fílmico Gabriel Figueroa, una plataforma que apoya el desarrollo de películas y contenidos episódicos del continente americano. Con el mismo buscan fomentar una nueva forma de narrar historias a través de distintas plataformas, ya sea a través de espacios de encuentros y formación, actividades especiales y apoyos específicos para cada una de las necesidades de los proyectos seleccionados.

Para esta octava edición, a realizarse del 13 al 17 de noviembre en Los Cabos, y a través de su plataforma de Industria, el Festival convoca a directores y productores de cine y contenidos episódicos a inscribir sus proyectos en desarrollo y postproducción. Del total de proyectos inscritos se elegirán 20, cuyos representantes tendrán la oportunidad de asistir a los encuentros organizados por el Fondo Fílmico, para participar en reuniones con importantes miembros de la industria cinematográfica internacional.

El fondo convoca a proyectos de Cine en Desarrollo, Work in progress (Wip) y Contenidos episódicos. Esta última categoría incluye proyectos de series, webseries o contenidos episódicos para televisión o plataformas digitales  producidos o co-producidos por cualquier otro país de América Latina y el Caribe. En este caso la convocatoria vence el 17 de agosto y serán 5 los proyectos seleccionados que participarán de los encuentros y además participarán por los premios que repartirá el Fondo Gabriel Figueroa.

Francisco Westendarp es director de Industria del Festival Internacional de los Cabos. En diálogo con Nodal Cultura contó sobre el perfil del Festival, el crecimiento de la sección de Industria a su cargo, las formas que se articulan en el presente los creadores y los productores en los festivales y mercados y la visión que tienen sobre los nuevos formatos y plataformas para la industria audiovisual.

Francisco Westendarp y Maru Garzón, directores de Industria y Artística del Festival Internacional de Cine de Los Cabos – Foto: Edgar Negrete

¿Cómo definirías el perfil de la sección de industria en el marco del Festival de Los Cabos?
El festival comenzó en 2012 y desde entonces comenzamos con algunas actividades de industria, que en 2013 ya tomó una forma más definida. Empezamos con un pequeño foro de coproducción con foco en México, EEUU y Canadá, y desde entonces hemos ido creciendo. En 2014 incorporamos un work in progress para proyectos mexicanos y desde 2016 incluimos algunos proyectos de televisión en esta configuración de eventos de industria.
A la par proponemos actividades especiales como paneles y clases magistrales, que organizamos alrededor de ejes a los que les queremos prestar atención.
El festival dura apenas 3 días, y son 3 días de actividades de industria en los que buscamos ser muy puntuales para que la actividad sea útil y atractiva para los participantes. En ese sentido y con lo que significa la revolución de las series de televisión, el año pasado tuvimos invitados y eventos dedicados al tema.

Por cercanía tienen un punto fuerte en cómo se vinculan con agentes de la producción cinematográfica de Estados Unidos ¿qué otros espacios audiovisuales del mundo participan del festival?
Esa pregunta es parte de nuestro trabajo de 7 años: ¿qué significa vincularse en especial con EEUU? Una cosa es Hollywood y otra cosa es el resto del mundo. A pesar de la cercanía geográfica, en términos de industria Hollywood es muy lejano a todo, incluso a muchos dentro del mismo EEUU.
Entonces nos hemos dado la tarea, a través de estos años, de buscar los socios adecuados para los proyectos de México, y al hablar de México hablamos de Latinoamérica toda, ya que los esquemas de producción que manejamos que son muy similares.
Nuestro trabajo ha sido una cuestión de prueba y error, de conocer gente, de encontrar empresas que se interesan por producir cosas que no sean solo en inglés, que se interesan por el mercado latino, por desarrollar proyectos con fuerte impronta artística y que buscan tener producciones con un mayor alcance internacional. Ese ha sido nuestro acercamiento a las empresas estadounidenses.
Conocer esa vía y esos caminos es complicado, pero al hacerlo nosotros podemos ahorrar un poco el trabajo a los realizadores y al talento mexicano y latinoamericano.
Incluimos a Latinoamérica a partir de productores que sabemos que pueden tener un proyecto que involucran a productores mexicanos, canadienses o estadounidenses. Una empresa colombiana puede producir en México un producto que se verá en EEUU y en plataformas digitales en todo el mundo. Ha sido ahí donde hemos buscado mucho acercarnos a creadores latinoamericanos, gente que quizás no está enfocada en producir sino en generar ideas creativas.

Son tiempos en que gran parte del cine de la región se produce de manera transnacional ¿cómo ven ustedes desde Los Cabos esta forma de vincularse que tienen los creadores y las producciones concretas entre los distintos países?
Es indispensable entender la industria como una manera transnacional de producción. En el caso de las series funcionan mucho de esta manera, con producciones entre grandes cadenas que se convierten en estudios y definen que producir, pero también con el encuentro entre creadores que buscan en la región empresas que tienen sus nexos aceitados con empresas en la industria global. Hoy esos caminos terminan funcionando para llegar a un lugar que antes era muy difícil de alcanzar.

¿Cuál es la naturaleza y la proyección del Fondo Fílmico Gabriel Figueroa?
El fondo nació con la idea de poder existir independientemente lo que pase con el festival. Es una plataforma a partir de la cual se pueden subir socios a puntos muy específicos. Buena parte del fondo está apoyado por empresas que buscan sumar a las producciones. Empresas que dan servicios de post producción, renta de equipos u otros servicios. El distintivo es que buscamos no llenarnos de premios, sino que estos cubran distintas etapas de un proyecto. Hay premios en efectivo, diseñados para que alguien pueda seguir desarrollando su proyecto y premios en especie, que buscamos que no sean descuentos sino que cubran por completo la pos producción de un proyecto. Queremos que cada premio sirva para que quien lo gane tenga la certeza de que va a permitir que su proyecto avance a una siguiente etapa. A través de esta combinación de dinero y patrocinadores buscamos cubrir todas las necesidades posibles de los mismos.

Para este año dentro del Fondo Gabriel Figueroa tienen un programa de fomento específico para América Latina que está enfocado en contenidos episódicos ¿cuál es la visión que tienen desde el sector industria de Los Cabos el crecimiento de este tipo de producciones para plataformas digitales y de los nuevos modelos de distribución y exhibición?
Las series han sido un boom y hay muchísimas producciones y de todo tipo. En un primer momento parecía algo así como un movimiento de gente del cine hacia el mundo de la televisión, aportando ciertos valores cinematográficos en lo meramente televisivo.
Pero esto a mutado y ahora tenemos todo tipo de series y todo tipo de formatos. Desde el Festival queremos acotar a que lo que apoyamos vaya en concordancia con la programación que tenemos. A partir de esto buscamos proyectos que sean para televisión pero que tengan una voz autoral. Queremos que tengan valores cinematográficos tanto en el guion como en la realización. Buscamos acercar proyectos con altos valores de producción. Ahí entran muy bien las miniseries. Sobre todo nos interesa aquellos vinculados con gente que está haciendo cine y quiere llevar su visión autoral a este universo de las plataformas digitales.

¿Por qué en este caso  de los contenidos episódicos focalizan en América Latina específicamente?
Básicamente por la razón que te comentaba antes. Creemos que los proyectos de televisión son tocados en muchas manos en su proceso y entonces naturalmente tienen la potencialidad de viajar entre países y entre empresas, por lo que el esquema de realización, producción y circulación de los contenidos es muy diverso y variado. Puede ser que una gran cadena compre una idea y allí se terminó la participación del autor. Tal vez lo invitan a escribir, pero lo hace con gente de otra corporación que decide estrenarlo en la televisión de Colombia y luego en sus plataformas, o un montón de cuestiones que implican circunstancias de lo más diversas. Entonces estas variaciones permiten que una propuesta que nace en uno de nuestros países puede continuar su viaje por otros y también sumar empresas de varios de la región.

¿Tienen la práctica desde el área de industria de hacer un seguimiento de las producciones que fueron parte de la sección?
Si, totalmente. Este es un festival joven y cuando empezamos a dar apoyos estábamos definiendo nuestra línea editorial, entonces necesitábamos saber que pasaba con los proyectos en los que creíamos y apostábamos. Eso nos ha permitido mantener relaciones con ciertos productores y realizadores en un largo plazo. Viéndolo muy a futuro es también una manera de ir monitoreándo los cambios que hay en la industria, los nuevos y los viejos jugadores, cómo van perfilando sus caminos y qué decisiones van tomando.
Nosotros tenemos claro que abrimos para Latinoamérica una puerta hacia EEUU, pero también a Canadá que es una región totalmente inexplorada y que ofrece muchas posiblidades.
Los contenidos episódicos es una de las puertas que usamos para abrirnos a Latinoamérica, pero en el resto de las nuestras convocatorias también recibimos proyectos latinoamericanos siempre que estén coproducidos con México, EEUU o Canadá. Si hay una película mexico-argentina buscando entrar al wip, por ejemplo, es más que bienvenida.

Esto tiene que ver con la trasnacionalización antes mencionada ¿Se está haciendo más evidente este tipo de producción que superan la idea de una nacionalidad exclusiva para las obras?
Si, de hecho sucede cada vez más. Tal vez la producción se hizo en México, pero se coproduce con servicios de post producción en otro país y por lo tanto aunque el contenido parezca ser totalmente mexicano, hay una empresa de otro país que está aportando y coproduciendo y lo convierte en un proyecto binacional.
Pero también pasa a nivel de las historias. Cada vez más nos llegan más historias de personas que migran a otros países, o de comunidades que son muy grandes en México. Podría ser el caso de un protagonista de la comunidad peruana aquí que se enamora de una persona de otra comunidad, y esto obviamente implica miradas y participaciones de multiples países.

¿Los ejes estéticos y curatoriales del Festival ordenan el trabajo que hacen en industria?
Si, claro, todo parte de la línea editorial de programación. Lo ideal sería que nos llegue un proyecto en desarrollo, luego pase por wip y finalmente lo podamos estrenar. Obviamente no siempre pasa eso, aunque si ha habido casos. Esa sería la manera de plantear las cosas, donde todo tiene la misma línea editorial y un mismo camino.
La línea editorial del Festival la fijamos en ese espacio difuso que se llama cine independiente, que puede significar un montón de cosas, pero en específico en EEUU y Canadá es aquel que no es el de Hollywood, que no cuenta aquellas grandes historias épicas o de superhéroes y que tiende a contar historias de la gente real, con una voz autoral, con una apuesta artística con la que el público en general puede llegar a relacionarse. Es amplio y algo vago, pero es una manera sencilla de explicar cuál es nuestro perfil.
También el Festival tiene la intención de ir descubriendo voces nuevas. Es parte de la médula de Los Cabos y de las iniciativas de industria tanto como del criterio de programación. Por supuesto que convocamos a la gente ya consolidada, pero nos parece importante sumar a quienes están haciendo cosas nuevas interesantes en sus primeras o segundas películas. Un ejemplo de esto ha sido La camarista de Lila Avilés, que pasó por nuestro wip antes de terminarse y estrenarse en todos los Festivales por los que ha pasado. Creemos que ella es una voz nueva y entendemos que le va a ir muy bien. Casos como este nos llena de mucho orgullo.

 

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