Max Hinderer, director saliente del Museo Nacional de Bolivia: «Destituyeron a quienes problematizamos el racismo, el sexismo, el colonialismo»

3.549

Max Jorge Hinderer, director saliente del Museo Nacional de Bolivia: «Destituyeron a quienes problematizamos el racismo, el sexismo, el colonialismo»

Por Tristán Torrejón, especial para NODAL

Tras una trayectoria de gestión exitosa, que ha posicionado al museo en la vanguardia internacional con programas pioneros de educación e inclusión social; el curador y filósofo Max Jorge Hinderer abandonará la dirección del MNA, uno de los centros más importantes del país.

A principios de Junio, pese a la interinidad del gobierno actual y la cercanía de las elecciones, la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (FCBCB) solicitó a las distintas direcciones de los centros nacionales de cultura que pusieran a disposición sus cargos. Tras saber por la prensa de la intención de destituir a Hinderer, el 22 de junio el Comité Internacional de Museos y Colecciones de Arte Moderno solicitó por carta a la institución un informe sobre su caso y el de Elvira Espejo, Directora del Museo Nacional de Etnografía y Folklore (Musef), alabando la gestión de ambos. Poco después de la difusión de dicha carta en redes sociales, Hinderer recibió un correo electrónico de la FCBCB informándole de que “aceptaban su renuncia”.

¿Por qué cree que ha decidido cesarle el gobierno de Jeanine Áñez?

El Museo Nacional de Arte, al igual que algunas otras de las más importantes instituciones culturales del Estado Plurinacional de Bolivia, dependen de la Fundación Cultural del Banco Central (FCBCB). Al ser así, quien me designó, y quien me destituyó, es la máxima autoridad de la Fundación, el Consejo Administrativo de la FCBCB. Este consejo, cuyos miembros son designados en parte por el Banco Central y en parte por el Ministerio de Culturas y Turismo, fueron reemplazados completamente entre marzo y abril de este año, asumiendo la presidencia sobre la Fundación el académico Guillermo Mariaca. En consecuencia, el primero de junio, se pidió a todos los directores de los Museos, Centros y Repositorios dependientes de la FCBCB de «poner a disposición» sus cargos, para ser ratificados o destituidos. El día 23 del mismo mes, se me comunicó por e-mail, que no sería ratificado en el cargo de Director del Museo Nacional de Arte, siendo mi último día en el Museo el 30 de junio. Como justificativa ante la prensa, Mariaca expresó que el cambio de directores sería «natural» al darse un cambio de presidencia. Sin embargo no fuimos destituidos todos los directores. Las destituciones nos tocaron a los directores que enfatizamos en políticas inclusivas, en el fortalecimiento de la diversidad cultural en el país, el fortalecimiento de la historia oral en nuestro país (un país con 36 naciones reconocidas constitucionalmente), en la problematización del pasado colonial, en la problematización del racismo y del sexismo. La decisión no fue «natural», evidentemente fue política.

Hubo casos similares en otras instituciones, como el de Elvira Espejo ¿cuál es la situación general ahora?

Sí, mi compañera Elvira Espejo, artista quechua-aymara, tejedora e investigadora distinguida con la Medalla Goethe 2020 por el Gobierno alemán, ahora desvinculada directora del Museo Nacional de Etnografía y Folklore de La Paz, es otra afectada por la situación actual en Bolivia. Es importante entender que el problema que enfrentamos es estructural. No se trata de una decisión personal. Bajo Jeanine Añez, quien asumió la presidencia de manera transitoria en Noviembre 2019, supuestamente con el único fin de llevar a elecciones generales en el plazo de 90 días, después de 8 meses se sigue interviniendo de manera estructural en el aparato de Estado. Y eso que se han anunciado y confirmado elecciones para el día 6 de septiembre, de aquí a sólo dos meses. En junio, apenas hace pocas semanas, se eliminaron tres ministerios, el Ministerio de Comunicación, el Ministerio de Deporte y el Ministerio de Culturas y Turismo. Junto con el Ministerio de Culturas, se eliminaron también los Viceministerios de Descolonización y el Viceministerio de Diversidad, y con el primero, también la Unidad de Despatriarcalización. Es decir, no sólo se eliminó la importancia de la Cultura para el Estado, estamos hablando de ministerios, sino también organismos claves para asegurar, desde el aparato de Estado, la igualdad de todas y todos los bolivianos, justamente a través de afirmar y fortalecer sus diferencias. Fortalecer la igualdad a través de la diferencia es uno de los poderes singulares de la cultura. Pero cuando el Gobierno de Añez asumió inesperadamente, después que la Policía se amotinó a nivel nacional y el Alto Mando de las Fuerzas Armadas «recomendó» la renuncia a Evo Morales, Añez y sus colaboradores entraron al Palacio de Gobierno en La Paz con la Bíblia en la mano, diciendo que iban a extirpar a la Pachamama del Palacio de Gobierno para colocar en su lugar «la palabra de Dios», mientras sus seguidores afuera quemaban públicamente la Wiphala, la bandera arcoíris andina que con el Estado Plurinacional pasó a representar a las poblaciones originarias de Bolivia y de América. Fue grotesco, y peor, no para de serlo: hace pocos días la Policía desalojó el Museo Nacional de Arqueología, que dependía del Ministerio de Culturas, retirando forzosamente los trabajadores del museo, y dejando los invaluables bienes arqueológicos salvaguardados en esta institución abandonados. El abierto desprecio de la cultura y sus instituciones, tanto por las culturas ancestrales como por las culturas contemporáneas comprometidas con la inclusión social, por parte del Gobierno de Añez, es el equivalente al discurso de odio contra las poblaciones indígenas con el que asumió la presidencia. La cultura es una herramienta fundamental en la educación contra el odio, contra el racismo y el sexismo. El drástico aumento presupuestario en armamento de las FFAA y, simultáneamente, los fatales recortes en cultura no dejan duda sobre la relación intrínseca entre estas decisiones. Estamos hablando de una intervención estructural. Que con la desvinculación de Elvira Espejo se retire una de las personalidades indígenas más destacadas de nuestro país no es mera coincidencia.

Bajo su gestión el MNA se posicionó internacionalmente como un centro pionero ¿prevé ahora un cambio radical de dirección para el museo?

Hoy 6 de julio fue designada mi sucesora, la historiadora Lucía Querejazu Escobari, quien antes de asumir el cargo de Directora fue la Curadora de Colecciones del museo. Lucía es una excelente profesional con una posición progresista, inclusiva, de hecho, su incorporación al museo, la renovación del equipo de curadores, fue uno de los grandes logros de mi gestión. Sin embargo los cambios que venimos llevando a cabo en términos de inclusión social y educación, si bien bajo mi responsabilidad y a partir de mi gestión, se generaron en autoría colectiva, con un equipo y una energía renovada. Mientras no boten a todos, el Museo Nacional de Arte seguirá teniendo un excelente equipo y una proyección a mediano plazo bien encaminada, me enorgullece haber podido dejar el Museo como está, una institución exitosa, contemporánea y destacada internacionalmente. Me preocupa la situación del país, y cuánto esto está afectando a la cultura y los procesos democráticos en general. Antes de ser llamado a ocupar el cargo de Director en el Museo Nacional de Arte, viví en Brasil, y viví cómo después del golpe de Estado contra Dilma Rousseff en 2016, el presidente interino Michel Temer en uno de sus primeros actos como Presidente eliminó al Ministerio de Cultura y en su corta gestión marcó un retroceso histórico en el tema de derechos de las poblaciones indígenas. El resultado poco tiempo después fue el Gobierno de Jair Bolsonaro, él mismo, como Presidente, es abiertamente racista, incentiva la violencia civil y convoca a manifestaciones a favor del cierre del Congreso Nacional en Brasilia. Actualmente en Bolivia estamos pasando por un proceso similar.

¿Qué piensa hacer tras esta etapa? ¿Se quedará en Bolivia de todos modos?

Mi desvinculación se efectuó formalmente el día 30 de junio. No obstante, es importante entender que las intervenciones estructurales en el aparato de Estado, y las intervenciones políticas en el campo de la cultura, las desvinculaciones de Elvira Espejo y de mi persona, siguen siendo decisiones de un Gobierno transitorio no electo, puestas en efecto dos meses antes de las elecciones generales anunciadas para el 6 de septiembre. Es decir, todas las decisiones tomadas ahora, son susceptibles a cambios después del 6 de septiembre. Sin embargo, la mezcla de crisis política y crisis de pandemia COVID-19 que estamos viviendo hace difícil ver con claridad hasta el futuro más próximo. Lo que sí tengo claro, es que mi compromiso con la cultura es un compromiso con la lucha contra el racismo y contra el sexismo, en pro de la incondicional igualdad y el innegociable derecho de vivir en diferencia de todas y todos. Y para eso, si las circunstancias lo permiten, me quedaré en Bolivia.

 

También podría gustarte