“Dibujar es como escribir”

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Luz, tu trabajo se funda en el dibujo. Supongo que te sedujo desde la escuela.

Sí, es como otra forma de escribir, siempre me ha acompañado. Ahora, en la escuela, te enseñan a entender el dibujo como una obra en sí misma. Antes el dibujo era como un atrapaideas.

¿Tránsito hacia la pintura?

No, más que nada era una manera de recordar.Así como cuando uno hace apuntes o escribe una cita. Yo siempre he usado el dibujo para acordarme de esas cosas, y no solo de cosas cotidianas sino las cosas que pienso. Era como un diario.

En tu pintura casi no hay paisaje…

Es que soy urbana, he vivido en Lima siempre. He viajado por el Perú pero lo que transmite mi pintura es vivir en esta Lima que ha cambiado desde los 70 hasta ahora. El paisaje, cuando aparece en mi trabajo, es como un alivio, como un descanso, un aire.

Antes había color en tu pintura y de pronto prevalecen los grises. ¿Tienes una explicación?

Mira, el color siempre ha estado presente, pero las personas que conocen mi trabajo siempre me recuerdan por los grises. Bueno, vivimos en una ciudad gris. Pero el color siempre ha estado presente.

¿Pero esa grisura equivale a pesimismo también?

No sé, de repente una nostalgia. Lo que yo trato de hacer es bajar la intensidad de todo para que uno se meta en la idea.

Y esos hombres y mujeres, algunos pisan tierra, pero otros están levitando…

Uno de esos cuadros se llama “Vacaciones”, los que levitan están felices. Mi personaje es neutro, muy pocas veces tiene rostro y si lo tiene, es un rostro sin identificación.

¿Por qué?

Porque somos todos. Busco un personaje que nos represente a todos, que nos una a todos, que uno no se sienta separado. Y por eso también la camisa blanca porque es una vestimenta común y muy cotidiana. Es una manera de tratar de que el personaje no tenga nombre para que uno se lo ponga.

Siempre me llamó la atención la exageración de las piernas y brazos de tus personajes.

Ah, eso es para acentuar el gesto. La gestualidad del personaje es porque él está contando la situación.

“Nudo rojo”, pintura de los 90, tiene esa marca.

Bueno, eran tiempos bastante violentos. El nudo rojo era esta ola de sangre que nos estrangulaba, es una metáfora de lo que se vivía en esa época. Lo que yo quería es que la gente se acerque y escuche el grito más en susurro porque ya teníamos tanta violencia alrededor, quería que la reflexión sea más personal, más íntima.

En “Nudo rojo” hay política. ¿En este país hay que sufrir a sus políticos?

Bueno, nadie es ajeno a la política. Hasta el neutral tiene una actitud política, todo se traduce por lo que hacemos. Yo creo que cuando entendamos eso y no separemos a los políticos de la gente común, allí vamos a tener una sensación más de comunidad.

Me decías que la ciudad es de todos, pero parece que la ciudad solo es de Castañeda.

(Risas). Sí, y hasta en el arte se está metiendo, borra lo que le da la gana.

Esos murales borrados fueron resultado de un festival… 

El otro día estaba leyendo una entrevista de Gianmarco Farfán Cerdán al pintor Jorge Miyagui, y él lo definía muy bien: “lo que ha hecho Castañeda no es atentar contra el arte, es atentar contra la ciudadanía”. Eso lo explica totalmente. El alcalde Luis Castañeda trata el espacio público como si fuera su patrimonio feudal y eso no es, pues.

COSAS DE FERIA

Estabas en Art Lima. ¿Has renunciado?

No estaba con una participación individual, yo estaba con la galería de Cecilia Gonzáles. Ellos me habían invitado a presentar una obra y, en realidad, ellos han decidido participar igual después de que Castañeda se retiró. Y yo todavía no sé si volveré. Yo no he dicho que voy a llevar mi cuadro todavía. Quizás si hubiese sido una participación individual no volvería, pero ahora no sé todavía.

¿Fue un error de los directivos de Art Lima firmar un convenio con Castañeda?

Eso sí, estaba totalmente fuera de sitio. Sí, que haya ferias que tengan personalidades distintas, muy aparte de la decisión de los organizadores que sí me pareció fatal. En eso no estoy de acuerdo para nada.

¿Por eso tampoco volverías si fueras individual? 

No, no hubiese vuelto por nada. Y ahora creo que no voy a volver, no.

Volvamos a tu obra. ¿Crear es una suerte de estrangularte a ti mismo para vivir más?

No, lo que pasa es que es una manera de entender tus demonios, lo que vives, lo que has pasado. Yo tengo pues mis desaparecidos también y cuando yo veo estos personajes que son los paseantes, a veces pienso “deben ser ellos”. Pero lo que yo busco es la ironía, el juego, lo lúdico, no la tragedia. Los grises presentan algo y presentan también la otra cara del asunto, como este que se llama “Los profesionales”, que son profesionales con palomas en la cabeza. Perú es uno de los países con más profesionales en Sudamérica y, ¿dónde están? Haciendo taxi (risas).

O son paraderos de palomas.

En parte (risas). No, pero se trata de jugar con la realidad, pero darle la vuelta a veces para poderla digerir.

 

La República

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