El cantante panameño Rubén Blades dió su concierto de despedida de la salsa

1.957

A partir de las 9:45 de la noche se empezó a sentir el ambiente de fiesta entre los asistentes al concierto de despedida de Rubén Blades, un hito de la salsa panameña y ganador de 11 premios Grammy.
Los Rabanes fueron los primeros en tomarse la tarima y, entre el relajo y el jolgorio, compartieron anécdotas sobre Rubén, quien los ayudó a producir su primer disco.
El público quedó animado y, a las 11:30, ya estaba el tan esperado artista sonando sus maracas sobre el escenario, mientras entonaba ‘caminando, entre risa y dolores, caminando, pa’lante y con fe’, de la canción que da nombre a esta, su última gira.
‘Tengan paciencia conmigo que yo soy un señor de 67 años’, expresó tras su primer tema, generando risas.

UNA VIDA EN CANCIONES

Como es típico de Rubén, se mostró ‘conversón’ durante todo el concierto y, entre canción y canción, comentaba la historia detrás de cada una de ellas, ofreciendo un vistazo a su larga, exitosa y pintoresca trayectoria en el mundo de la salsa.
El segundo tema de la noche fue ‘Descarga caliente’, del primer álbum que grabó, De Panamá a New York, durante su breve estadía en Nueva York, tras el golpe de estado de 1968 en Panamá.
Seguidamente, cantó ‘El casanguero’, que escribió en sus tiempos de estudiante de derecho, cuando visitaba a los presos en Coiba. ‘La casanga eran las aves que bajaban a comerse la siembra del penal’ y los casangueros eran los confinados encargados de espantarlas, explicó, añadiendo que el tema originalmente era para Héctor Lavoe, pero, por ser ‘muy panameño’, le dijo a Rubén que la grabara él.
El golpe de medianoche lo inauguró el tema ‘Vale más un guaguancó’, del compositor Tite Curet Alonso, y que cantó en un disco que hizo con Ray Barretto, cuando ‘todavía trabajaba como mensajero de la Fania All-Stars’.
A esa hora, ya se veían más parejas bailando bajo la noche fresca, en los espacios entre las mesas.
Después cantó ‘Plantación adentro’, del mismo compositor, que según él, fue su primer éxito, ‘como resultado del primer disco que hago con Willie Colón.’ Más adelante entonó ‘Lluvia de tu cielo’, seguido de ‘Plástico’, de su segundo álbum con Willie Colón, Siembra , época en que empezaba a escribir sobre las cosas que pasan en la ciudad.
A las 12:30 deleitó con ‘María Lionza’, inspirado en un símbolo de la lucha indígena venezolana, y luego con los populares ‘Pedro Navaja’ y ‘Decisiones’, el cual compuso en 1983 y que fue inicialmente prohibido en Panamá.
Continuó con ‘El padre Antonio’, en honor a la memoria del padre y mártir Óscar Romero de El Salvador, seguido de ‘Cuentas del alma’, sobre el efecto del divorcio en los niños, que fue parte de su álbum Escenas de 1985, que le dió su primer Grammy.
Al iniciar ‘Amor y control’, la mayoría del público ya estaba bailando y cantando. Esta pieza la compuso en 1992, cuando su madre enfermó, y la dedicó a todos los presentes que tuvieran a un familiar enfermo.
A la 1:30 de la mañana, con ‘El cantante’, hizo un homenaje a Héctor Lavoe, para quien la compuso, acompañando el sencillo con imagenes de la leyenda de la salsa en una gran pantalla al fondo del escenario.
‘Me enorgullece mucho que él le haya dado vida a algo que yo escribí’, comentó Blades. ‘La cantamos aquí recordando a la gente…que dieron cosas que merecen ser recordadas’.
Continuó el espectáculo con ‘Todos vuelven’, con letra del poeta peruano César Miró y que fue parte de la música de Crossover Dreams, su primera película.
Seguidamente, ‘Nacer para ti’ y ‘Plaza Herrera’, temas ‘muy panameños’, según el artista; el segundo, inspirado en las memorias de su abuela en Plaza Herrera, frente al lugar donde nació Blades.
A las 2 de la mañana, Rubén, que todavía contagiaba al público con su entusiasmo, interpretó ‘Paula C’, una de las pocas canciones suyas que revelan algo de su vida personal.
Casi tres horas después de iniciado el concierto, incluyó en su repertorio los tres temas que grabó con las estrellas de la Fania All-Stars: ‘Sin tu cariño’, ‘Juan Pachanga’ y ‘La palabra adiós’.

LA DESPEDIDA

Antes de la recta final, introdujo dos temas de su nuevo álbum, titulados, ‘Caín’ y ‘En esa casa’. Este último, como parte de ‘la campaña que hay…llamando la atención sobre la violencia doméstica’ y el femicidio, explicó, con consternación en su rostro, agregando que ‘eso hay que enfrentarlo, hablar de eso y reaccionar’.
Para ponerle a todos la piel de gallina, continuó con el emotivo tema ‘Patria’, que tuvo la mayor participación del público.
Entre los presentes en el concierto estaba el alcalde de la ciudad capital, José Blandón, quien comentó a La Estrella de Panamá, que para él ‘esta canción siempre tiene un valor muy especial, porque fue estrenada cuando yo estaba en el exilio, en Puerto Rico. Cada vez que la escuchaba terminaba llorando’.
El concierto concluyó con ‘Maestra vida’ y ‘Muévete’, tras lo cual Blades se despidió del mundo de la salsa y de su público, dando palmaditas a su corazón al tiempo que tiraba besos al aire.
También presente estaba su amigo el gran compositor panameño Omar Alfanno, quien llamó a Blades ‘su camino a seguir’ y ‘su inspiración’.
¿Será que de verdad Rubén se retira de la salsa?
‘Él no se va a retirar’, señaló Alfanno, pero luego agregó: ‘no es que no le creamos; es que no queremos creerle.’

==========

Omar Alfanno

‘Rubén siempre va a ser, para las personas que queremos ir más allá, la vía a seguir’

La Estrella

 

Agradeció a la patria

“Buscando Guayaba” andaban alrededor de 6 mil 800 personas en lo que fue el inicio de la gira de despedida de Rubén Blades de las tarimas con el “Tour Caminando: Adiós y gracias”, producido por Showpro, y que se realizó en la Plaza Figali la noche del sábado.
A eso de las 8:00 p.m. empezaron a llegar sus seguidores, sin importar la edad, y ya para las 10:00 p.m., el lugar estaba repleto. Adolescentes, jóvenes y adultos esperaban con ansias que arrancara el “show”, pero mientras, aprovechaban que en la entrada había puestos con impresiones en tamaño real del cantante panameño y se tomaban fotos para llevarse así un bonito recuerdo.
Adentro, a las 10:10 p.m. se iniciaba la presentación de Los Rabanes, encargados de calentar y activar al público con sus canciones locas y enérgicas, entre ellas: “Señorita, a mí me gusta su style”, “Bam Bam” y “Commanding Wife”. Sin embargo, no fue sino hasta la entrada de Rubén Blades cuando el lugar se quiso venir abajo.
“Caminando, di mil tropezones; caminando, y nunca paré; caminando, entre risas y dolores; caminando, pa’lante y con fe”, fue su tema inicial, pero lo que no sabía el público era que venían bajando 25 canciones más. Y cada una con historia incluida.
La primera fue cómo se inició en el ámbito musical en 1969, luego de que su madre lo mandará a Nueva York con un boleto de viaje, que tan solo costó 20 balboas, para probar suerte en la música. En dicho lugar grabó su primer disco llamado “De Panamá en Nueva York”, que no vendió nada, pero en el mismo estaba incluida la primera canción que se escuchó de él en la radio, “Descarga Caliente”.
La gente bailó, gozó, saltó, se rio y hasta lloró. Fueron más de tres horas llenas de emotivos momentos, en los que el artista aprovechó para agradecerle a la vida haber nacido en Panamá. Por otra parte, reconoció el trabajo del cantautor panameño Omar Alfanno, quien estaba presente junto a otras figuras del patio.
“Amor y control” era uno de los temas más esperados, ya que no lo cantaba desde hace mucho, fue inevitable que no se le quebrará la voz y soltara algunas lágrimas. Sin duda alguna, el momento más emotivo de la noche.
Los sobrevivientes a este evento disfrutaron la noche al máximo y más el que se quedó hasta el final, porque quedó claro que “Patria” son tantas cosas bellas y que “Maestra vida” te da te quita, te quita y te da.

Crítica

 

 

También podría gustarte