Recortes en el presupuesto cultural en México
En el primer trimestre del año se anunció que durante 2015 se ejercería una disminución preventiva del gasto. Desde entonces ha habido silencio institucional sobre las cifras reales del recorte presupuestal que impactaría en el quehacer cultural del país. Sin embargo, de acuerdo con Margarita Saldaña, presidenta de la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados, la disminución del gasto sólo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) es de alrededor de 860 millones de pesos (mdp). Las áreas más afectadas son el Programa de Apoyo a la Infraestructura Cultural de los Estados (PAICE) con un recorte de 22/5/2015 El Universal Cultura Impactos del recorte al sector cultural del país (la mitad de sus recursos); el Capítulo 1000, de contrataciones eventuales, tendrá una merma de 80 mdp; gastos de operación, 280 mdp menos y apoyo a festivales, programas y becas, una baja de 200 mdp. A esta cifra habría que sumar el monto recortado a los institutos nacionales de Bellas Artes (INBA) y de Antropología e Historia (INAH); entre otras instituciones del subsector.
En el Presupuesto de Egresos de la Federación se le otorgó al subsector, es decir Conaculta, INAH, INBA, Instituto Mexicano de Cinematografía, Canal 22, Estudios Churubusco Azteca, Centro de Capacitación Cinematográfica, Cineteca Nacional, Radio Educación, Educal, Centro Cultural Tijuana y Fondo de Cultura Económica, un presupuesto general de 15 mil 373 mdp, con respecto a 2014 podríamos decir que aumentó 4.6%; es decir 670 millones; sin embargo, nos hemos enterado que sólo a Conaculta, desconozco las otras instituciones porque la información no fluye, se le hizo un recorte aproximado de 800 millones; el aumento ya no existe, explicó Saldaña. Artistas y creadores coincidieron en que ante la disminución del gasto, las instituciones culturales están improvisando.
Los programas se conforman sin planeación y con base en si es financieramente viable o no, con el montaje de reposiciones que suponen un ahorro y con la cancelación de apoyos que ponen en riesgo la continuidad de proyectos artísticos. Ópera, Danza, Teatro, Literatura, Artes Visuales, las disciplinas que están frente a un reto. Del plan A al Z. Hace unos días, el tenor Ramón Vargas, director artístico de la Ópera de Bellas Artes (OBA), sostuvo un breve pero contundente encuentro con el Coro de la Ópera de Bellas Artes para advertir que la situación económica de la institución era grave, avisó que no hay dinero y preguntó: ¿Ahora qué vamos a hacer?. El Coro cuenta con una programación mensual y anual que, dijeron, difícilmente se cumple. Pese a que debería haber una planeación, los cantantes fueron notificados que durante mayo no había actividades, excepto prepararse para La Traviata, programada para los días 7, 9, 11 y 14 de junio en Bellas Artes, con un elenco encabezado por el tenor Arturo Chacón y la soprano María Katzarava. Se nos dijo que no había programado nada, que no había dinero, pero para que los enemigos de la ópera no nos vieran inactivos teníamos que hacer un concierto con la Orquesta del Teatro de Bellas Artes (OTBA) en el vestíbulo del Palacio y en el Blas Galindo del Cenart, explicó un cantante.
Así, se llevó a cabo el concierto Sobre las alas doradas en el 22/5/2015 El Universal Cultura Impactos del recorte al sector cultural del país pero no se pudo realizar en otros espacios debido a que implicaba gastos adicionales para los artistas, y la orquesta no fue incluida por las mismas razones. Fue un concierto que no tuvo sentido, no tuvo difusión, con un programa que nos sacamos de la manga. Si estamos en contingencia por qué no se ha podido programar con seriedad, lo que estamos haciendo es parchar hoyos, sostuvo otro de los cantantes. De acuerdo con integrantes de los grupos artísticos del INBA, la Compañía Nacional de Danza (CND) tenía programado que La sílfide y el escocés, un ballet romántico que no se reponía desde hace seis años, se llevara a cabo con música en vivo a cargo de la OTBA. Pero no se contó con recursos para cubrir los gastos del director musical. Así, las funciones que concluirán el 21 y 24 de mayo se realizan con pista.
Ante la cancelación, la Orquesta se quedó sin programación durante mayo y ya se trabajaba en realizar un concierto con integrantes del Estudio Ópera de Bellas Artes para mantener su actividad mensual. Nosotros no hemos parado de trabajar, pero le cuestionamos a Vargas que no había ningún plan para sobrellevar la situación, les dijimos que eran incompetentes. Nos dijo que no aceptaba que fueran incapaces porque sí había planes. Pero como el A no salió, el B tampoco, pues que ya íbamos en el C, y que de seguir así llegaríamos al plan Z, pero que no dependía de él, ni siquiera del INBA. ¿Si esto no es muestra de incapacidad, entonces qué es?, lamentó un cantante. El problema, argumentaron, es que un coro como el de la OBA no debería ser condenado a dar sólo conciertos. Somos un coro de ópera que no canta ópera. No tenemos problemas para salir del foro de Bellas Artes para presentarnos en otros espacios, pero no deseamos hacer sólo conciertos porque son más baratos; lo ideal es hacer las dos cosas, explicó un tenor del coro.
Otro miembro de la agrupación contó que la OBA ha tenido que enfrentar otros ajustes; por ejemplo, la producción de La Traviata de 2012 se desechó por sus altos costos, por lo que tuvo que encargarse una nueva en sólo tres años. Además, de acuerdo con los artistas, la falta de recursos ha impactado en las condiciones de trabajo, un caso es que, indicaron, el elevador del Palacio que usan los artistas para acceder al escenario, a los salones de ensayo y las oficinas administrativas no se ha podido reparar en más de un mes. Teatro y Danza, la austeridad. Aun cuando tampoco hay datos de la reducción de presupuesto para el arte teatral, un ejemplo de la austeridad con la que se trabaja es que de enero a la fecha, la Compañía Nacional de Teatro ha tenido nueve temporadas pero dos son estrenos, las otras siete son reposiciones de obras de repertorio y han echado mano de reuso de vestuarios y escenografías de piezas producidas en 2010, 2012 y 2014, como Zoot Suit,
El malentendido e Ilusiones. Incluso en su más reciente estreno: Noche y niebla, de Jaime Chabaud, dentro del proyecto de Laboratorio actoral, se convocó a los actores a donar vestuarios viejos para articular la pantalla que requiere la obra y se reutilizó la tierra de La sangre de Antígona, producción de 2013. Eso representó un ahorro en el pago de los creativos. Bailarines de la CND también acusan falta de claridad en la programación, hasta ahora, después de La sílfide y el escocés no hay nada seguro, sólo se tiene certeza de un título: El cascanueces. Situación que Laura Morelos, directora de la agrupación, no ha dudado en hacer pública; recientemente informó que sólo ofrecerá reposiciones para aprovechar recursos. En abril, el coordinador Nacional de Danza, Cuauhtémoc Nájera, informó a la comunidad dancística que dados los ajustes de presupuesto, no contaban con recursos para apoyar festivales. Nos vemos en la necesidad de replantear el modelo de colaboración que hemos sostenido con la Red Nacional de Festivales de Danza, dijo.
En respuesta, algunos bailarines de danza contemporánea han manifestado en redes sociales que el recorte no sólo se ve reflejado en la falta de apoyos, sino en la falta de pagos por funciones realizadas hace más de un año; además analizan escribir una carta enérgica contra la situación. Más recortes. Aunque no se ha divulgado tampoco a cuánto asciende el recorte en artes visuales, museos como la Sala de Arte Público Siqueiros tienen ya, de acuerdo con su directora, Taiyana Pimentel, una disminución importante de recursos: 40% menos del presupuesto que tendría este año y trabaja con 70% del personal que tenía ante un recorte de 30% del equipo. En el INAH, explicó el antropólogo y especialista en legislación cultural Bolfy Cottom, la afectación ronda 10% de su presupuesto e involucra directamente al personal eventual. Será difícil que se aprueben nuevos proyectos; habrá que ver si se abrirán nuevos monumentos, señaló Cottom. En cuanto a proyectos literarios, editoriales y de promoción a la lectura, tanto del INBA, a través de la Coordinación de Literatura, a cargo de Mauricio Montiel; como de Conaculta, a través de la Dirección General de Publicaciones, que dirige Ricardo Cayuela; los datos de reducción de presupuesto se mantienen bajo resguardo e incluso los titulares de ambas instituciones declinaron declarar.
Terminamos con un cúmulo de deudas, contó desde Córdoba, Veracruz, Gloria Trujano, quien encabeza el Encuentro de Son Jarocho, Son Huasteco, Fandango, Huapango y Trovada, festival que tiene nueve años de historia, que acaba de llevarse a cabo en abril, pero que operó prácticamente sin recursos. Es un encuentro donde participan más de 300 artistas y talleristas de 10 estados, que cuenta con una afluencia de alrededor de 5 mil personas y que hasta este año tuvo apoyo de la Secretaría de Turismo de la entidad. En el Distrito Federal, los trabajos a favor del libro se mantienen sin cambios hasta el momento. Paco Ignacio Taibo II, impulsor de la Brigada Cultural para Leer en Libertad A.C., aseguró que la colaboración con la Feria Internacional del Libro en el Zócalo, que se realiza en octubre, se mantiene activa, y que han podido colaborar con todas las ferias en las entidades, salvo las que realizan en las delegaciones. Este contexto debe invitarnos a la reflexión, comentó el gestor cultural y productor Eduardo Lizalde Farías: Tenemos que evaluar la dependencia de los presupuestos del Estado, hay que buscar recursos por otros lados y consolidar empresas culturales.