Panamá: el Reencantamiento del mundo

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Rodolfo Justine piensa que el ser humano ha perdido la magia en su corazón. Que la gente poco a poco ha dejado de fascinarse con el arte.

Por eso piensa que la pintura todavía es una vía para hacer contacto con los colores, las formas y lo etéreo.

La muestra más reciente de este pintor panameño se titula “Encantamientos olvidados”.

Combinó las palabras encantamiento y olvido, porque en sus cuadros hay historias que él necesita recuperar, ya que “formó parte de una generación que, a veces, da la espalda al legado de los otros artistas”.

“Encantamientos olvidados” se inaugura en la XPO-Arte (calle 73, San Francisco, edificio Palma Real) el jueves 19 de noviembre desde las 7:30 p.m., y estará abierta al público hasta el 3 de diciembre.

CONTRASTES

La individual la integran 15 obras. Todas son técnicas mixtas sobre lienzo y algunos trabajos sobre papel de calibre grueso.

En su labor, los ocres y los colores terrosos “juegan un papel fundamental. En el mundo africano el barro es lo que conecta a todo. La tierra está presente en esta obra porque sin tierra, sol, cielo y hojas no hay vida”.

Sus telas comparten historias con el espectador. “Son porciones complejas de realidades contadas en voces silenciosas que surgen como imágenes”, indica.

Lo suyo es estudiar “la negritud que vive en todos nosotros, de lo indio y de lo criollo que hace el día a día de personas que se levantan y rezan, y tratan de llegar a sus casas antes de que anochezca”.

Como creador desea una sociedad “donde los símbolos y las historias nos envuelvan. Donde la pintura sea algo más que un eslogan. Sueño con un mundo donde ser color, ser, negro, ser asiático, ser diferente se vea y se viva en el arte”.

En sus cuadros habitan muchos personajes, en especial mujeres, que “son el vehículo, el contraste de aquello que cambia. Mi pintura está compuesta por cosas que existen, cosas que no existen y cosas que deberían existir”.

Publicado en La Prensa
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