Puerto Rico: Portar el cuerpo travestido

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Ricardo Santana y su ‘Luna Azul’

Para el actor Ricardo Santana, interpretar su personaje en la obra “Testigos de la luna azul” de la directora y dramaturga puertorriqueña Adriana Pantoja, ha requerido un trabajo mucho más exhaustivo de lo que conlleva trabajar con otros personajes. Afirma que es así, porque su personaje, Luna Azul, es un travesti; y esto le brinda entradas y salidas que no brindan los demás.

” ‘Testigos de la luna azul’ es una obra llena de retos para mí. No solo porque estoy en plataformas de cinco pulgadas, travestido todo el tiempo en el escenario. Llevo los zapatos a los ensayos, pero busco a Luna Azul en mi interior, en ese interior femenino que todos los hombres tenemos. El texto me toca: son voces que se necesitan. Yo siento el compromiso de ser una de esas voces”, nos dijo Santana con voz firme y emocionada. Indicó estar comprometido con esta puesta en escena y sentirse muy agradecido con la oportunidad de hacer un personaje “con tantas capas y muchas sutilezas de profundidad interior”.

Ricardo Santana nació el 19 de noviembre de 1970, en Ponce; y estudió en el Departamento de Drama de la Universidad de Puerto Rico, en Río Piedras. Sabía desde niño que quería dedicarse al arte, pero nunca tuvo oportunidad de tomar un curso de teatro en su Ponce natal. Recuerda que, para él, las visitas al teatro La Perla eran mágicas. Y, cuando por fin se vio en el Departamento de Drama, la magia se convirtió en verdad.

“Fui a una audición del Teatro Rodante, que dirigía José Luis Ramos Escobar, en el Departamento de Drama, sin haber tomado un solo curso de actuación. La obra se llamaba ‘Valor y sacrificio’ y era sobre la vida de Pedro Albizu Campos. José Luis la escribió y la dirigió. Desde ese momento, no he dejado de hacer teatro. Y fue en esa producción que tuve mi primer contacto con Adriana Pantoja, quien asistía al director”, informó Ricardo.

El actor participó del Teatro Rodante durante tres años. No obstante, nos confesó que su pasión es dirigir: “Tomé la clase de dirección escénica con Dean Zayas y me di cuenta que me gustaba más dirigir. ‘Infieles’, del dramaturgo chileno Marco Antonio de la Parra, fue mi primera dirección como estudiante. Fue en 1999 y, luego, como parte del Festival del Grito, gané el premio para directores jóvenes. Esto me trasladó a Nueva York para presentar la obra en Repertorio Español. También, mientras estudiaba en la universidad, tuve la oportunidad de dirigir teatro profesional. Entre otras, dirigí adaptaciones de ‘El jorobado de Notre Dame’ (Víctor Hugo, 1802-1885); ‘El Lazarillo de Tormes’ (Anónimo); ‘La bella durmiente’ (Tradición oral), todas para Contraparte, Inc. Más tarde, cuando la productora Blanca Lissette Cruz iniciaba su compañía Alfonsina, Inc., hicimos una reposición de ‘Infieles’, en el Ateneo Puertorriqueño”.

Ricardo Santana, quien también es maquillista, es maestro en la escuela de Bellas Artes del municipio de Carolina, desde 1995. Hasta 2011 coordinó el Programa de Teatro en dicha escuela, además de dirigir la compañía de Teatro Municipal. También, ha escrito cuentos, los cuales fueron publicados en “Los otros cuerpos: Antología de temática gay, lésbica y queer desde Puerto Rico y su diáspora”. En 2012, publicó su primer libro individual de cuentos.
“Mi libro se llama ‘Cuentos de vellonera’ y lo editó Ángel Antonio Ruiz, para Erizo Editorial. El último cuento de ese libro es ‘El gran final’; y escribí un monólogo con el mismo nombre y tema, el cual estrené como actor y director en ‘Des-nudo’, evento de monólogos que organizó Adriana Pantoja con su compañía Cuarzo Blanco, Inc., en 2010. En 2011, lo presenté en el teatro Coribantes con el propósito de levantar fondos para proyectos de la organización Coaí, asignados a sectores marginados de la comunidad GLBTT. El personaje es travestido, se llama Cautiva Rexach y está inspirado en la cantautora puertorriqueña Sylvia Rexach.

Anterior a esto, Ricardo nunca había hecho un travestido; y, con esta obra, descubrió que lo podía hacer. “Lo presenté en Nueva York para un espectáculo de Teatro Círculo en 2015. Por mi actuación, obtuve el ‘Premio Hola, Outstanding Solo Performance 2015”.

La pregunta obligada es si Cautiva y Luna Azul se parecen, a lo que el también cantante contesta que… “son diferentes. Luna Azul es transformista y Cautiva es transgénero. Cautiva es un ser humano que sufre por las deficiencias de la representación legal de los transgéneros. Luna Azul es la conciencia de Roberto, el protagonista, interpretado por Víctor Alicea. Además, es como el ángel de la muerte que acompaña a Roberto en su última etapa. Vive en el recuerdo de Roberto; es un alter ego de Roberto; en fin, es Roberto”.

El actor interpreta cuatro canciones en vivo, inéditas, música y letra de Adriana Pantoja, con arreglos musicales de Chenan Martínez, quien a su vez tiene a su cargo la banda sonora. “Son canciones de filin, bellísimas. Yo canto desde que tengo memoria… hasta en sueños. Cuando estaba en segundo grado me dibujé con un micrófono. ¿Qué te puedo decir? Tengo voz de barítono: es un talento natural, nunca he tomado clases. Pero canto en obras de teatro desde la Universidad hasta lo profesional. Por ejemplo, trabajé con Nancy Millán, como cantante, en su proyecto ‘Mujer invisible’.

Se pensaría que Ricardo hace algo especial con su voz, al cantar, simplemente por estar trasvestido… Pero no… “Canto con mi voz de hombre, pero con sentimiento y juego escénico femenino. Así lo quiere la directora y yo estoy de acuerdo. He desarrollado este personaje lejos del estereotipo. No interpreto a una mujer. En ‘Luna azul’, no queremos al típico travesti que hace espectáculos en discoteca. Luna azul es cantante de cabaret, una diva; y hay que buscar a esa diva. Por otro lado, Luna Azul no es un personaje común y corriente. Cuando no está cantando, está conversando con Roberto, llevándolo a una realidad de la cual él huye todo el tiempo. Es en el aspecto femenino de Roberto donde está Luna Azul”.

Tal comenta el actor, el personaje de Roberto, su alter ego igualmente, es homosexual, pero la confrontación no es consigo mismo y su homosexualidad, sino en la relación que Roberto tiene con su hijo, Bobby, quien es homofóbico. Bobby le recrimina un supuesto engaño y, por su parte, Roberto se echa la culpa de todo. Roberto se casó con una mujer cuando tenía 18 años por presiones familiares y sociales. Consideremos que, en la época en la cual Roberto se casó, los años setenta, Puerto Rico no es lo que es hoy y, aun hoy, muchos homosexuales se casan con mujeres por lo que impone la sociedad. Luna azul, mi personaje, es el pasado en el presente”.

Aunque no descarta la idea, Ricardo no quisiera ser estereotipado como actor, por lo que volver a interpretar a un travesti queda en el tintero. ¿Qué le diría este histrión a otro actor que vaya a interpretar un travesti o transgénero? “Que aborde el personaje con seriedad, respeto y humanidad, lejos de la burla. Hay que ‘ponerse en las tacas’ de ese ser humano para hacerlo vivo y real”.

Ricardo Santana siente un honor inmenso al ser parte del elenco de “Testigos de la luna azul”, la cual estrenó el viernes en la Sala Carlos Marichal, del Centro de Bellas Artes, en Santurce; y continúa su corrida hasta el 1ero de mayo. “Es un honor ser parte de este equipo, de trabajar junto a tan excelentes actores y buenos compañeros. Espero que el público disfrute este proyecto, que sé va a dejar mucho bueno de qué hablar”.

Publicado en PRPOP

 

 

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