Exclusiva NodalCultura a Juan Palomino, organizador del Festival de las Tres Fronteras

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Por Daniel Cholakian – NodalCultura

Hace dos años, cuando se realizó la primera edición del Festival de Cine de Tres Fronteras, los organizadores, Juan Palomino y Daniel Valenzuela, caminaron hasta lo imposible la provincia de Misiones, para llegar a cada uno de los habitantes de la región. Quien esto escribe fue personalmente testigo de cómo su productora y su director artístico hicieron 600 kms en un día, para presentar el festival en puntos distantes de la región ante apenas 15 personas, cómo se reunieron con cada colegio, con cada maestro de Iguazú y como se reunieron con los sindicatos de la ciudad, para dar a conocer el proyecto y recoger las inquietudes de todos los habitantes.

Durante la primera edición conversé con jóvenes venidos de ciudades cercanas -50 kms y más- que iban y venían en el colectivo cada día a ver las películas. Llegaban a Puerto Iguazúi a las 20 y se iban a la 1 de la mañana.

El Festival de las Tres Fronteras debe llamar la atención en tanto nos invita a mirar a este punto nodal de América con el claro objetivo de trabajar en pos de desestigmatizar los imaginarios sobre la región, en el punto preciso de encuentro de nuestros tres países. Región donde vive una rica cultura que es el  producto de la vida en comunidad y las tensiones de las diversas tradiciones que la habitan. El festival convoca por su vocación de encuentro con los artistas de toda nuestra América con una visión claramente política, y por entender que el arte es una herramienta fundamental para construir futuro y quebrar los paradigmas del saber, del pensar y del crear que nos proponen desde los países centrales.

Pero además, el Festival de Cine de Tres fronteras presenta un cine de altísima calidad. Y lo hace en unas carpas muy bien acondicionadas, en un predio abierto en la zona de la ciudad donde viven los habitantes de la ciudad, no en la zona turística siempre mirando a las cataratas del Iguazú.

El Festival tendrá como función de apertura la película “Kryptonita” de Nicanor Loreti, en lo que según el director, Juan Palomino, ha sido una decisión difícil. “Una de las decisiones complejas que tuvimos que tomar fue la película de apertura, ya que tanto Daniel Valenzuela como yo somos parte de la misma. Pero consideramos que Kryptonita está en sintonía con el espíritu del festival. Es una película popular, con un concepto estético diferente y con una mirada particular sobre muchos temas, como la justicia, por ejemplo. Sin dudas merece ser mostrada en un festival como este. Sale de lo costumbrista, trabaja con pequeñas pinturas y muchos matices. Yo creo que es una película que nos representa en su irreverencia y su mirada sobre el género a quienes hacemos el festival. Es una respuesta desde el cine a Kathryn Bigelow y su Triple Frontier”, comentó Palomino a NodalCultura.

La cita de Palomino a la directora estadounidense está en el origen del nombre “Tres fronteras” frente al de “Triple frontera” que califica de castrense.

Hay una realidad interesante. Hace dos años cuando finalizaba la primera edición del Tres Fronteras, Dilma Rousseff era reelegida presidenta de Brasil y en Argentina Cristina Fernández gobernaba con un importante apoyo popular. En esta segunda edición Brasil y Argentina tienen presidentes conservadores y se esgrime la teoría de guerra a las drogas y el terrorismo sustentada por la CIA y que, de algún modo, es el discurso que ha estigmatizado ese lugar de encuentro. ¿Cómo se articula la propuesta que implica el Festival con esta nueva realidad política?

Yo creo que las autoridades de la provincia y la ciudad han entendido algo fundamental. Especialmente el gobernador y el ministro de turismo, que maneja gran parte de la producción del Festival. Han comprendido que la esencia del festival es para equilibrar la balanza respecto de la mala prensa que tiene la Triple Frontera por sobre las Tres Fronteras. El festival es una respuesta de un grupo de actores frente a una mirada estigmatizadora.

¿Mantienen la estructura organizativa de la primera edición?

Si, la única diferencia planificada es que la apertura y el cierre serán en el anfiteatro Ramón Ayala, ya que una de las torpezas que cometimos en la primera edición fue hacer el cierre en las carpas. Es cierto que no sabíamos lo que iba a pasar. Nos habían dicho que la sociedad de Iguazú no participaba activamente de eventos culturales. Pero se ve que el cine trasciende muchos otros eventos artísticos.

En cuanto a la programación, hemos incorporado el cine infantil, que no incluimos en la primera edición y también el cine de género de terror y fantástico, para mostrar una producción interesante de los últimos diez años de nuestro cine. Es darle la posibilidad de darle un espacio para mostrar sus películas a los compañeros que hacen este tipo de cine.

Vamos a homenajear desde el cine a la colectividad polaca, con tres películas. Una de ellas es “Una mujer poseída” de Andrej Zulawski, emblemática para mi generación. Esta es una manera de reconocer a toda la colectividad polaca que forma parte de la identidad misionera. Van a estar presente con su cine, además, casi todos los países de América Latina.

Otra de las características de este festival es el apoyo de la Prefectura Naval Argentina que nos da el predio para la instalación de las carpas, que también entiende el espíritu y nos acompaña. Lo mismo que las comunidades guaraníes que forman parte de Iguazú y estarán presentes durante el Festival. Y seguiremos con las proyecciones y charlas en los colegios secundarios.

De Brasil y Paraguay ¿hay algún tipo de participación?

La idea era trabajar con Ciudad del Este y Foz de Iguazú, pero eso se nos iba de las manos y era necesario conseguir “socios” en cada una de las ciudades, porque a nosotros no nos da la capacidad y los recursos y el tiempo para poder coordinar el modo de articular el festival con ellos. Lo interesante sería que ellos lo tomen y se puedan hacer sedes las tres con fechas rotativas. Es algo que realmente deseamos para el futuro. Además ellos tienen salas de cine.

En relación con esto último, ¿qué implica la decisión de organizar las proyecciones en la zona de la ciudad donde habitan el pueblo y no en la zona turística?

La organización del festival en las carpas es una apuesta desde ya costosa, pero es una decisión que es lo que abre la posibilidad de que la gente pueda venir al cine. Entonces se hizo mucho hincapié en esto. Y lo decía el gobernador Pasalaqua, si no tenemos las carpas, lo haremos debajo de un árbol, porque el cine es parte de la realidad de un país y para aquellos que no tienen la posibilidad de participar todo aquello que significa ir al cine, nosotros debemos darle esa posibilidad. Nosotros además vamos a los colegios y si pudiéramos iríamos a los hospitales. Incluimos a los estudiantes y a los maestros. Nos tomamos el trabajo de ir a hablar con ellos y vamos a escuelas en otros pueblos, no sólo a las que están a diez cuadras del centro de la ciudad.

A propósito de la programación Además de la gran programación de películas argentinas ¿qué otras propuestas se destacan?

Habrá un homenaje a Leonardo Favio, con un documental basado en una entrevista que Eduardo Pinto le hizo y que está editando para presentarlo en la función de apertura de Tres Fronteras.  De México nos pareció interesante una película sobre Gloria Trevi (“Gloria”) que es muy particular. Es entretenida y saca a Gloria Trevi del olvido que todavía la tiene presa en San Pablo. La actriz va a venir y ella es codirectora de “Los bañistas”, que es una película mexicana que estará en competencia.

No deja de sorprender que dos actores como ustedes se hayan “puesto al hombro” un festival de cine y no hacerlo desde el lugar del actor en tanto estrella, sino desde una perspectiva mucho más crítica, ya que la programación de esta segunda edición confirma la propuesta estética del primero. ¿Cómo pensaron esta edición después de la experiencia del que organizaron en 2014?

Antes que nada, pensábamos que no iba a suceder esto. Ya el año pasado no se había hecho, aún cuando las condiciones parecían mejores que las actuales. Pero no nos quedamos y decidimos hacer una semana de cine argentino y abrir un Espacio INCAA. Este año vamos a redoblar el esfuerzo, porque el INCAA deposita una gran confianza en el Festival después de lo que se vio en la primera edición. En ese sentido Rómulo Pullol, quien estuvo presente entonces como gerente general del INCAA, esa ahora gerente de relaciones institucionales y es nuestro testigo y creo que a través de él surge la confianza del Instituto de cine.

Pero además contamos con el apoyo trascendente de los compañeros actores. Podes ver infinidad de cantidad de videos de muchos de ellos apoyando el festival. De Liliana Herrero a Cecilia Roth, pasando por el español Willy Toledo y Mike Amigorena.

Hay 2 ejes de este festival, que son de algún modo dos épicas. Primero que es un festival de cine donde no hay cine y segundo que está hecho por actores. No hay muchos festivales de cine llevado adelante por actores que se corran del lugar de ser observados, adulados y mimados a través de la pantalla. En ese sentido representa también nuestra identidad como actores, que no somos solamente “entretenedores”, que lo somos, sino que tenemos una mirada que constituye más allá de lo estético una visión política. Porque el arte es, tanto para Daniel y para mí, un hecho político.

Programación completa

 

 

 

 

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