POR Alessandro Solís Lerici (textos) y Nicole Alpízar (edición fotográfica)
Los fotógrafos de un periódico son como los héroes anónimos del periodismo. No solo se dedican a capturar en imágenes desde lo más simple –digamos, una discusión equis en la Asamblea Legislativa– hasta lo más extraordinario –el efecto de un desastre natural, por ejemplo–, sino que también son grandes fuentes de información para los periodistas.
Ven lo que nosotros no vemos y nos informan al respecto; nos muestran todas las fotografías que obtienen de determinado evento esperando que les demos nuestra realimentación; y siempre están a la caza de nuevas maneras de contar las historias.
Si un fotógrafo tomó una imagen de la que está orgulloso, uno solo puede esperar que su editor piense lo mismo, pues no existe mejor muestra de respeto que aprobar su visión de las cosas. Sucede que la vida informativa tiende a ser engañosa, y muchas veces el mejor material de los fotógrafos –aquel material artístico, profundo, exageradamente humano y natural– no se ve reflejado en las páginas del diario, y queda guardado en carpetas con la esperanza de algún día ser utilizado.
Por ello, presentamos una selección de esas imágenes que amenazaban con quedarse en el olvido; esas fotografías de las que los fotógrafos están orgullosos y que nosotros, los inexpertos del lente, valoramos hechizados. A cambio, solo pedimos un favor ligero: darle a cada imagen el tiempo que se merece. Provecho.
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Encima del abismo
Ensayo fotográfico de John Durán
Lo ordinario sería dejarnos sacudir solo por las efigies de la tierra hecha barro letal, de los hogares que dejaron de existir y de todos los devastadores efectos del paso de un huracán donde jamás lo imaginamos. Pero las efigies que nos llevamos para siempre son las de la vida que sigue su curso; las que muestran esa humanidad que se pone en pie tras la tormenta, con el único afán de prevalecer. Nos enseñaron tanto.
Corazones azulados
Amar es perder y no dejar de sujetar la mano de la afición y el equipo. Más allá de los títulos y las decepciones, el Club Sport Cartaginés nos recordó –un año más– que el amor puede más que la estadística.
Una cifra (in)visible
Ensayo fotográfico de Albert Marín
Las estadísticas señalan que la pobreza extrema va en descenso. Una visita a un barrio como La Carpio nos roba todas las ganas decelebrar. Lo que nunca se ve no puede jamás cuantificarse.
Redes ecuestres
Las texturas, los colores y la relación entre bestia y hombre son la luz de los topes de Palmares. El desglose fotográfico de estos eventos parece ser prueba suficiente para validar su existencia.
Caminantes sin tregua
Quien no haya tenido que pensar en la posibilidad de abandonar todo lo que conoce para perseguir un futuro mejor en otro lugar, difícilmente sea capaz de comprender la incertidumbre que significa estar varado en un país en el que todos hablan otro idioma. Tal vez, los rostros, los gestos, las posturas y las acciones retratadas en estas imágenes de migrantes africanos y haitianos sirvan para que ellos se expliquen.
Panoramas de la patria
Incluso cuando se trata de accidentes lamentables, los paisajes de Costa Rica tienen su propio olor; su bandera incólume pintada de azul, blanco y rojo. Estos son los retratos de una nación a la que no siempre observamos desde los mejores ojos, lentes o ángulos.
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En este especial aparecen fotografías de Andrés Arce, José Cordero, John Durán, Mayela López, Albert Marín, Diana Méndez, Jorge Navarro, Luis Navarro, Rafael Pacheco, Alonso Tenorio y Jeffrey Zamora.