Guanajuato, centro de historia

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Guanajuato, la capital del estado homónimo, es una ciudad de calles empedradas y callejones estrechos, en la que se destaca la arquitectura colonial que dejaron, desde 1559, los conquistadores españoles que llegaron al desierto montañoso del bajío mexicano, atraídos por los minerales que escondían las escarpadas laderas.

Cuando las vetas se agotaron, la fama de esta ciudad de aires hispánicos y moriscos, atravesada por laberintos y túneles subterráneos, ya había llegado a los viajeros del mundo. El camino del turismo quedó abierto.

El programa federal Pueblos Mágicos encontró en Guanajuato cinco sitios, mientras que la Unesco declaró Patrimonio de la Humanidad a la ciudad capital y también a San Miguel de Allende y al Santuario de Jesús Nazareno, en el pueblo rural de Atotonilco.

Fue allí donde el cura Miguel Hidalgo tomó como estandarte a la Virgen de Guadalupe, que se convirtió en la bandera del ejército insurgente. Por sus bellos murales se lo considera la Capilla Sixtina de América y muchos fieles peregrinan hacia allí en Semana Santa.

La casa de Ignacio Allende, gran impulsor de la independencia y de quién la ciudad tomó su nombre, es un museo que cuenta la historia de este héroe y donde a través de réplicas muestra cómo eran los viejos edificios.

Muy interesante es recorrer la Fábrica Aurora, un centro de arte y diseño que exhibe trabajos artísticos y antigüedades, y el Mercado Artesanal donde se venden trabajos en metales, papel maché y vidrio soplado.

Otro de los elegantes y coloniales Pueblos Mágicos es San Luis de la Paz, centro agrícola y comercial de la Sierra Gorda, donde está Mineral de los Pozos, que se llamó ciudad Porfirio Díaz y que fue principal ciudad minera estadual desde fines del siglo XIX y principios del XX.

Allí está el viejo Horno de Minería de los Jesuitas en Santa Brígida, una hacienda de 1536.

En esta región hay cuevas con estalactitas y estalagmitas, y bosques de abetos y pinos en los que habitan venados y pumas y águilas de vuelos silenciosos.

También entre bosques, la Sierra de Santa Rosa cobija los extensos viñedos entre el pueblo mágico de Dolores Hidalgo y San Miguel de Allende, que producen las uvas que luego devienen en exquisitos caldos artesanales.

La Ruta del Vino y el trabajo de los viñateros es, tal vez, una de las manifestaciones más sensibles entre la tierra, la gran dadora y los campesinos.

El vino no falta en ninguna de las festividades, como la veneración a la Virgen de la Candelaria, en Salvatierra, ni en la Fiesta de los Locos, en los barrios de San Miguel, cuando la gente se disfraza de animales para animarse a parodiar a personajes públicos, artistas y políticos.

Ni tampoco en Yuriria, con su fiesta de diciembre que recuerda la aparición de la Virgen en un cráter, que la gente considera un milagro de la santa a ese pueblo.

Este destino mexicano en la Feria Mundial de Turismo

Como en otras ediciones, México tuvo una gran presencia en la reciente 22 Feria Internacional de Turismo de Buenos Aires, FIT, que se realizó en el predio de La Rural, donde “La Nueva.” habló con Ricardo Vázquez, Director de Promoción Turística del Estado de Guanajuato.

Un estado del centro oeste del país que tiene 14 millones de habitantes y que recibe anualmente 25 millones de turistas, provenientes de México y principalmente de Estados Unidos y Canadá.

En el 2016, informó Vázquez, “registramos la visita de 25 mil argentinos, a la capital y a San Miguel de Allende, que encontraron una oferta de alojamiento que va de hoteles 5 estrellas a hoteles boutique y otros más económicos.”

El funcionario destacó que ”nuestra ciudad es ideal para caminarla, y para aquellos que buscan complementar el viaje con playas operan vuelos de Aerolíneas Argentinas y Copa hacia Cancún y Puerto Vallarta”.

Respecto de la gastronomía, dijo que “’ el modelo que implementamos ya lo están usando otros destinos interesados en este segmento del turismo”.

Y agregó: “no tenemos un plato estrella, pero sí usamos sólo lo que producimos, y buscamos cocineras del pueblo para que capaciten y transmitan sus recetas, para llegar a las verdaderas raíces de nuestra cocina”.

La entrada aérea a Guanajuato es por el aeropuerto de Silao, distante 40 minutos de la ciudad capital.

Publicado en La nueva
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