Doña Bastarda
“Somos conscientes de que algo está pasando”. Entrevista a Emiliano Tuala y Pablo Routin, de la murga Doña Bastarda
Entrevista y fotografías de Gabriela Errico
Doña Bastarda fue la primera de las murgas en concursar en el Teatro de Verano, una murga que se perfila como la revelación de la categoría. Por este motivo Granizo compartió su primera noche de tablados y conversó con uno de sus letristas y director artístico, Emiliano Tuala, y con quien realiza la puesta en escena Pablo Pinocho Routin.
Casi todo el plantel de Doña Bastarda concursó el año pasado bajo el nombre de La Lunática, título que les fue prestado por el carnaval 2017. Al terminar el carnaval Emiliano Tuala y Camilo Abella, responsables de los textos de la murga, decidieron iniciar un proyecto cultural propio. “Así nació Doña Bastarda, más o menos en mayo le pusimos el nombre, pero ya en marzo con Camilo veníamos hablando de sacar nuestro conjunto y ya incluso habíamos pensado parte del espectáculo, así que esto que se está viendo por estos días arrancó sobre el final del carnaval anterior”, cuenta Emiliano.
“El espectáculo de la murga se denomina ‘Un cuento de terror’, donde los protagonistas son monstruos, monstruos que estaban podridos de las películas de terror y de todos los lugares comunes del cine terrorífico y vienen al carnaval a buscar un nuevo camino. Tenemos un salpicón de estilo clásico con cosas que asustan más que los monstruos y dos cuplés que son los bloques centrales del espectáculo; uno referido a los niños y a la niñez y otro referido a la cárcel, que es el lugar a donde van a parar los monstruos de toda sociedad, ahí se manda todo lo que no se quiere. Si uno se pone a profundizar se puede llegar a decir que las cárceles son el lugar a donde van a parar los más pobres de la sociedad y donde se deposita esa imagen de lo que no queremos ser y ahí lo vinculamos con una realidad que es verdaderamente terrorífica. Es un espectáculo unitario que tiene un saludo dedicado a la madrugada, que es cuando los monstruos salen y la despedida está dedicada al amanecer cuando el monstruo se esconde”, continúa Emiliano.
Al referirse a la idea conceptual de la murga responde: “Hay una mezcla de géneros y de intenciones, es una murga joven en algunos aspectos porque Camilo salió muchos años en murga joven y está muy metido en esa movida. En mi caso yo no soy muy pro murga joven, soy más pro murga tradicional, entonces hicimos una mescolanza de géneros y de estilo de pararse la murga. La murga combina una murga clásica con una murga joven. Da cuenta de una identidad que se está formando, se mezcla lo viejo con lo joven, o lo tradicional con lo innovador. A los carnavaleros les va a gustar porque tenemos cosas clásicas, pero tenemos también cosas innovadoras. Es un espectáculo que puede disfrutar todo el mundo por cosas distintas, y que pasa por muchas emociones. Nosotros nos propusimos, cuando nos juntamos, que haya momentos de miedo, momentos para emocionarse, que la gente se ría mucho y que tenga tiempos de una obra de teatro; que hayan personajes que se presenten, que haya un nudo de la historia y que haya un desenlace”.
Corre un rumor y se comprobó en su actuación en el Teatro de Verano de que la murga está muy bien y puede ser la revelación de la categoría alcanzando un buen sitial en el Concurso. Ante esto Emiliano dice que son conscientes de lo que sucede pues la primera vez que plantearon el cuplé de los niños en escena la reacción de la gente cambió. Si bien les había ido muy bien en la prueba de admisión, ahí ellos y el público se dieron cuenta de que podía pasar algo importante e intentan manejar la presión en forma inteligente. “Nosotros competimos, eso no se puede olvidar, pero somos conscientes de lo que pasa. Las últimos diez o quince noches el local donde ensayamos estuvo lleno, la gente no entraba en el patio y ya cuando empieza a venir gente que nos son los tíos ni las novias, una empieza a sospechar que algo está pasando”, agrega.
Por otra parte, Pablo Pinocho Routin cuenta que la primera vez que fue a un ensayo lo que más le gustó fue cómo cantaban y los arreglos, y eso hizo que se tirara al agua. Se fue encontrando con textos que le gustaron mucho y “una barra de gente linda y con ganas” que le resultó muy atractivo. Al referirse a la puesta en escena, afirma: “Ellos tienen un espectáculo que es unitario y que tenía mucho jugo para sacarle desde el punto de vista expresivo, trabajar el tiempo y el espacio a través de quienes son estos monstruos. Ya sabiendo hacia dónde iba, que era construir el cuerpo de cada uno, un prototipo de monstruo ayudado con el vestuario de José Dorta. Es un todo que va a dar un buen resultado”.